5.10.25

La Palabra del Domingo  - Domingo, 5 de octubre de 2025

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Lc 17, 5-10

5 Dijeron los apóstoles al Señor; ‘Auméntanos la fe.’ 6 El Señor dijo: ‘Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: “Arráncate y plántate en el mar", y os habría obedecido.’ 7 ‘¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’ 8 ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’ 9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? 10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.’”

COMENTARIO

Saber que somos siervos inútiles

Jesús había venido a enseñar. Y lo que tenía que enseñar era lo básico de la fe en Dios Todopoderoso y el respeto a la Ley del Creador.

Jesús, por tanto, sabía que debía transmitir una serie de verdades que, simplemente, se habían olvidado o se habían dejado escondidas debajo de muchos celemines.

Pero en algunas ocasiones eran los mismos que había elegido el Mesías quienes le preguntaban. Así, por ejemplo, en una ocasión, le pidieron que les enseñar a orar. Jesús, entonces, les enseñó el Padre Nuestro que, desde entonces, es la oración con la que los hijos de Dios se acercan a su Padre.

Ahora le piden, le ruegan, que les aumenten la fe. Es decir, ellos quieren estar más cerca de Dios pero como no saben cómo hacerlo. Por eso se dirigen a su Maestro porque saben que Él está muy cerca del Todopoderoso.

Jesús, para eso, parte de cómo son ellos, aquellos que le ruegan una cosa así.

El Maestro utiliza una palabra que, dicha como la dice, es verdaderamente terrible: “si”. Y es que tal “si”, condicional, supone que, para empezar, no cree que tengan mucha fe aquellos que eso le piden. Por eso utiliza tal palabra como diciendo que, de tener fe, ellos podrían decir a un sicómoro que se moviera del sitio en el que estaba plantado.

Misión Católica de Montreal Nuestra Señora de Guadalupe - Evangelio según  San Lucas 17,1-6. Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya  escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más

Es más, habla Jesús de un grano de mostaza. Es decir, que la fe debería ser, al menos, tan pequeña como un grano de mostaza que, como sabemos, no es muy grande.

Ellos, sin embargo, han de escuchar aquello con no poca vergüenza pero, a la vez, con ganas de aprender y comprender lo que les está diciendo el Hijo de Dios.

Pero este texto hay algo que es muy importante y que tiene que ver con la posición que cada uno de los hijos de Dios, que cada uno de los fieles católicos, tenemos: qué es lo que somos.

Nosotros somos siervos. Y eso, dicho así, puede parecer que es importante reconocerlo porque nos pone en la situación verdadera en la que estamos. Pero supone que debemos cumplir con lo que manda el Señor, nuestro Señor que es Dios mismo y ver el ejemplo que su Hijo Jesucristo vino al mundo a mostrar.

Pues bien, aquello que hacemos que está de acuerdo con la voluntad de Dios no ha de suponer mérito alguno (en el sentido de sentirlo con soberbia) para nosotros sino, en todo caso, la comprensión acerca de que es lo que debemos hacer, ni más ni menos.

Hemos hecho lo que debíamos hacer”. Pero Cristo sabe que muchas veces no hacemos lo que debemos hacer sino, justamente, lo contrario. Y nos insta a que sepamos comprender qué es lo que nos conviene que no es, precisamente, la demostración de una falta de fe que, por desgracia, tantas veces es evidente.

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren tener fe.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no admiten ser siervos inútiles.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a aumentar nuestra fe.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Dice Cristo que somos siervos inútiles. Seguramente nos baste con decir que somos más bien inútiles…

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.09.25

Amigo de Lolo – Lolo explicado por sus amigos

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

PRESENTACIÓN

Digamos que hay un grupo muy especial de “amigos” de Lolo que son los que llevan adelante la Fundación “Lolo” que, como podemos suponer, viene referida a todo lo relacionado con el Beato de Linares (Jaén, España) y que tiene su sede, precisamente, en tal ciudad de Jaén, a la sazón provincia de Andalucía, en España.

Pues bien, la misma facilita, para quien quiera, una “firma” que se puede poner al final de los correos electrónicos si es que el afán que lleva a quien eso quiera es hacer difusión de la vida e, incluso, “milagros", de un creyente como lo fue Lolo. Y es la que sigue:

“Yo soy Amigo de Lolo

Lolo, seglar, joven de Acción Católica, periodista y escritor cristiano, inválido total, y ciego, de profundo espíritu eucarístico y mariano, hijo amante de la Iglesia, alegre en el dolor, apóstol y consejero,… ¡Esa es su tarjeta de visita!”

Pues bien, podemos decir y sin temor a equivocarnos, que es difícil decir tanto en tan pocas palabras o, al menos, en tan no muchas palabras (si se puede decir así)

Empecemos por el principio porque se nos dice que Manuel Lozano Garrido era “seglar” lo que nos dice, de inmediato, que era, por decirlo así, un hombre “del siglo” y que, por tanto, no era sacerdote o religioso, así dicho, en general, entendiendo lo que eso quiere decir. Y es que, en efecto, nuestro Lolo estaba en el “mundo” pero de la forma especial como sabemos: sin poder moverse de su sillón de ruedas (como mucho a la cama donde trataría descansar…) pero, como también sabemos, la realidad de tal mundo la conocía a la perfección como bien muestra en los cientos de artículos que publicó en la prensa de su tiempo donde podemos decir que no había tema que se le resistiera.

