"Un hombre de Iglesia"
Ha muerto el Gustavo, Gutiérrez por más señas, y a una parte de la Iglesia, la más progre en el mercado eclesial, se le ha llenado la boca de espumarajos. Y han pretendido salpicar a todo el que estaba lo suficientemente cerca.
“Un hombre de Iglesia". “Un hombre que hizo de la opción por los pobres su bandera y su compromiso". Y todo así…
Es que no hay como morirse para que te hagan Santo: como ya no hay Infierno, porque no hay pecado -sigue hablando la progrez-, todos al Cielo! Porque todos Santos! Amén.
Es curioso cómo, a todos éstos que no creen en nada que no sea ellos mismos, en cuanto se les muere uno, se le manda al Cielo y por la vía rápida. Curioso, como mínimo.