(259) Inconveniencias eclesiales, XVI: ethos posmoderno y nuevo paradigma
1.- La ley moral es amable.— Muy digna de ser amada, porque es sabiduría divina, camino a la bienaventuranza prometida, «pedagogía de Dios […] firme en sus preceptos y amable en sus promesas» (Catecismo 1950); tiene en Nuestro Señor Jesucristo «su plenitud y su unidad» (Ib., 1953); su fin es el Logos, «para justificación de todo creyente» (Rm 10, 4). Es Cristo mismo quien advierte: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento» (Mt 5, 17)
2.- La ley moral obliga a todos, personas y sociedades.— Todas sus expresiones son benéficas, porque apartan del mal y conducen al bien. La ley moral refleja los deberes que tanto la persona singular, como los pueblos en general, tienen para con Dios.
3.- La ley eterna como fuente.— Santo Tomás define la ley eterna como «razón de la sabiduría divina, que mueve todas las cosas hacia su debido fin» (I-II, q. 93, a. 1.); de ella manan todas las “expresiones" de la ley moral, perfectamente coordinadas entre sí: la ley natural, la ley revelada, antigua y nueva, las leyes eclesiasticas o las leyes civiles.
Siendo la ley eterna la misma sabiduría de Dios, gran cosa será la ley natural, pues «es la misma ley eterna, ínsita en los seres dotados de razón, que los inclina al acto y al fin que les conviene; es la misma razón eterna del Creador y gobernador del universo» (León XIII, Carta enc. Libertas praestantissimum 1988, 8)
4.- La ley moral es benéfica para el mundo.— Para un católico no debería haber discusión sobre si la ley moral es necesaria para el bien de las personas y las sociedades, sobre si su presencia en las leyes es buena para el bien común, para la vida, para la cultura, para la familia, para la educación; sobre si vivir guardando el Decálogo es necesario y beneficioso. Tampoco debería haber discusión sobre si es bueno que los ciudadanos cuenten con leyes justas, o los católicos, concretamente, ajusten sus vidas al derecho de la Iglesia, sometiendo sus criterios subjetivos a la disciplina del Cuerpo de Cristo.
Tampoco debería dudarse de si es bueno o no que los derechos de Cristo sean los primeros en ser reconocidos, y pueda reinar en todo: en el derecho, en la existencia personal o social, en las realidades temporales, en los colegios católicos… Cuanto más se ame la ley de Cristo, cuanto más presente se la quiera, más se amará a Cristo en todo, más fielmente se le servirá, poniendo todo a sus pies. Son cosas que, en otro tiempo, eran evidentes.
5.- Se extiende hoy día, sin embargo, en la mentalidad católica, cierto desafecto de la ley moral, de cuyos preceptos se duda tengan efectos transformadores y benéficos para el mundo. Por eso las declaraciones efímeras de los pastores (en entrevistas, libros, conferencias, etc) deben ser muy prudentes y cuidadosas en este sentido, procurando no promover la anomia, sino antes bien el amor a la ley.
Monseñor Vincenzo Paglia, sin embargo, en entrevista del 22 de marzo de 2018 para Aleteia, en el contexto de su justificación de Amoris laetitia frente a las voces críticas, comenta que «muchas de las reacciones en su contra [en contra de Amoris laetitia] son de quienes piensan que solo las normas cambian el mundo» y que «no, yo personalmente nunca he visto a ninguno enamorarse de una norma, no existe, es imposible».
Al mismo tiempo, propone en este sentido un cambio de forma mentis de la Iglesia.
«Yo creo que existe una necesidad de que la Iglesia adquiera una nueva forma.» «El verdadero nudo es un cambio en la eclesiología.» «Amoris Laetitia es una buena medicina para curar (a la familia, a la Iglesia y al mundo)» «Yo creo que habríamos elaborado un pensamiento teológico pastoral nuevo, que es justamente, lo que el papa Francisco ha hecho en Amoris Laetitia.»
6.- En la entrevista mencionada parece dar a entender que el nuevo paradigma (se comprende que propiciado por Amoris laetitia) consiste en contar con la verdad pero no propiamente con el derecho ni con “la norma” inmutable y universal:
«La Iglesia debe ser una madre, no un tribunal.»
«La Iglesia ha entendido que debe estar al lado de las familias para ayudarlas, no para juzgarlas y mucho menos para condenarlas.»