Sí, seglar pero seglar de verdad, haciendo de su vida un ejemplo de entrega sin igual…

También se nos dice que era de Acción Católica porque, en efecto, fue un miembro muy destacada de tal organización religiosa, claro, católica. Y allí mostró un ánimo fuera de toda duda de tal forma que, incluso, le llevó a la cárcel en los tiempos tenebrosos que vivió España en los años 30 del siglo pasado. Total, podríamos decir, por ser católico y ejercer de serlo…

Periodista y escritor cristiano lo mostró y demostró en miles de páginas que han dado al mundo una visión maravillosa no sólo de su propia vida y existencia (tan sufrida ella…) sino, como decimos arriba, de todo lo que se movía a su alrededor y más lejos que su alrededor. Y es que, como tal, Lolo superó todos los problemas físicos que tenía para darse por entero a una profesión que si bien, a lo mejor, no era la suya (él tenía vocación de maestro y magisterio fue lo escogió para su vida truncada…) acabó siéndolo de una forma tan tremenda que causa pasmo darse cuenta de lo que es Lolo a tal respecto.

Y luego, seguramente, el origen de todo esto: su enfermedad, su “invalidez” total y su ceguera que, ¡miren ustedes las cosas que tiene Dios para sus mejores hijos!, para nada le impidió ser más que válido en muchísimos aspectos de su vida y verlo todo los con ojos del corazón.

Pero, claro, no podemos olvidar, además de lo dicho hasta ahora y que no es poco, que la vida espiritual de Manuel Lozano Garrido no fue poca cosa… Y es que, como aquí se nos dice, tenía un espíritu eucarístico y mariano (de amor a la Virgen María) que iba mucho más allá del común de los creyentes católicos que, por más que queramos… vamos, como que no nos sale amar tanto la Eucaristía y a la Madre de Dios como Lolo hizo a lo largo de su vida. Y qué decir, por otra parte, del amor a la Iglesia católica de la que formaba parte como una piedra bien viva. En fin… que bien podemos decir que Lolo, al completo, era un ser humano creyente muy especial y lleno de vida interior que bien dio a entender a lo largo de su vida.

Pero eso no es todo porque, a más a más: apóstol y consejero… En fin, como que Dios nada se reservó de bueno para el bueno de Lolo. ¿Cabe mejor tarjeta de visita?


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (130)

¡El inmenso Dios del Orbe, preocupándose por mí, u yo, que soy apenas algo más que una hormiga, presente y acariciado en su pensamiento!

……………………………

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

La Palabra del Domingo – Domingo, 28 de septiembre de 2025

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Lc 16, 19-31

19 ‘Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. 20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, 21 deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico… pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. 23 ‘Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Y, gritando, dijo: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.’ 25 Pero Abraham le dijo: ‘"Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. 26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros.’ 27 ‘Replicó: ‘Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento.’ 29 Díjole Abraham: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.’ 30 El dijo: ‘No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán.’ 31 Le contestó: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite.’”

COMENTARIO

Lázaro y Epulón como ejemplo

Este texto evangélico que escribió el médico San Lucas es muy conocido. En realidad, como suele suceder, ha sido leído muchas veces en la Santa Misa, ha sido escuchado otras tantas veces por aquellos hermanos en la fe que han acudido a ellas y, como es de esperar, muchas otras veces será leído y escuchado. Lo que puede pasar es que, a lo mejor, no es entendido del todo.

Aquí hay algo muy sencillo: hay un hombre rico y hay un hombre pobre, muy pobre. Y la Santa Biblia, como para dejar las cosas claras (y teniendo en cuenta la importancia que el pueblo judío da al nombre) al hombre rico ni siquiera le pone nombre. Y, teniendo en cuenta que es Cristo mismo quien da constancia de tal texto… podemos imaginar lo que quería decir con eso.

De todas formas, como el hombre quiere manejar datos palpables, se le ha dado el nombre de Epulón a tal rico porque el significado de tal palabra tiene que ver con el hombre que come mucho o disfruta comiendo y Cristo dice que era uno que todos los días daba espléndidas fiestas donde se hartaba de comer…

Pues bien, los paralelismos entre Epulón y Lázaro y nosotros mismos saltan a la vista. No obstante, Cristo no habla por hablar sino que hay que sacarle toda la punta que se pueda a sus palabras porque son santas, porque son Palabra de Dios.

En el mundo siempre ha habido Lázaros y Epulones. Es decir, la riqueza y la pobreza han existido siempre y, seguramente, seguirá existiendo. Hasta ahí nada que objetar porque, como se diría popularmente, es lo que hay. Es más, Jesús ya dijo que a los pobres siempre los tendríamos con nosotros. Y, para que haya pobres… tiene que haber ricos.

Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro - Wikipedia, la enciclopedia  libre

Bueno. Nosotros, que podemos ser de los unos o de los otros podemos situarnos, porque ya sabemos qué pasó entonces, en un lugar privilegiado (de cara al corazón de Dios). Es decir, que como esto lo hemos leído muchas veces y escuchado otras muchas veces no podemos llegar a ser tan de corazón duro como para no darnos cuenta de lo que quiere decir el Hijo de Dios: hay ricos (o, simplemente, más pudientes que otros más pobres; no sólo muy ricos sino, por decirlo pronto, de un nivel medio pero frente a los más necesitados) y hay pobres. Si somos de los primeros… ¿qué haremos?

