4.04.11

Pues yo tampoco me ando con contemplaciones

Hay personas a las que, como se suele decir, les va la marcha y es que no aprenden ni con el paso de los años ni con el paso de las ideas. Anclados en el pasado hacen de su diarrea mental una ideología basurienta y, sobre todo, delicuencial cuando no exactamente delincuente.

Deseosos de la sangre que ya vertieron en aquel periodo nigérrimo de la historia de España del siglo XIX no son otros perros con los mismos collares sino que son los mismos perros con los mismos collares los que ladran en contra de la Iglesia católica y de lo que supone la misma en la perdida sociedad actual.

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3.04.11

El Domingo de la Palabra - 3 de abril de 2011 - Ciegos voluntarios

biblia

Jn 9, 1-41. Fue, se lavó, y volvió con vista.

1 Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento.2 Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?» 3 Respondió Jesús: «Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. 4 Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.»
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego 7 y le dijo: «Vete, lávate en la piscina de Siloé» (que quiere decir Enviado). El fue, se lavó y volvió ya viendo. 8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: «¿No es éste el que se sentaba para mendigar?» 9 Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le parece.» Pero él decía: «Soy yo.»

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2.04.11

Serie José María Iraburu- 1.- Caminos laicales de perfección

No quieras estar abandonado, aunque sólo sea en parte,
a los deseos cambiantes de tu corazón. No lo permitas

Caminos laicales de perfección (CLP)
José María Iraburu

Para empezar

Caminos laicales de perfección

Existe una rareza conveniente que el laico debe asumir: en un mundo mundano le es imprescindible ser “raro”, desapegarse de los atractivos del siglo y ser, así y verdaderamente, hijo de Dios.

Es bien cierto que el laico es libre y que, por eso mismo, tiene la gracia de poder decidir si sigue a Dios e imita, al menos, a Jesucristo o se aleja, definitiva y temporalmente, del Creador para llevar una vida ajena a la fe y a la creencia.

Sin embargo también es cierto que quien se siente hijo de Dios y quiere llevar una vida plena en cuanto a lo espiritual, no puede dejarse vencer por las mundanidades que le gritan, al oído, que lo mejor es que abandone lo que cree.

Ser laico, como he dicho arriba, consciente de que se es, supone una pesada carga porque el mundo no perdona comportamientos contrarios a sus indicaciones y motivaciones. Sin embargo, serlo de forma que se pueda decir que la unidad de vida rige el comportamiento del hijo de Dios es la mejor forma de demostrar que se es lo que se es y de decir sí donde es sí y no donde es no.

Por eso mismo las palabras que el Padre Iraburu ha ido dejando escritas y relativas a cómo debe hacer el laico muestran lo que bien podría ser llamado itinerario de vida que, de ser seguido por el laico, lo harán, con toda seguridad teniendo cuenta lo escrito por el apóstol de los gentiles en su primera epístola a los Corintios (7, 31) sobre que “la apariencia de este mundo pasa”.

En definitiva, ser laico en un mundo dominador de las pasiones como el que nos ha tocado vivir, requiere de una portentosa voluntad manifestadora de lo que supone ser hijo de Dios. Así, quien quiera que de él se pueda decir eso de “esta persona se nota que lee la vida de Jesucristo” (en frase de S. Josemaría) tendrá que, por fuerza, seguir unas pautas que, muy probablemente, le lleven a mantener relaciones dificultosas con el ambiente que le rodea porque, no podemos olvidar que, ante la pregunta “¿cuáles son las actitudes fundamentales de Cristo hacia el mundo?” (Que, por cierto, se hace el Padre Iraburu en “De Cristo o del mundo”) muchos laicos, fieles que dicen llamarse de la Esposa de Cristo, responden como si la cosa no fuera con ellos porque, en verdad y para su conveniencia, no es de su interés lo que el Hijo de Dios pudiera decirles.

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31.03.11

Entre la luz y la tiniebla - Setenta veces siete

Entre la luz y la tiniebla

El espacio espiritual que existe entre lo que se ve y lo que no se ve, entre la luz que ilumina nuestro paso y aquello que es oscuro y no nos deja ver el fin del camino, existe un espacio que ora nos conduce a la luz ora a la tiniebla. Según, entonces, manifestemos nuestra querencia a la fe o al mundo, tal espacio se ensanchará hacia uno u otro lado de nuestro ordinario devenir. Por eso en tal espacio, entre la luz y la tiniebla, podemos ser de Dios o del mundo.

