Compás de espera
Toca esperar. No queda otra. Acabó el Sínodo sobre “La vocación y misión de la Familia en la Igleisa y en el mundo"; se publicaron sus conclusiones; se han presentado al papa Francisco; y… a esperar. Porque mientras el Papa no diga “esta boca es mía", todo lo anterior se queda en nada: sin el Papa, por mucho Sínodo que haya intervenido, lo hablado y votado en él, es nada exactamente.