El ejemplo lo tenemos más que puesto en primer lugar: Epulón fue al Infierno (sin medias tintas) mientras que Lázaro fue al Cielo. Pero ¿fue al Cielo sólo por ser pobre? No. Fue al Cielo porque supo soportar su pobreza y ponerse en manos de Dios. Y, por otra parte, ¿Epulón fue al Infierno por ser rico? No. Fue al Infierno por no saber ser rico y no favorecer con su riqueza a quien estaba ¡en el portal de su casa!

Pero eso podemos aplicárnoslo cada uno de nosotros. Si bien no tengamos tantos bienes como tenía Epulón, seguramente estaremos en una situación (de ser el caso, claro está; de eso se trata) mejor que otros muchos que, sabemos, están mucho peor que nosotros. Entonces… podemos hacer como hizo Epulón o hacer algo muy distinto: echar una mano, ver en el pobre a Cristo o, en fin, hacer como que creemos en lo que creemos.

El caso es que Jesús hasta nos avisa de algo terrible: ni siquiera aunque un muerto resucite se convencerán muchos de lo que, en verdad, les conviene: aplicar la ley del amor y de la misericordia. Y es que Cristo resucitó y aún hay quien no cree ni en el uno ni el otro.

Y así estamos: ciegos y más que torpes para con nuestra vida eterna; Epulones las más de las veces; Lázaros sólo en teoría.

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que abusan de sus egoísmos.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que se empeñan en no escuchar a Dios.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a escucharte.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

No deberíamos querer ser nunca como Epulón.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.09.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - Estamos sostenidos por el amor

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Estamos sostenidos por el amor

Lo que pueda haber de áspero en un destino de inutilidad, la fe y los sucesos de cada día nos los van iluminando con una antorcha de amor.” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días)

Como bien sabemos todos aquellos que seguimos de cerca al Beato Lolo en lo referido a lo que dejó escrito, hace lo propio con multitud de temas. Es decir, nuestro amigo no se ponía límite alguno a la hora de escribir de esto y de lo otro y si tenía que criticar algo lo hacía sin miedo alguno.

Pero, como es lógico imaginar, uno puede escribir de sí mismo al ser la persona que más conoce. Y Manuel Lozano Garrido hace eso en muchas ocasiones dejándonos textos como el que hoy hemos traído donde se retrata, según creemos nosotros, bastante bien en muy pocas palabras.

En este pasaje de su libro Dios habla todos los días, que fue el segundo libro y que publicó en 1962, nos dice algo que, si bien pudiera parecer que tiene carácter general, lo bien cierto es que apunta a sí mismo por lo que nos dice y deja dicho.

Aquí, el linarense universal habla acerca de “lo que pueda haber de áspero en un destino de inutilidad”…

Sobre esto debemos recordar el título de un capítulo de su primer libro, a saber, El sillón de ruedas. Y es que el que hace tres se titula, nada más y nada menos, que “Profesión, inválido”. Y es claro que se refiere a él mismo porque entonces o, mejor, veinte años antes (el libro fue publicado en 1961) bien diría él mismo de sí que era, eso, un inválido y, por extensión (aunque no compartamos para nada tal cosa ni tal consideración de la misma) un “inútil” que es a lo aquí se refiere Lolo.

Y es que no podemos dudar nada de que el destino sea áspero en una persona que tiene la consideración de inútil y que no debe ser fácil encontrarse, por ejemplo, en la situación por la que el de Linares pasaba entonces y, por cierto, muy cerca de quedarse ciego, a más a más…

Pero como suele habituar en lo que Manuel escribe, cuando hace eso acerca de algo que no pudiera considerarse buena cosa a continuación lo compensa con lo que sí es bueno. Y aquí también lo hace para bien de todos y no sólo de él mismo.

Esto lo decimos porque, tras ponernos sobre la pista de lo áspero que pueda tener la inutilidad aporta su granito de arena a la corrección de tal situación. Y es que tanto lo que creemos como lo que nos pasa pueden mejorar mucho el ser mismo de quien sufre.

No hay duda acerca de la importancia que aquí tiene la fe. Sostén, como es, la vida del creyente católico, tenerla es garantía de poder salir lo mejor posible de lo que, en sí mismo, ni es bueno no puede serlo. Y eso es lo que le pasa a Lolo porque, teniendo la fe que tiene él, pude oponerle la fuerza de la misma a su situación física que no es, como sabemos, nada buena, digamos, como poco… La fe, por tanto, es puramente salvadora en sí misma porque encierra una semilla de esperanza que es irrompible si la misma está arraigada en el corazón. Y eso, en el caso del Beato Lolo es claro que se cumplía.

Pero luego está lo otro. Y lo otro son esos “sucesos de cada día” que van iluminando el camino de vida por muy duro que sea. Y es que el auxilio y la ayuda del prójimo, el amor mostrado hacia quien puede considerarse un “inútil” (aunque no lo sea de ninguna de las maneras pues bien sabemos lo útil que fue y es Lolo para tantos amigos suyos) compensan en mucho las piedras del camino.

