Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

A partir de hoy, y con la ayuda de Dios, vamos a dedicar los próximos artículos referidos al Beato Manuel Lozano Garrido, a traer aquí textos de sus libros. Y vamos a hacerlo empezando por el primero de ellos, de título “Mesa redonda con Dios”. 

Me acuso (6)

Durante unas semanas vamos a traer a este especial apartado dedicado al Beato Lolo una serie de “acusaciones” que nos vienen la mar de bien para, si es posible, evitarlas nosotros. Se encuentran en la página 166 de su “Mesa redonda con Dios”.

“No, Cristo, no hables, que soy yo quien debe hacer de propio fiscal:

 Ahí voy:

Del insulto a tu poderío que es una politiquilla de ‘milagros discretos’ para la Gracia”.

El misterio de no saber las razones por las cuales no hacemos lo que debemos hacer es, digamos, bastante grande. Y eso, para el Beato Manuel Lozano Garrido es algo muy grave y peor.

Verdaderamente, los hijos de Dios tenemos poca escapatoria en esto. Y es que el Creador, nuestro Creador, conoce a la perfección lo que pensamos (ve en lo oscura de nuestro corazón). Sin embargo, no son pocas las veces en las que pareciera que eso lo tenemos por bueno en la teoría pero, en la práctica, más o menos, nos da igual.

El Beato Lolo sabe que eso, que tal forma de comportarse, es puramente pecadora y que deberíamos olvidarnos de ella. También sabe, sin embargo, que no siempre vamos a ser capaces de llevar a cabo tan arriesgada misión.

En muchas ocasiones da la impresión de que no estamos en nuestras cabales espirituales. Y eso lo decimos sin querer zaherir, en exceso a nadie (ni siquiera a nosotros mismos) pero, con certeza, es algo que debemos señalar.

Con esto queremos decir que, conociendo el poder de Dios resulta, con franqueza lo decimos, risible, de risa, que procuremos el insulto al poder de Dios.

Nosotros, que somos poco menos que nada (habremos sido creador, como dice la Sagrada Escritura, poco inferiores a los ángeles pero somos más que torpes en esto de la fe) no nos damos cuenta o, mejor, no queremos darnos cuenta (ciertamente, no nos interesa) que, sabiéndolo todo Dios… ¿a qué viene una actitud como la nuestra?

A este respecto, no podemos negar que, sobre nuestra fe y sobre lo que podemos hacer con ella, somos bastante rácanos. Y queremos decir, con esto, que no damos todo lo que podemos dar y nos quedamos en un exiguo tanto por cierto muy bajo (de los peores de la parábola del sembrador) que no puede ser del agrado de Dios Padre Todopoderoso.

A nosotros nos suele gustar (y hasta gozamos pensando que somos muy buenos) con lo poco, con dar lo menos que podamos dar. Y tal forma de actuar no es la que puede esperar Quien todo nos lo ha dado y todo espera de nosotros a sabiendas (y tiene a Adán y Eva para darse cuenta de eso) de que no será mucho lo que demos…

A Dios no puede gustarle que, cuando nos ha donado muchas gracias y bienes espirituales nosotros hagamos como si no tuvieran importancia y como si se tratase de una herencia que podemos no aceptar o tomar por no entregada. No. A nuestro Padre Dios sólo puede serle agradable un ser que da por entero lo que entero ha recibido.  Y ya está.

Lo bien cierto es que el Todopoderoso es, en eso, bastante radical. Y que tal palabra viene de “raíz” y la raíz es lo que sostiene el resto del cuerpo que, en nuestro caso es al alma.

Eleuterio Fernández Guzmán

Para entrar en la Liga de Defensa Católica. 

INFORMACIÓN DE ÚLTIMA HORA

A la venta la 2ª edición del libro inédito del beato Lolo

Ya está disponible la 2ª edición de Las siete vidas del hombre de la calle, libro inédito de nuestro querido beato Lolo. La acogida ha sido tal que hemos tenido que reeditarlo para atender la creciente demanda del mismo: amigos de Lolo y su obra, para regalar, para centros de lectura y bibliotecas, librerías,… innumerables destinos para los hemos realizado una segunda edición de hermoso e inédito libro.

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Por la libertad de Asia Bibi. 
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Por el respeto a la libertad religiosa.
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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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