Camino a Nochebuena y Navidad – Personajes de Adviento: el Ángel Gabriel

Alguien pensará que este personaje no encaja aquí pero, si bien lo miramos y más de cerca, veremos que al contrario es la verdad…. 

Dios, que ha tenido, tiene y tendrá un objetivo para la vida de la criatura creada a su imagen y semejanza no suele aparecerse a ninguno de ellos para decirle esto o lo otro o, en fin, proponerle determinada actuación. No. Lo que hace Dios es hacer uso de enviados. Incluso su propio Hijo era un enviado suyo y, además, era Él mismo que se hizo hombre. Era, pues, el requeteenviado, el más allá del Enviado, el que era… 

Con esto queremos decir que, a lo largo de la historia de la salvación el Todopoderoso se ha servido de seres humanos para que llevasen a sus hijos el mensaje de un tal Padre. Así, por ejemplo, los muchos profetas que a lo largo del tiempo han sido han cumplido con una tal labor. 

Pero Dios ha tenido y tiene unos mensajeros, digamos, “especiales”. Y es que, en determinadas ocasiones, a su inspiración, siempre tan especial y tan directa, se le acompaña con la intervención, así lo entendemos, de alguien concreto. Y eso pasa con el Ángel Gabriel llamado, también, Ángel del Señor.

EXCURSUS

Hacemos  un parón en el artículo para decir que en una película en la que intervienen el Ángel Gabriel y el Ángel Rafael, en un momento determinado y vista la situación que se está produciendo en la Tierra, y por la intervención de fuerzas malignas, Gabriel le dice algo así a Rafael:

“Tú le das (se refiere a Dios) lo que quiere pero yo le doy lo que le conviene”.

Y se refería a que la intervención del Ángel Rafael había venido a ser una, digamos, violenta, con el uso de la espada (que tanto relacionamos con este Arcángel) pero la de Gabriel había sido la del amor. Y eso era lo que él le aportaba a Dios que era, a su entender, lo que le convenía al Padre… 

Y esto vendría a ser como decir que Dios prefiere el Amor aunque, a veces, utilice la vara porque es bueno pero también es justo y eso requiere ciertos castigos. Eso no lo podemos negar porque siempre ha sido, y es, así. 

Aquí, pues, vale el Amor de Dios y todo lo que eso significa y puede llegar a ser.

FIN DEL EXCURSUS

Aquí tenemos, pues, al Ángel Gabriel. Es enviado por Dios. Y podemos decir, sin temor a equivocarnos y porque lo hemos pensado y meditado muchas veces, que en aquellos últimos tiempos de la historia de la salvación, Gabriel tuvo mucho trabajo. 

Que el Creador enviara, nada más y nada menos, que a su Ángel ha de querer decir algo muy importante: que lo que debía decir no era cualquier cosa sino algo más que trascendental. 

En efecto. El Ángel Gabriel lleva a cabo muchas misiones que podemos creer que fueron cruciales. 

En primer lugar, digamos que esto que aquí ponemos, a lo mejor, no es compartido por todos. Sin embargo, como es el parecer del que esto escribe y siempre le ha parecido así… pues así lo decimos. 

Bien. Gabriel cumplió con una misión que consistía, en general, en pedir y en anunciar: lo primero a la Virgen María; lo segundo a Zacarías (padre del Bautista) a la misma Isabel (prima de María) e, incluso, al dubitativo José, desposado con la Madre de Dios. 

Tenemos, a tal respecto, algo que decir: Gabriel, como sabemos, se presentó ante una joven de Nazaret llamada María. También sabemos qué fue lo que le dijo y cuál fue la respuesta de la “esclava del Señor”. 

Meses antes se apareció a Zacarías cuando estaba llevando a cabo sus labores de sacerdote. Le dijo lo que iba a pasar y, ante las dudas que manifestara el mismo (humanamente comprensibles pero no en cuanto a sacerdote de Dios por la confianza y, en fin, la fe que se le supone…) lo dejó mudo hasta que nació su hijo Juan. Y, entonces, comprendió aunque, como suele sucedernos, era demasiado tarde. 

Pues bien. También es posible que Gabriel le anunciara a Isabel que su prima María iba a visitarla y llevaba en su seno al Hijo de  Dios. Y es que entonces nadie pudo enviarle ningún mensaje ni hacer uso de otra técnica, digamos, moderna. No. Entonces las cosas se hacían a la usanza de Dios y ¿no es posible que el Ángel Gabriel le “chivara”, con perdón, lo que iba a pasar? Y si no fue así ¿cómo es posible que Isabel estuviera al cabo de la calle de  lo que pasaba en el seno de su prima? Y, es más, ¿quién le informó al aún no nacido Juan que estaba muy cerca el Mesías y eso le hiciera saltar en el seno de su Madre, Isabel? 

También sabemos que, en sueños, se le dijo a José, desposado con María, que no debía preocuparse porque el hijo que llevaba en su seno era fruto del Espíritu Santo. Y que no dudara en llevarla consigo… 

Pues bien, a nosotros nos gusta creer que también fue el Ángel Gabriel el que hizo eso porque, de tal forma, cerraba el círculo que había empezado al comunicarle al sacerdote Zacarías que su mujer, la que “llamaba estéril” iba a concebir un hijo. 

De todas formas, es posible que se piense que esto va contra la doctrina católica, que está fuera de lugar y que no se trata más que de una invención algo alocada. Pero, en fin, no podemos negar que eso, a lo mejor es así, pero también nos gusta creer que Dios, que todo lo conoce, quería que su Ángel cumpliera con aquella misión que tanto fruto ha dado, y dará, en cuanto a la historia de la salvación se refiere. Y Gabriel bien que la cumplió, así, como quien no quiere la cosa pero con devoción y entrega.

Eleuterio Fernández Guzmán

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