Y es que, claro, el destino puede ser de inutilidad pero no es menos cierto que la misma puede vestirse de cierto terciopelo del alma; de amor, vamos. Y, además, que como antorcha, nos ilumina el camino. 

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (129)

Alma, ¿quién eres?

La simiente de una hermosa esperanza

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

21.09.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 21 de septiembre de 2025

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Lc 16, 1-13

1 Decía también a sus discípulos: ‘Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; 2 le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando.’ 3 Se dijo a sí mismo el administrador: ‘¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas.’ 5 ‘Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’ 6 Respondió: ‘Cien medidas de aceite.’ Él le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.’ 7 Después dijo a otro: ‘Tú, ¿cuánto debes?’ Contestó: ‘Cien cargas de trigo. ‘Dícele: ‘Toma tu recibo y escribe ochenta.’ 8 ‘El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz. 9 ‘Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. 10 El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho. 11 Si, pues, no fuisteis fieles en el Dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? 13 ‘Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.”

COMENTARIO

Saber a quién debemos servir

El Hijo de Dios sabe muy bien que su misión, aquella que consiste en evangelizar y predicar la Buena Noticia acerca de la llegada el mundo del Reino de Dios, no ha de ser fácil.

Conoce muy bien Jesucristo el corazón de muchos de aquellos que se le han entregado para que salve. Por eso habla en parábolas. Y es que la forma más directa de ser entendido y, en fin, de enseñar. Y eso hace muchas veces. Ahora también.

El caso de aquel trabajador era el propio de un pillo que quiere salvarse a costa de lo que sea. Y si lo que es el menoscabar los bienes a los que tiene derecho su señor pues le da exactamente igual. Quiere salvar su pellejo y a para eso pone todo su coraje e imaginación en tal empeño. Y suponemos que lo consigue porque su antiguo señor se da cuenta alaba aquella situación diciéndose que, a lo mejor, era mejor cobrar algo de lo que se le decía que no cobrar nada.

Sin embargo, por muy importante que sea la lección que podamos sacar de este caso particular, aquí hay dos cosas que Jesucristo nos dice que debemos tener muy en cuenta.

Debemos saber que se nos ha de tener en cuenta todo aquello que hacemos. Es decir, el Tribunal de Dios sabrá más que bien todo lo que hacemos. Incluso lo poco que puede ser, incluso, insignificante, resulta ser de gran importancia. Y eso no lo debería olvidar nunca quien se sabe y reconoce Hijo de Dios.

Debemos, por tanto, ser fieles en lo poco, en lo pequeño. Y es que todo tiene su importancia e incluso aquello que pudiera parecernos que no la tiene (los pequeños pecadillos que dejamos pasar, por ejemplo) la tiene, vaya si la tiene. Y es que todo en nuestra vida tiene reflejo en el más allá…

Hay, sin embargo, algo que es muy importante.

Sabemos, por el Primer Mandamiento de la Ley de Dios (¡El primero!) que a Dios lo debemos tener, ser para nosotros, como el primero de entre nuestra realidad. Es decir, nada hay más importante que nuestro Creador. Y por eso su Hijo nos dice que no podemos servirlo a Él… y a otro.

Decir esto pudiera dar la impresión de que se nos está diciendo que no debemos tener en cuenta a nadie más que a Dios. Y eso es verdad pero también no lo es.

A Dios, sí lo debemos poner por encima de todo. Pero eso no quiere decir que ya no tengamos en cuenta a nadie de aquellos que nos rodean. No. Dios nos ha puesto a muchos a nuestro alrededor e, incluso, lejos, para que sí los tengamos en cuenta. Y, sin embargo, encima de todo eso, de todas nuestras cosas y realidades, ha de ser el Todopoderoso quien reine sobre lo nuestro, sobre todo lo nuestro.

No podemos, por tanto, servir a Dios y al dinero. Eso nos lo dice Cristo para que no pongamos nuestro corazón en aquello que no importa sino, al contrario, en Quien importa, en el Único que debe importarnos.

PRECES

Pidamos a Dios por aquellos que no atienden a los consejos de Jesucristo.

Roguemos a Dios.

Pidamos a Dios por aquellos que no sean capaces de dejar de servir al dinero.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; gracias por darnos a entender con mucha claridad que eres Quien, verdaderamente, nos importa.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

¿Somos justos con Aquel que todo nos lo perdona?

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

15.09.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Aunque no queramos, Dios está

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Aunque no queramos, Dios está

Aunque se rodeara tu corazón con la muralla china, allí en lo más hondo, se encontraría también la profunda mirada de Dios.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, n.º 784)

Ciertamente, el título de esto que estamos escribiendo es bastante duro porque supone una forma de hacer las cosas que no es demasiado conveniente. Y es que decimos que es posible que queramos que Dios no esté…

Es verdad que para un ateo Dios, simplemente, no está. Pero aquí no hablamos de tal tipo de personas sino de aquellas que, creyendo, pueden tener la intención de que su Creador no aparezca en su vida desdiciendo, así, de lo que dicen aceptar como bueno y verdadero.

