7.03.11

Entre la luz y la tiniebla -¿Por qué duele tanto la Verdad?

El espacio espiritual que existe entre lo que se ve y lo que no se ve, entre la luz que ilumina nuestro paso y aquello que es oscuro y no nos deja ver el fin del camino, existe un espacio que ora nos conduce a la luz ora a la tiniebla. Según, entonces, manifestemos nuestra querencia a la fe o al mundo, tal espacio se ensanchará hacia uno u otro lado de nuestro ordinario devenir. Por eso en tal espacio, entre la luz y la tiniebla, podemos ser de Dios o del mundo.

¿Por qué duele tanto la Verdad?

Con agradecimiento, porque percibimos la felicidad a que estamos llamados, hemos aprendido que las criaturas todas han sido sacadas de la nada por Dios y para Dios: las racionales, los hombres, aunque con tanta frecuencia perdamos la razón; y las irracionales, las que corretean por la superficie de la tierra, o habitan en las entrañas del mundo, o cruzan el azul del cielo, algunas hasta mirar de hito en hito al sol. Pero, en medio de esta maravillosa variedad, sólo nosotros, los hombres —no hablo aquí de los ángeles— nos unimos al Creador por el ejercicio de nuestra libertad: podemos rendir o negar al Señor la gloria que le corresponde como Autor de todo lo que existe”.

Escribió, en Amigos de Dios (24), san Josemaría el texto aquí traído. No es poco lo que dice porque, en realidad, es el centro de lo que, en muchas ocasiones, se lleva a colación para hacer de menos a la Verdad.

La verdad, Verdad suprema es que Dios existe. Tiene, además, una Ley que sus criaturas (creación Suya es todo) tienen que cumplir pero que, a veces, no es excesivamente comprensiva con los devenires del mundo.

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6.03.11

La palabra del Domingo - 6 de marzo de 2009 - Lo que corresponde según la fe

Biblia

Mt 7, 21-27. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.

1 «No todo el que me diga: “Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. 22 Muchos me dirán aquel Día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “¡Jamás os conocí; = apartaos de mí, agentes de iniquidad!” = 24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»

COMENTARIO

Saber lo que corresponde según la fe

Muchas veces nos las prometemos felices al pensar que hemos cumplido con la voluntad de Dios y que eso mismo será suficiente para llevar una vida espiritual correcta.

Como suele ser habitual Jesús nos sorprende. No dice lo que esperamos que diga que sería, por ejemplo: “Habéis hecho muy bien en hacer así esto o lo otro y merecéis una vida eterna bien ganada”. Eso sería trasladar nuestra voluntad a la expresión del Hijo de Dios.

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5.03.11

Vírgenes, advocaciones – Majarí Calí (Virgen gitana) de Torrent (Valencia, España)

Majarí Calí

Ha llegado el momento de terminar la serie que, sobre las diversas advocaciones que en el mundo existen de la Virgen María (al menos, unas pocas de ellas) he estado escribiendo desde el 10 de julio del pasado año 2010.

No quería terminar la misma sin dedicar un último artículo (a parte del de despedida que será la semana que viene si Dios quiere) a la Virgen Gitana, la “Majarí Calí” (la Virgen Gitana) y en concreto a la imagen que hay en el Colegio Madre Petra de Torrent, en Valencia (España). Además, ya anuncié tal intención en el artículo sobre la Virgen de Fátima del 24 de julio de 2010.

Alguien puede preguntarse la razón de tal cosa. Pues resulta sencilla aunque de imposible conocimiento para quien no lo sepa.

El caso es que yo vivo muy cerca de tal colegio y muchas veces paso delante de la imagen (obra del escultor valenciano José Luis Vicent) que fue dedicada al culto en 1978 y que la Madre Gertrudis Rol, alma Mater del “Madre Petra”, convino en que ahí se debía colocar para gozo de quien por allí pase o, como es a veces el caso, vaya a verla ex profeso.

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4.03.11

Eppur si muove ¿Valen ciertas ovejas menos que los pastores?

Ciertamente, en todos los rebaños hay eso que se da en llamar “ovejas negras” que son aquellas que desafían a las demás en algún tipo de conducta y, más o menos, van a la suya poniendo en peligro, en ocasiones, al mismo rebaño que las acoge.

