Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Me acuso (5)

Durante unas semanas vamos a traer a este especial apartado dedicado al Beato Lolo una serie de “acusaciones” que nos vienen la mar de bien para, si es posible, evitarlas nosotros. Se encuentran en la página 166 de su “Mesa redonda con Dios”.

 

“No, Cristo, no hables, que soy yo quien debe hacer de propio fiscal:

Ahí voy:

De mi fachada de hombre caritativo, con ’su’ pobre oficial, bien espulgado, para el agradecimiento y sus cien brochazos de ‘Dios se lo pague’ a cada minuto.”

 

Las apariencias no han sido buenas nunca. Ya Jesucristo tuvo, muchas veces, que llamar la atención a fariseos y escribas porque creía que lo que hacían nada tenía que ver con lo que predicaban siendo, esto último, correcto y adecuado. Por eso cuando se aparenta una cosa pero se es otra, en materia de fe, nos hacemos un flaco favor.

El Beato Manuel Lozano Garrido, en esta quinta acusación, pone sobre la mesa una verdad que es triste pero que es verdad. Y eso nunca deberíamos olvidarlo.

A lo mejor podemos ser falsos.

Nuestra falsedad, queremos decir con esto, puede que pueda parecernos poca cosa pero deberíamos tener en cuenta que Dios no puede querer, para nada, que actuemos de según qué forma.

¿Qué es tener “fachada de hombre caritativo”?

Para Lolo, que se acusa de algo que, con franqueza, no creemos que hubiera caído en ello (a él sí le parece así, sin embargo) pero que, bien mirado, nos sirve de advertencia a nosotros que, seguramente, sí caeremos en tal tipo de comportamientos espirituales.

Creemos que Lolo se refiere, con esto, a cuando aparentamos caridad pero, en el corazón, no atesoramos la misma ni, por tanto, el amor. Sabemos, de todas formas, que Dios nos conoce (sabe mucho de lo oscuro de nuestro corazón) pero, ni por esas somos capaces de no aparentar lo que, en el fondo, no somos.

Eso es, por decirlo de forma suave, casi lo más grave que puede hacer un hijo de Dios. Y lo es porque el amor es la principal Ley del Reino de Dios y violentarla de una forma tan, aparentemente, disimulada ha de provocar gran tristeza en nuestro Creador.

Todo lo demás cae por su propio peso.

Con esto queremos decir que podemos aparentar caridad y, eso, por ejemplo, lo aderezamos con señales que, en apariencia y superficialmente, muestran que sí, que somos caritativos con nuestro prójimo y que tenemos más que claro que cuando Dios dice que nos amemos unos a los otros es que… ¡nos amamos unos a los otros!

La verdad, sin embargo, la realidad, es muy otra, suele ser muy otra. Por eso el Beato Manuel Lozano Garrido nos advierte acerca de este comportamiento que no nos viene nada bien para nuestra salvación eterna.

Es hasta posible, a tal respecto, que creamos que Dios no advierte nuestra verdadera voluntad. Y eso ya hemos advertido antes que es imposible porque todo lo sabe. De todas formas, nosotros, no por eso, dejamos de intentar la apariencia de un corazón blando. Por eso cuando decimos que “Dios se lo pague” a lo mejor no estamos pensando en nuestro Creador y Todopoderoso Padre Eterno sino que estamos maldiciendo a quien nos ha favorecido porque sabemos que es de bien nacidos ser agradecidos y a lo mejor no queremos serlo tanto…

Vemos, por tanto, que una cosa es lo que hacemos y otra lo que, verdaderamente, somos. Y Dios, que lo sabe todo de nosotros, debe esbozar una sonrisa triste cuando ve que queremos engañarlo con añagazas y comportamientos ridículos que sólo, si es así, pueden engañar a nuestro prójimo.

Y Lolo se acusa de esto. ¡Imagínense ustedes qué deberíamos hacer la gran mayoría de nosotros!

 Eleuterio Fernández Guzmán

Para entrar en la Liga de Defensa Católica. 

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A la venta la 2ª edición del libro inédito del beato Lolo

Ya está disponible la 2ª edición de Las siete vidas del hombre de la calle, libro inédito de nuestro querido beato Lolo. La acogida ha sido tal que hemos tenido que reeditarlo para atender la creciente demanda del mismo: amigos de Lolo y su obra, para regalar, para centros de lectura y bibliotecas, librerías,… innumerables destinos para los hemos realizado una segunda edición de hermoso e inédito libro.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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