Lolo, como es de imaginar, sabía muy bien que había tal tipo de personas, a saber, las que prefieren que el Todopoderoso no aparezca mucho por sus vidas. Y lo que hacen es, precisamente, colocar en su corazón algo así como una muralla china…

La muralla china es, como cualquiera sabe, una construcción muy sólida que, por decirlo así, no deja pasar nada a su través aunque, ciertamente, pueda recorrerse por su superficie como hacen miles de turistas todos los días. Pero lo que se dice a su través, atravesarla sin más ni más… como que no.

Así podemos imaginar a la persona que hace eso con su corazón porque pretende que Dios no esté dentro de él aunque, ciertamente, eso es imposible porque somos templo del Espíritu Santo y una vez ahí infundido está para siempre. Lo que pasa es que la muralla de la que nos habla el Beato de Linares (Jaén, España) tiene mucho de espiritual y menos de física y ahí está el meollo de todo esto.

Rodear el corazón con algo así como una muralla china es pretender asegurar que Dios, que está dentro del mismo como hemos dicho arriba, no salga fuera. Y eso ha de suponer que no vamos a llevar a la práctica todo lo que, de buena fe, entrega el Creador a cada uno de sus hijos. Entonces, ni lo vamos a amar a él sobre todo y tampoco vamos a amar al prójimo como a nosotros mismos sino, en todo caso y por eso, sólo a nosotros mismos.

Rodear el corazón de tal forma puede ser una pretensión, creemos, legítima porque para eso es el nuestro… Sin embargo, toda obra de Dios es, en primer lugar, de Dios mismo y luego, de quien sera la tal obra. Por eso no tiene sentido alguno hacer como lo que nos dice el linarense universal a hacer eso con nuestro corazón con no santas intenciones.

Rodear el corazón de una forma tan dura y de piedra (haciéndolo así) quiere garantizarnos una existencia tan sólo sustentada con nuestra sola voluntad y sin atender a la de Dios. Y eso ni puede ser bueno ni lo es porque ya sabemos a qué conduce tal forma de actuar.

Y, sin embargo, Dios es bastante “tozudo” y nunca nos deja por mucho que nosotros pretendamos hacer lo contrario. Y es que su Amor no tiene límite y nunca nos abandona por mucho que nosotros queramos que eso sea así construyendo esa muralla china de la que nos habla el linarense universal.

En realidad, es Dios quien está ahí, aunque sea en “lo más hondo” porque es donde puede encontrarse en el caso de aquel hijo suyo que no quiera que esté ahí por mucho que sepa que sí está. Y por eso ignora su presencia y nada de lo que ha de tener por bueno y mejor se tiene por bueno y mejor.

De todas formas, habla Lolo de que “aunque se rodeara” el corazón con tal muralla dura de traspasar. Eso quiere decir que es posible que nosotros no queramos que tal obstáculo al Amor de Dios sea ahí puesto por nosotros. Y es que Manuel Lozano Garrido, verdaderamente, quería lo mejor para todos sus hermanos.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (128)

¿Por qué habrá querido Dios plantar en este barro mío una semilla de tanta grandeza?

……………………………

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.09.25

El Domingo de la Palabra – Domingo, 14 de septiembre de 2025

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Jn 3, 13-17

13 Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.17 porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

MEDITACIÓN

Jesús continúa su conversación con su discípulo secreto Nicodemo porque sabe que es muy importante que aquellos que son considerados sabios entre los suyos conozcan la verdadera doctrina de Dios y su Santa Ley.

1. En el capítulo 21 de Números, concretamente entre sus versículos 8 al 9, se narra el hecho que es causa de que Jesús explique a Nicodemo. Dios encomendó a Moisés la labor de hacer una serpiente para que, el levantarla, fuera mirada por los que podían resultar afectados por enfermedad y, así, ser curados y, en cierto modo, salvados. Y dijo Yahveh a Moisés hazte un Abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivirá.» Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida, pues, según dice este texto del Antiguo Testamento, Dios, viendo la falta de fe que tenía su pueblo, le envió serpientes para someterles a una prueba.

Cabe pensar que el Mesías se refiere, con su levantamiento, por una parte, a la parte física de su Pasión, levantado en la cruz, pero, sobre todo, entendemos, a la parte espiritual: Jesús asciende a los cielos. Así, con esto, el que cree, aunque sea con aquella terrible prueba y con este gozoso hecho (la ascensión) y necesitado, como siempre, de pruebas de esa divinidad, podrá salvarse, alcanzará la vida eterna. Pero era necesario éste, y así se lo indica a Nicodemo para que entienda.

Parroquia La Visitación - Del Evangelio según san Juan 3,16-21 Porque tanto  amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en  él no perezca,

2. Traemos a colación, ahora, una expresión que se utiliza de una forma no del todo adecuada. Se suele decir que en el justo medio está la virtud. Sin embargo, la frase completa es que ahí está la virtud, en el justo medio, si los extremos son malos. Y Dios amó tanto al hombre, hasta el extremo, que entregó a su único hijo, como dice Juan en esta parte de su Evangelio. Es decir, que en este caso, el extremo era mejor que el justo medio, que hubiera una entrega sometida a la pura conveniencia. Y es que para Dios todo es posible, hasta esto.

3. El caso es que, como sabemos, Jesús fue levantado y, así, se cumplió la profecía hecha a Nicodemo en aquel día de conversación y transmisión de la Palabra de Dios. Aquel hombre que, seguramente, entendía a Cristo hasta cierto límite y cierto punto debió comprender que Quien le hablaba era, en efecto, el Hijo del Todopoderoso a quien el pueblo judío llevaba muchos siglos esperando.