Setenta veces siete

Pedro se acercó entonces y le dijo: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?’ - Dícele Jesús: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Seguramente Pedro, en este texto de san Mateo (18, 21-22) no se refería a su hermano Andrés cuando le preguntó a Jesús acerca del perdón y sobre la reiteración del mismo sino, seguramente, en general, a todo hermano en la fe.

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30.03.11

Ad pedem litterae - Hermanos en la red - P. Mario Ortega - ¿Progresista o conservador? Fiel a la Iglesia y se acabó

Ad pedem litterae - Hermanos en la red

Al pie de la letra es, digamos, una forma, de seguir lo que alguien dice sin desviarse ni siquiera un ápice.

En “Ad pedem litterae - Hermanos en la red” van a ser publicados aquellos artículos de católicos que hacen su labor en la red de redes y que suponen, por eso mismo, un encarar la creencia en un sentido claro y bien definido.

Ad pedem litterae - P. Mario Ortega

En el siguiente artículo, el Padre Mario Ortega, delinea la separación que existe entre los llamados progres y los llamados carcas dentro de la Iglesia católica. Llega, por cierto, a una conclusión que no deberíamos olvidar.

¿Progresista o conservador? Fiel a la Iglesia y se acabó

P. Mario Ortega

“Parece inevitable la reducción dicotómica que solemos hacer entre progresistas y conservadores. Sería discutible si en el ámbito de la política esta división tiene algún sentido o sirve para algo. Desde luego, no lo tiene – o no debe tenerlo – en la Iglesia.

Parece inevitable la reducción dicotómica que solemos hacer entre progresistas y conservadores. Sería discutible si en el ámbito de la política esta división tiene algún sentido o sirve para algo.

Desde luego, no lo tiene – o no debe tenerlo – en la Iglesia. Etiquetar al Papa, a un obispo, sacerdote, consagrado o laico de ‘progre’ o ‘carca’ según unos parámetros muy relativos y subjetivos, es algo tan ajeno al Evangelio como inútil y dañino.

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29.03.11

Sobre capillas y capullos (con perdón)

Don Luis Enrique Rodríguez-San Pedro, a la sazón Director del Centro de Historia Universitaria Alfonso IX tiene publicada una Historia de la Universidad en España en la que dice, nada más empezar, que ”Conviene advertir, de inicio, que la institución universitaria es hija de la Cristiandad europea medieval”. Es, por lo tanto, claramente, algo que se escribe para que nadie se lleve a engaño.

Abundando en el tema, dice Francesc Gómez Morales
que don Tello Téllez, entonces Obispo de Palencia dio “impulso definitivo a la institución educativa entre los años 1208 y 1214, preparándola para poder recibir la aprobación pontificia de Honorio III en 1221. De esta manera se convertía también en una de las primeras de Europa, después de Bolonia, París, Oxford y Montpellier”.

El mismo autor citado arriba aporta otro dato en el artículo titulado Cómo la Iglesia inventó las universidades y es que “El primer centro de Estudio General que recibió el permiso para expedir licencias (convirtiéndose por tanto en Universidad) fue la de Bolonia en 1158 y procedía de la anterior escuela eclesiástica. Ésta a su vez se originó como fusión de la escuela episcopal y la teológica del monasterio camaldulense de San Félix.”

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28.03.11

¡Los hay que no se enteran!

En su patético intento de enredar lo que pueden, los de siempre tratan de hacer de profetas cuando, en realidad, no son, en todo caso, sino falsos profetas y por sus frutos podridos los conocemos.

En El Plural deben creer que todas las personas padecemos el mismo grado de idiocia que demuestran en tal engendro internáutico y podemos tragar con según qué ruedas del molino que gira y gira llevando el agua pútrida hacia sus campos ideológicos.

A lo mejor, sin embargo, lo que quieren es hacer que veamos las cosas como no son y, de paso, enredar un poco, aunque a mí me parece que lo que pasa es que no se enteran de nada de lo que pasa en materia religiosa y eclesiástica y, simplemente, se dedican a llenar papeles para hacer ver como que trabajan.

Resulta que a los obispos de Madrid les ha dado por hablar o, mejor, por escribir y, como se hace siempre ante un proceso electoral, han dicho lo que creen que deben de decir al respecto de cómo debe entender el voto el creyente católico. No puede dilapidarlo, el tal votante, entregándose a los que, en verdad, no defienden valores católicos sino que despistan por la banda haciéndose el sueco cuando tendrían que decir y hacer algo más.