«que no hagan una receta abstracta o que valga para todos, porque cada situación tiene la necesidad de “su” palabra, de “su” medicina.»
«ustedes quieren una norma, no se puede: tienen un corazón, tienen ojos, tienen oídos, tienen manos, úsenlas para entender, para acompañar, para abrazar.»
«El papa Francisco dice: “Yo no puedo darles una norma, puedo solo decirles: ármense de verdad más que otra cosa; corríjanse, acompáñense, no dejen solo a nadie, porque esto es justamente lo que el Señor ha hecho, Él el primero, y que nos lo pide a nosotros”.»
7.-Amoris laetitia suele ser relacionada con el nuevo paradigma. El secretario de estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, afirmó en una entrevista concedida a Vatican News que
«Amoris laetitia ha brotado de un nuevo paradigma que el Papa Francisco está llevando adelante con sabiduría, con prudencia y también con paciencia».
E insiste:
«Probablemente las dificultades que surgieron y que todavía existen en la Iglesia, además de algunos aspectos del contenido, se deben precisamente a este cambio de actitud que el Papa nos pide. Un cambio de paradigma, ínsito precisamente en el mismo texto, que nos viene pedido. Este espíritu nuevo, este acercamiento nuevo»
Luis Fernando Pérez Bustamante hizo un agudo análisis en este post.
8.- Resulta ilustrativo, para discernir la situación actual, más allá de estos ejemplos concretos, relacionar el desafecto hodierno por la ley moral, la proclamación de un nuevo paradigma no propiamente católico, y las aproximaciones al ethos del siglo.
En esta serie de Inconveniencias eclesiales, dimos cuenta de algunos intentos concretos de acercamiento de la mente eclesial a la axiología posmoderna; en aquella ocasión, a raíz de la ecoproyección terrenalista que comentamos aquí. También se han dado, como apuntes de cambio de la forma mentis, declaraciones que, basándose en los principios de Amoris laetitia, relativizan la doctrina sobre la anticoncepción de la Humanae vitae. En general, se van dando aproximaciones institucionales.
9.- Los “valores eclesiales", de esta manera, parecen irse descatolizando, y desplazándose hacia los valores de la modernidad. Es un hecho que este desplazamiento se está volviendo paradigmático, lo cual fomentará la crisis y podría enquistarla.
Ilustrativa es la opinión, a este respecto, de Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales según podíamos leer en Infovaticana
Durante su intervención en la primera sesión del curso de verano “La pregunta de Dios en la universidad” de la Universidad Católica de Valencia, establece una cierta identidad entre el ethos católico y el ethos globalista, afirmando que «el empeño del Papa es erradicar la pobreza y el hambre en el mundo».
Y concluye: «por primera vez el magisterio del Papa, que responde al Evangelio, es paralelo al magisterio de las Naciones Unidas».
y 10.- Resulta significativo, por eso, que al mismo tiempo que, en general, se difunde el desafecto por la ley moral, considerada ya solamente mera norma no amable ni benéfica de por sí, se invoque una nueva forma mentis, cual nueva eclesiología empática con el estado mundial.
En el ambiente conceptual de esta crisis de fe que padece el catolicismo, del que podrían citarse numerosos ejemplos ilustrativos, todo apunta a una posmodernización.
Creemos, por eso, que es preciso y urgente corregir esta tendencia, y restaurar la razón católica devolviéndola al pensamiento clásico y tradicional católico, de forma que el rostro de la Iglesia no pierda identidad.
Nos parece urgente mostrar al mundo que la Casa del Dios vivo es, y será siempre, columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3, 15), y baluarte contra los delirios de este siglo, para que se cumpla la Escritura.
David Glez Alonso Gracián
9 comentarios
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A.G.:
No lo es. Es posmodernidad.
Todos los blogs de InfoCatólica se entienden, aún los más eruditos dan confianza y certeza. Sin embargo esas declaraciones, entrevistas, etcétera, de algunos Monseñores, que intercala, por muy abierta una a dejarse convencer, pues... Como que no es eso que dicen. Me incomoda mucho el lenguaje que utilizan porque confunden. Para justificar y justificarse, dicen: La Iglesia es una madre no un tribunal. ¡Hala, ahí queda!. Manipulan. Una madre a veces tiene que juzgar, con amor, con responsabilidad, con ética, moral, para ayudar, enseñar. Sin frases publicitarias, ni consignas. A veces hay que ser muy firme. Madre es ser muchas cosas, para cuidar de la familia. No me extiendo.