4. La muerte, profetizada aquí mismo por su protagonista, tenía un objetivo bien determinado en el corazón y la voluntad de Dios. No sería, digamos, como un acontecimiento que se produciría sin consecuencias sino que, desde toda la eternidad, estaba previsto que sería crucial para la salvación de la humanidad toda pero, en concreto, de cada hijo de Dios que creyera en Cristo.

5. Creer en el Mesías es, desde entonces, algo más que la manifestación de la seguridad de que vendrá por parte del pueblo elegido por Dios. Es, digamos, y supone, que la vida eterna, aquella que nos ha preparado el Padre, está al alcance de quien, conociendo a Su Hijo, manifiesta que le tiene confianza, que cree en lo que hizo y dijo y que, en definitiva, se considera discípulo suyo. Así llegó la salvación, por ejemplo, a la casa de Zaqueo y a la de tantos otros que, a lo largo de los siglos se han encontrado con Cristo, verdadera misión del ser humano creado por el Todopoderoso.

6. Aquello, pues, que está más allá de la muerte y que llamamos escatológico, se cierne sobre los corazones de los fieles discípulos de Cristo. Aquel que fue subido en la cruz hacia arriba y, luego, resucitó de entre los muertos para subir al cielo y sentarse a la derecha del Padre, nos ganó la vida eterna. Y eso, visto desde este mundo tan pequeño y perecedero, donde la polilla todo lo corroe y donde hay ladrones de almas que las pierden para siempre, es garantía de salvación. Es más, Cristo, Él mismo, es tal garantía y, por eso mismo, se comprende que su misión no fuera, como dice este texto evangélico, juzgar al mundo (eso llegará cuando regrese, en su Parusía) sino procurar que se salvara a través, precisamente, de aquella subida hacia Dios Padre Espíritu Santo.

7. Por eso el mundo se salva por Él. Es más, se salva a través del Señor Jesucristo, Mesías y Enviado de Dios. Es porque Cristo moriría en la cruz, que es lo que le quiere decir ahora a Nicodemo, por lo que cada uno de nosotros podemos tener acceso, tras nuestra muerte, a una vida mejor, plena, bienaventurada. Y es por eso mismo, por causa de aquellos clavos que fijaron los santos miembros de Jesús a los maderos, también santos (santificados con y por su sangre) es por lo que anhelamos el más allá. No, sin duda alguna, por querer partir hacia él sin meditación de lo que eso significa y de forma alocada sino que, cuando Dios quiera que eso sea, seamos conscientes de qué es lo que eso supone. No es, el cielo, el infierno o el purgatorio una realidad propia de imaginativas mentes creyentes sino una realidad que ha salido de la boca de Cristo y, por tanto, garantía absoluta de su existencia.

8. Jesús habla con Nicodemo que es lo mismo que si lo hiciera con nosotros, ahora mismo, aquí, en diálogo con sus hermanos los hombres. Eso, por tanto, debería hacernos caer en la cuenta que el Hijo de Dios no habla por hablar sino porque quiere, necesita y está obligado a decirlo, que sepamos lo que nos conviene saber. Y lo hace porque Él, Él mismo, quiere encontrarnos en el Cielo, allí donde está sentado a la derecha de Dios Padre Espíritu Santo.

PRECES

Pidamos a Dios para que:

  • Queramos acercarnos a Dios a través de su único Hijo.

  • Veamos, en nuestra vida, como podemos alcanzar la vida eterna.

  • Sepamos aborrecer el mal y buscar el bien.

  • Veamos, en la vida de Cristo, un ejemplo para conocer, mejor, a Dios.

  • No tomemos en cuenta las tinieblas que nos rodean cada día de nuestra vida.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios, te rogamos que, en nuestro caminar en esta vida que nos has regalado, seamos capaces de ver la luz y evitar, con nuestras propias limitaciones, las tentaciones que quieren llevarnos a la noche y la tiniebla.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Dios entregó a Cristo por nosotros… ¡Por nosotros!

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

8.09.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Ser deslumbrados por Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Ser deslumbrados por Dios

Hay muchas cosas que no veo y otras que tampoco entiendo, pero una simple verdad de Dios me llena y me deslumbra” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, 14)

Lo mismo que hay personas que puedan creer que los santos son creyentes que, por virtud, no mamaban del pecho de su madre, las puede haber que tengan por bueno y verdadero que, eso, los santos todo lo saben, todo lo conocen y, en fin, que en ellos no hay fallo alguno.

En realidad, no hay más que leer este texto del Beato Lolo para darse cuenta de que la cosa no va por ahí como, por lógica, debemos entender.

Conocerse a uno mismo viene la mar de bien para luego, por ejemplo, al escribir, se note que eso es así y se sepa que, quien así escribe es que lo hace con total franqueza. Y eso le pasa a Manuel Lozano Garrido.