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27.03.11

La palabra del Domingo - 27 de marzo de 2011 - El Agua Viva

biblia

Jn 4, 5-42. Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.

5 Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta.7 Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber.» 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9 «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.»

11 Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 13 Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14 pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.»

15 Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.»16 El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17 Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, 18 porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.» 19 Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.»

21 Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.»

25 Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.» 26 Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando.» 27 En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?» o «¿Qué hablas con ella?»

28 La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente:

29 «Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» 30 Salieron de la ciudad e iban donde él. 31 Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come.» 32 Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.» 33 Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» 34 Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra. 35 ¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya 36 el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. 37 Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: 38 yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»

39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» 40 Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. 41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.»

COMENTARIO

El Agua Viva

Esperanza escatológica y, aún, presente, es el encuentro de Jesús con la samaritana de Sicar.

Esperanza escatológica en cuanto Jesús le habla del Agua Viva, Él mismo, que le dará la vida eterna si acepta beber de ella. Por eso es esperanza. También porque aquella mujer, que tantas veces se había casado había perdido, seguramente, la ilusión por la vida y el encuentro con aquel hombre que le pedía agua sabiendo que era de un pueblo que no se llevaba bien con el judío, suponía un más allá digno y vivo. Y lo reconoció como profeta porque sabía lo que encerraba su corazón y lo que había pasado en su vida. Y todo le pareció, entonces, bueno a la desconocida y la convirtió en apóstol. Fue a los suyos y le dijo que, probablemente, había encontrado (porque así lo reconoció) al Mesías porque le había dicho sobre su vida la verdad. Y así volvieron todos donde Jesús y se convirtieron a la Buena Noticia.

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26.03.11

Serie José María Iraburu - Presentación

Padre Irabubu

Entre los laicos católicos más fervientes se da hoy, sin
duda, una ruptura con el mundo tanto más enérgica cuanto
más corrompido se les muestra. Pero todavía en muchos,
permítaseme esta opinión, es esa ruptura muy insuficiente,
incluso entre los mejores: perdura en buena
medida una cierta complicidad con el mundo secular que
quizá en otras épocas fuera prudente y viable. Todavía
hoy el Éxodo es insuficiente.

(“Evangelio y utopia”. 3, Encarcelados en el mundo, pág 36)

Estoy más que seguro que esta serie va a ser algo sorprendente como lo es la persona objeto de la misma. También estoy seguro que ni siquiera tal persona se la espera pues ya he tenido la prudencia de no comunicarle nada por si acaso me convencía de no escribirla. Lo digo por lo del ser modesto de quien ha escrito tan magna obra espiritual objeto de mi humilde acercamiento.

Pero ahora, como suele decirse, “la suerte está echada”.

José María Iraburu es sacerdote diocesano de Pamplona. Pero como su ansia de predicación y transmisión de la Palabra de Dios es, por decirlo pronto, infinita, también es, por eso mismo, predicador y escritor además de doctor en Teología.

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25.03.11

Eppur si muove - ¿Vale la pena defender la vida?

Por decirlo pronto, Dios se hizo hombre mediando la Encarnación y a tras el fiat de aquella joven, María, que quiso ser fiel a Dios y, sin entender exactamente cómo tendría un hijo sin haber conocido (sexualmente, se entiende) a un hombre le dijo al Ángel del Señor que era la esclava de Dios y que se hiciera según le había dicho aquel enviado del Creador.

Anunciación

Después, pues, de la Anunciación de Gabriel a María se encarnó el Verbo “para salvarnos reconciliándonos con Dios: ‘Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados’ (1 Jn 4, 10).’El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo’ (1 Jn 4, 14). ‘El se manifestó para quitar los pecados’ (1 Jn 3, 5), según dice el Catecismo de la Iglesia Católica (457).

Y este misterio espiritual lo celebramos cada 25 de marzo por lo cual no es de extrañar que el mismo se celebre el Día de la Vida, pues fue la Vida misma la que vino a manifestarse entre nosotros.

“¿Vale la pena defender la vida?” es la pregunta que hacemos hoy en Eppur si muove porque parece que se trata de personas alejadas de la realidad las que pensamos que es importante decir un sí grande a la existencia humana y que entendemos que la misma abarca desde la concepción hasta la muerte natural.

Es así de sencillo y de fácil de entender: es vida desde que es vida y deja de ser vida desde que deje de serlo.

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