Es que leo todo varias veces y me quedo triste. Usan palabritas misericordiosas, bondadosas, pero engañosas como los políticos.
3. la ley eterna: ínsita a los seres dotados de razón “del creador”
4. los derechos de Cristo sean los primeros en ser reconocidos.
5. pastores ponen en duda y promueven anomia
Esta secuencia de fabulosa de Don Alonso me han impactado. Tanto que coinciden con el arreglo de los guardias y los sumo sacerdotes Mateo 28: “Ellos, (..), llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: «Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. (...)nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros».
La mentira en primer lugar y justificarse. Esto engendra un arreglo sin ninguna razón: ser testigos dormidos de que discípulos se llevan el cuerpo, pero ellos aun están dormidos?. Toda la mentira para poner en dura “el Derecho de Cristo resucitar”. Pero sabiendo que los guardias luego los incriminaran en su propia mentira (porque el demonio te susurra la mentira y te hace caer para luego acusarte), el objetivo de fondo es poner en duda todo el acontecimiento.
Visto así: comienza sembrando un cuento ambiguo que genere duda, que y mas tarde genere discordia.
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Solo hay que estar alerta, y pedir luz al dueño de ella..
Me siento en la obligación de quejarme por todos los que serán perjudicados con estas perversas ingenierías eclesiales que están llevando a cabo.
Llevo 75 años de vida en la Iglesia. Si no fuera porque, a día de hoy y ha pesar de todo, tengo más fe que nunca gracias a Dios, sería como para demandarlos. Si me hubieran dicho desde la adolescencia lo que dicen ahora que es bueno y correcto delante de Dios, mi vida hubiera sido mucho menos sacrificada. No me importa porque, lo hecho pensando en que era mandamiento de Dios, lo doy por bien, lo mismo que ayunar o cualquier método de ascetismo. Pero me habría ahorrado mucha inquietud y pena de sentirme insegura delante del Señor por cosas que no tenían importancia según estos lumbreras. Me casé con 20 años y mi marido dos más, en lugar de tantos desvelos, abstinencias, dudas, rebeldías mentales ante las exigencias evangélicas, si resulta que todo eran malentendidos de los mandamientos, que Dios los perdone, porque nos han hecho la gran novatada.
Dicho esto, sobre todo por los que no aguantaron y perdieron la fe etcétera. Lo que quiero compartir es que creo con un gran convencimiento interior, que lo anterior es verdadero, que viviéndolo con ayuda del Señor, su gracia y su perdón, es una vida buena, interesante, y plena de relación con Dios que nos lleva ser menos egoístas, más civilizados y más felices. Y que lo de ahora desacraliza todo, malcría a los humanos, perderemos mucho muy necesario e importante para una realización por encima de las bajezas del ateísmo...
Me gustaría decírselo a quienes están orquestando este desacierto.
Doy gracias a Dios por cuidarnos tan sabiamente, por estar vivo entre nosotros atendiendo nuestras necesidades, de hacernos sentir y saber que estará con nosotros siempre.
la anulación de miremos el resultado de el plan orquestado por los ansíanos y sacerdotes al momento de la resurrección:
tiene frutos en la mente humana y la que hace eco hoy es Maria la Magdalena. juan 20:11
«Mujer, ¿por qué lloras?».«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». (su mente esta turbada sin fe y discierne haciendo repeticion de lo que dicen los guardias dormidos en complto con sacerdotes y ancianos)
"Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús". (el discernimiento subjetivo inducido por la confcion y la ambiguedad que siembra dudas por parte del susurrador - ancianos y sacerdotes- no solo le da la espalda al Maestro sino que no lo reconoce)
"Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré»" (en esta 3ra face no solo no lo reconoce sino que lo hace reprocha que se lo llevo?)
la cosa a la tercera al ponerce grave, Jesus la llama por su nombre para que regrese a la verdad revelada por EL mismo.
el conflicto del discernimiento horisontal, anula la revelacion existente real vivida, anula la capacidad de entrar en sintonia con el resucitado, y al final no solo darle la espalda sino reprocharle, luchar contra Dios mismo. pero ell aacuta encausada por el embaucador.
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