Cuando Lolo escribe esto que hemos traído aquí de su libro Bien venido, amor (que es un conjunto amplio de aforismos católicos) lo hace sabiendo que ni es perfecto (sólo Dios lo es) y que, ni siquiera aspira a serlo (sabiendo Quién lo es)

Empieza escribiendo que hay muchas cosas que no ve. Y eso es lógico pues, para entonces de la publicación de este (1969) ya lleva un largo tiempo ciego y, como es de imaginar, hay cosas que, en efecto, no ve…

Pero si, al parecer, eso no es ya suficiente, también nos dice Lolo que hay otras que no entiende. Y eso, tampoco es de extrañar pues, a tal respecto, se encuentra en la misma situación que pueda estar otro ser humano, aunque no dejemos de reconocer que nuestro amigo es seguro que tuviera una mayor capacidad que el resto de las personas para entender lo que sucedía o lo que le sucedía.

De todas formas, ahí tenemos a Lolo diciéndonos que hay cosas que no ve y otras que no entiende. Sin embargo, poco tarda en resarcirse de eso que puede ser tan común. Y eso lo decimos porque le basta algo (que no es poco sino mucho y más que mucho) que es propio del Todopoderoso para suplir su, digamos, vacío por no ver o entender mucho mejor.

Con esto queremos decir que a Lolo le es suficiente con una verdad de Dios. Y a nosotros, digamos, también pero que lo diga una persona como el Beato de Linares (Jaén, España) debe ser suficiente como para que pensemos que ha de ser eso cierto.

Una verdad de Dios”. Y es que, dicho así y leído así, la cosa se va poniendo, digamos, imponente. Y es que Dios, cuando de sí emana una verdad (que es siempre y en todo momento y lugar) y si la aceptamos como tal (como es el caso de Lolo) todos nuestros vacíos han de quedar llenos y todas nuestras tinieblas disipadas con su luz. Y eso es lo que le pasa a Lolo que se da cuenta, a la perfección, como diría Santa Teresa de Jesús, que sólo Dios basta y que lo demás sólo es polvo y humo. Y Lolo lo comprendió a la perfección.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (128)

¿Por qué habrá querido Dios plantar en este barro mío una semilla de tanta grandeza?

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

7.09.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 7 de septiembre de 2025

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Lc 14, 25-33

25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26 ‘Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28 ‘Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 ‘Este comenzó a edificar y no pudo terminar.’ 31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000? 32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.’”

COMENTARIO

Cargar con nuestra cruz supone mucho

Jesús era perfectamente consciente de que había muchos de los que en su tiempo vivían que le seguían. Es decir, no ignoraba que había a los que enseñar y que tal era la misión que le había sido encomendada y que, de ninguna de las maneras, iba a dejar de cumplir por ser la Voluntad de Dios, su Padre y el nuestro.

Ahora Jesús sorprende a los que le siguen como, por cierto, hace muchas y más veces porque tal era su naturaleza divina. Es decir, de pronto se vuelve hacia ellos y les hace ver que una cosa es seguirlo de aquella manera y otra, muy distinta, la profundidad de tal seguimiento.

¿Qué les dice Jesús? Desde luego, no iba a callar debido a ningún pensamiento políticamente correcto o al qué dirán…

Antes que nada, se deduce de todo lo que habla que debemos pensar más que bien cuál es nuestra situación espiritual. Y es que ir tras Él no parecía ser suficiente como para salvarse y alcanzar la vida eterna aunque lo fuera si se actuaba en consecuencia.

En primer lugar, Jesús dice algo terrible: para seguirlo hay que odiar a su padre, a su madre, etc.

Eso, así dicho, suena muy duro. En el corazón de cualquiera que alguien te diga, por muy Maestro que sea, que debes odiar a tu familia para seguirlo no deja de ser sorprendente. ¿Qué tipo de doctrina estaba transmitiendo?

Antes que nada, que no hay que mirar hacia atrás para seguir al Hijo de Dios. Y eso quería decir, en efecto, “odiar” todo lo que, hasta entonces, había sido una vida ordinaria. No significaba ni podía significar olvidar a la propia familia sino poner a cada cual en el sitio correcto del corazón. Y es seguro que esto se entiende mejor.

jesucristo-enseñando - Cartas al Director

Algo más. Jesús también habla de la cruz. No se refiere, ahora, a la suya sino a la que cada cual carga sobre sus espaldas. Y hay que cargar con ella si es que se quiere seguir a Jesucristo.

Lo que quiere decir el Mesías es que lo mismo que cargó Él con la suya camino del Calvario, cada uno de los que quieran seguirle tienen que hacer lo propio con aquello que es su carga espiritual. Dejarla a un lado no es una opción para poder ser llamado, de verdad, discípulo de Cristo pues no dejó el Maestro la suya apartada a un lado, como bien sabemos.

Y, por último, Jesús habla de renunciar a todos los bienes. Y eso, escuchado por algunos, era muy difícil de digerir. En realidad, escuchados, seguramente, por todos.

Prescindir de los bienes que cada uno tiene no es cosa fácil. Pero como el Hijo de Dios no podía querer decir que todos sus discípulos vivieran en la más absoluta pobreza es mejor creer que quería que se renunciara a todo lo que podía suponer una carga innecesaria en el caminar hacia el definitivo Reino de Dios.

Jesucristo, en este texto del Evangelio de San Lucas, promete algo sin decirlo: la vida eterna a todo aquel que le siga en las condiciones que expone el Hijo de Dios. Y sólo así.