En la Iglesia católica pasa algo por el estilo: determinados miembros de la grey de Dios no gustan de sus pastores y, en cuanto pueden, les endiñan una patada con la pata mala que siempre utiliza toda oveja para defenderse o, si es posible, le escupen cuando a su lado pasa algún conductor del rebaño.

Y algo así ha pasado, por ejemplo, con la reelección del cardenal de Madrid para ocupar el oficio de Presidente de la Conferencia Episcopal Española que, por mucho que muchos digan sobre la inutilidad de tal organismo eclesial, lo cierto y verdadero es que hace su función y que no es, por decirlo pronto, nada inútil ni alejado del pueblo.

Y digo que ha pasado cuando, en verdad, es que está pasando.

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3.03.11

Entre la luz y la tiniebla - El pan nuestro de cada día

El espacio espiritual que existe entre lo que se ve y lo que no se ve, entre la luz que ilumina nuestro paso y aquello que es oscuro y no nos deja ver el fin del camino, existe un espacio que ora nos conduce a la luz ora a la tiniebla. Según, entonces, manifestemos nuestra querencia a la fe o al mundo, tal espacio se ensanchará hacia uno u otro lado de nuestro ordinario devenir. Por eso en tal espacio, entre la luz y la tiniebla, podemos ser de Dios o del mundo.

El pan nuestro de cada día

Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal” (Mt 6, 9-13).

Los discípulos le pidieron al Maestro que les enseñara a orar porque comprendían que su forma de hacerlo distaba mucho de la que gozaba Jesús. Siempre se entregaba a la oración de forma intensa y reconocían, en ella, un verdadero contacto con Dios.

Y les dijo, entre otras cosas, que pidieran el pan. De cada día el pan que necesitaban les enseñó a pedir, a través de Él mismo, intercesor directo entre Dios, su Padre, y los que tal voluntad expresaban.

El caso es que el “pan” que pedimos es uno que lo es comprensivo de muchos “panes” que necesitamos a diario. Siendo que, así, cada día el pedirlo nos facilita el encuentro con nuestro Creador al que nos dirigimos para que, en efecto, cada día nos lo dé.

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2.03.11

Ad pedem litterae - Hermanos en la red - Jorge Loring, S.I.

Al pie de la letra es, digamos, una forma, de seguir lo que alguien dice sin desviarse ni siquiera un ápice.

En “Ad pedem litterae - Hermanos en la red” van a ser reproducidos artículos de católicos que hacen su labor en la red de redes y que suponen, por eso mismo, un encarar la creencia en Dios (y sus consecuencias) en un sentido claro y bien definido.

Ad pedem litterae - Jorge Loring, S.I.

Jorge Loring

Saber ser padres

En este artículo, el P. Jorge Loring, SI. nos ofrece su visión acerca de lo que supone ser padres con relación a la educación de los hijos. Y lo hace con su característica forma de pensar y de decir las cosas.

Educar a sus hijos es lo más importante para los padres. Y para educar, lo más importante es el amor.

Educar es amar. Sin amor no se educa. Se educa amando a los hijos, y enseñándoles a que amen al prójimo. El amor al prójimo se muestra en la servicialidad. Y en la servicialidad está la felicidad, es decir, con toda claridad católica.

Escribió Rabindranath Tagore:
Dormía, y soñaba que la vida era alegría.
Me desperté, y vi que la vida era servicio.
Serví, y en el servicio encontré la alegría
”.

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1.03.11

Entre la luz y la tiniebla - La imposible discusión sobre el valor de la vida

El espacio espiritual que existe entre lo que se ve y lo que no se ve, entre la luz que ilumina nuestro paso y aquello que es oscuro y no nos deja ver el fin del camino, existe un espacio que ora nos conduce a la luz ora a la tiniebla. Según, entonces, manifestemos nuestra querencia a la fe o al mundo, tal espacio se ensanchará hacia uno u otro lado de nuestro ordinario devenir. Por eso en tal espacio, entre la luz y la tiniebla, podemos ser de Dios o del mundo.

La imposible discusión sobre el valor de la vida

En un momento muy difícil de su vida física, Jesucristo dijo, refiriéndose a los que le estaban dando muerte de cruz “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Así lo recoge el médico evangelista Lucas en el versículo 34 del capítulo 23 de su evangelio.

Sentía, Cristo, que tenía que cumplir con la voluntad de Dios que no era, como podría pensarse, que su Hijo muriera de aquella muerte infamante sino que perdonara y mostrara misericordia. Así, además, nos ganó la salvación.

Existe un tema acerca del cual existe la tentación de discutir. Y no es que la discusión, en general, sea mala recomendación ni que se deba impedir desde una posición católica. El caso es que, sin embargo, sobre el valor de la vida no debería intentarse un consenso.

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28.02.11

Entre la luz y la tiniebla - Mirarse en Cristo

El espacio espiritual que existe entre lo que se ve y lo que no se ve, entre la luz que ilumina nuestro paso y aquello que es oscuro y no nos deja ver el fin del camino, existe un espacio que ora nos conduce a la luz ora a la tiniebla. Según, entonces, manifestemos nuestra querencia a la fe o al mundo, tal espacio se ensanchará hacia uno u otro lado de nuestro ordinario devenir. Por eso en tal espacio, entre la luz y la tiniebla, podemos ser de Dios o del mundo.

Mirarse en Cristo

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 4, 48). Esto lo dice Jesucristo en el contexto del Sermón del Monte. Gran momento para el espíritu saber y reconocer lo que importa para un hijo de Dios y un discípulo del Emmanuel.

Se pregunta S. Agustín, al respecto “¿Qué es lo que se nos ha prometido?”, para responderse que ‘Seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es’. La lengua ha expresado lo que ha podido; lo restante ha de ser meditado en el corazón. En comparación de aquel que es, ¿qué pudo decir el mismo Juan? ¿Y qué podremos decir nosotros, que tan lejos estamos de igualar sus méritos?”.

Pero, al igual que para disfrutar del reino de Dios, que es Cristo, no tenemos que esperar mas que a aceptarlo en nuestra vida, la semejanza que predica san Juan en su Primera Epístola y que hace expresar a S. Agustín (Sermón 305-A), al respecto de quién es a quien seremos semejantes, que “Sin duda alguna, semejantes a aquel de quien somos hijos”, es decir, a Dios, ha de ir referida, también, al mismo Cristo que es, no obstante, el Creador hecho hombre y que no puede, por tanto, ser Otro distinto del Padre.

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27.02.11

La palabra del Domingo - 27 de febrero de 2011 - Los afanes del ahora mismo

biblia

Mt 6, 24-34. No os agobiéis por el mañana.

24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. 25 «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? 27 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? 28 Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.29 Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. 30 Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? 31 No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? 32 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. 33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. 34 Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

COMENTARIO

Los afanes del ahora mismo

El mensaje de Jesucristo es bastante claro, viene que ni pintado para los tiempos que corren y no podemos olvidar de ninguna de las maneras: no se puede servir a Dios y al dinero. Esto es como decir que a Dios hay que darle lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Así nos quiere decir que tenemos que hacer una elección y que la misma ha de tener un sentido claro y bien definido: o servimos a Dios o servimos al dinero. Y eso implica que o bien pensamos en el prójimo y entregamos nuestra existencia a su defensa y servicio o bien hacemos lo contrario y actuamos de forma egoísta pensando, en exclusiva, en lo nuestro y en nuestros intereses.

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26.02.11

Vírgenes, advocaciones – Virgen María de Medjugorje (Bosnia-Herzegovina)

Virgen María de Medjugorje

Ivanka Ivankovic, Mirjana Dragicevic, Vicka Ivankovic, Ivan Dragicevic, Ivan Ivankovic y Milka Pavlovic, entonces niños (24 de junio de 1981) fueron testigos de la aparición de la Virgen María que tomó, como advocación, el nombre del lugar donde se produjeron y producen, las apariciones: Medjugorje.

La Virgen María les dijo “Soy la bienaventurada Virgen María“; también les pedía “Paz, paz, paz y sólo paz” a lo que precisó, en otra ocasión, que “¡La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre todos los pueblos!“.

Siguieron las apariciones y las tentaciones de muchos de sus vecinos para que desistieran de seguir en su actitud: la policía impedía a la gente que asistiera al lugar de las apariciones y hasta el mismo párroco de la zona no estaba muy seguro, dudaba, de las mismas.

Pero un día, entorno al 15 de enero de 1982, estando rezando el rosario también tuvo el gozo de ver a la Virgen María y exaltado, rompió a entonar un canto popular que decía “Oh, qué bella que eres, Santísima Virgen María” pasando a ser uno de los más fervientes de las apariciones de Medjugorje y acogiendo a los peregrinos que llegaban, por miles, a la zona.

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