PRECES

Por todos aquellos que no quieren caminar tras Cristo y prefieren hacerlo solos y sin Su compañía.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quiere cargar con su propia cruz y hacen como si no fuera importante hacer eso.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cargar con nuestra cruz de la que tantas veces huimos.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Quiere Cristo que carguemos con nuestra cruz… ¿Y nosotros?

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

1.09.25

Amigo de Lolo – Agua bendita para un santo 105 años después

Aniversario de BAUTISMO de Manuel Lozano Garrido ¡el beato Lolo! | Beato Manuel  Lozano Garrido, beato Lolo

Donde el agua recrece y agigante su destino creador de vida es cuando se escancia sobre la cabeza de un hombre con una clara intención santificante (…) El Bautismo, sello de la completa paternidad de Dios.

Esto lo escribe Lolo en el capítulo dedicado al Bautismo de su libro (inédito hasta que la Fundación “Lolo” lo publicó en 2016) de título “Las siete vidas del hombre de la calle”) que es, por decirlo pronto, todo un texto que ilumina y muestra más que bien lo fenomenal que era Manuel Lozano Garrido a la hora de escribir y describir las cosas de la fe católica.

El caso es que el 5 de septiembre de 1920 fue bautizado en la Basílica de Santa María la Mayor de Linares (Jaén, España) aquel niño que había venido al mundo un 9 de agosto de aquel mismo año.

Es verdad que, como dice nuestra fe católica, el agua bendita que se nos echa en la cabeza lleva un pasajero más que importante porque es el Espíritu Santo el que se nos infunde y, claro, el pecado original huye para no volver más (por lo menos ése) pues así lo dice el número 1213 del Catecismo de la Iglesia Católica al dejar establecido que “Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios”.

A este respecto, el Evangelio de San Marcos (1, 7-11) recoge el episodio del Bautismo de Jesús a manos de su primo Juan, el Bautista. Aunque aquel que bautizada con agua lo hacía con intención de perdonar los pecados a los que a él acudían, bien sabía que no era quien, ni siquiera, para hacer algo tan humilde como era desatarle la correa de las sandalias a Jesús:

Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.’ Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: ‘Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

Pero el Bautismo, el de fuego y Espíritu Santo, hace algo más que perdonar, como hemos dicho antes, el pecado original porque incorpora, a quien lo recibe, a la comunidad de los hijos llamados de Dios. Y eso es lo que sucedió con aquel niño recién venido al mundo al que habían puesto por nombre Manuel.

Recoge, a este respecto, el número 1213 del Catecismo de la Iglesia católica que el Bautismo (citado supra) “es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta de acceso a los otros Sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y hechos partícipes de su misión“.

Por lo tanto, el Bautismo procura muchas ventajas espirituales a quien lo recibe. Así, por ejemplo, nos abre de par en par la vida que es espiritual a la recepción del resto de Sacramentos y nos introduce, de pleno, en la vida de la Iglesia católica como facilitándonos el camino hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo. Y Lolo bien que se sirvió de tales ventajas, a través del agua bendita que besó la cabeza de nuestro amigo.

Así, cuando Jesús entró en el Jordán para ser bautizado por Juan (aquel que predicaba la conversión y el enderezar caminos espirituales) procuró, para sus futuros discípulos (aquellos otros nosotros y nosotros mismos grupo en el cual incluimos a Manuel Lozano Garrido, como no puede ser de otra forma) que, recibiendo lo que sería Sacramento de su Iglesia, nos viéramos inmersos en el caudal de los hijos de Dios que han tomado conciencia de que lo son.

El Bautismo, con su agua bendita, nos libera del pecado y supone, para nosotros, un nuevo nacimiento. Con él nos hacemos hijos de Dios de forma conscientemente espiritual (no es que antes no lo fuéramos sino que, a modo de perfeccionamiento, el Bautismo, procura tal efecto) Y el Beato de Linares (Jaén, España) volvió a nacer para volver, cuando Dios quiso, al Cielo donde permanece a la espera de todos los que nos consideramos amigos suyos.

Pero es que, además, el Bautismo nos convierte en hermanos de Jesucristo y nos convierte en aquello que dejó escrito San Pablo en su Primera Epístola a los de Corinto (3, 16-17) cuando dijo “¿No sabéis que sois Templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros? Al que destruya el Templo de Dios, Dios lo destruirá. El Templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros“, con lo cual sirve, nuestro Bautizo, para recordarnos lo que, en realidad, somos. ¿ Y no fue Lolo un gran amigo y hermano de Cristo y conservó muy sano su corazón donde moraba la tercera Persona de la Santísima Trinidad?

También, el Bautismo imprime en el alma un carácter tal que haría decir a San Agustín que “Es el sello del Señor con que el Espíritu Santo nos ha marcado para el día de la redención“, y a San Ireneo que es el “sello de la vida eterna“. Y Lolo quedó sellado para siempre, siempre, siempre.

Y todo eso, que procuró Jesucristo cuanto entró en el Jordán llegó por el paso de los siglos a un 5 de septiembre del año 1920 para que un sacerdote, expresión pura de la entrega al pueblo de Dios, bautizara a un niño que, por decirlo pronto, supo aprovechar muy bien aquella inclusión en el grupo de los hijos de Dios.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (127)

Estrellas, árboles, ríos y átomos: ¿No es ‘Hosanna’ lo que estáis diciendo y oigo?

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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.