Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

A partir de hoy, y con la ayuda de Dios, vamos a dedicar los próximos artículos referidos al Beato Manuel Lozano Garrido, a traer aquí textos de sus libros. Y vamos a hacerlo empezando por el primero de ellos, de título “Mesa redonda con Dios”. 

Lo que le importa a Dios

“Ocurre que Dios es verdaderamente importante, y no a la manera como los señores de abajo entienden la importancia, que se les va todo en tiros largos, esperas de antesala y sombrerazos. Lo capital para Él son las palabras y los sentimientos de los hombres. Por eso, cuando a alguien le fluye del mal un sentimiento de comunicación, ha hecho que nadie tenga que rellenar ninguna solicitud o porfiar con los guardianes, sino que se adelante abiertamente y ya está allí, a la vera del que necesita su apoyo” (Mesa redonda con Dios, p. 31-32)

No podemos negar que las palabras del Beato Manuel Lozano Garrido tienen mucho de verdad y, sobre todo, de realidad. Y es que hay mucha diferencia entre lo que creemos los hijos de Dios sobre lo que es importante y lo que el Creador cree que es. Y eso, francamente, hace que pongamos los pies en el suelo y no estemos por las nubes espirituales.

Es bien cierto, que las cosas del mundo no son ni pueden ser como las del Cielo. Otra cosa es que nosotros procuremos que las de aquí abajo, en nuestra horizontalidad humana, no se alejen demasiado de lo que quiere que sean nuestro Creador y actuemos de forma tendente a que eso sea posible aunque tengamos muchas dificultades al respecto. Por eso Lolo pone el dedo en la yaga de nuestros egoísmos. Y es que Dios tiene importancia para nosotros sus hijos pero no a nuestra manera. A nuestra manera, no.

Apariencias, demandas y pelotilleos. Así somos los seres humanos. Y con eso queremos decir que apoyamos todo lo que de poder tenga poder y, por eso mismo, creemos que las cosas del alma, las de Dios, han de ser igual que las del cuerpo (que se ha pudrir y volver a ser polvo).

Sin embargo, de nada sirve ni querer aparentar lo que no somos, poner nuestras ilusiones en ciertas cosas mundanas y procurar conseguirlas como eso tenga que ser. Y no sirve de nada porque el Todopoderoso lo conoce todo de nosotros de una manera que no podemos entender (es decir, no sabemos cómo es eso) pero que creemos sea así.

Pues bien, Dios quiere otra cosa de nosotros, sus hijos y le importan otras más que distinta. Y es que por eso nos ama: porque nos quiere de otra forma a como nosotros creemos que nos quiere.

Dios quiere escuchar lo que tenemos que decirle y, además, ver lo que hacemos con aquello que decimos tener: fe. Y queremos decir que, para nuestra desgracia, una cosa es lo que decimos ser y otra, muy distinta, lo que mostramos que somos y, por último, lo que somos. Y Dios quiere de nosotros la franqueza de un comportamiento propio de un hijo suyo que comprende la voluntad de su santísimo Padre y no obra de forma distinta a la misma.

Los hechos de nuestra vida son mucho más que expresiones de una voluntad humana. Pueden ser la manifestación de una fe que apoya al necesitado y no provoca desazones en quien pueda provocarlos con su ser y acción. Y entonces, sólo entonces, habremos dado a Dios una respuesta buena y esperada por Quien nos ha creado y mantiene en el mundo.

Lo que le importa a Dios, en definitiva y según nos dice el Beato de Linares, es que seamos hijos fieles a su Amor, así, con mayúscula. ¡Qué cerca, entonces, estamos de nuestro Padre del Cielo! 

Eleuterio Fernández Guzmán

Para entrar en la Liga de Defensa Católica. 

INFORMACIÓN DE ÚLTIMA HORA

A la venta la 2ª edición del libro inédito del beato Lolo

Ya está disponible la 2ª edición de Las siete vidas del hombre de la calle, libro inédito de nuestro querido beato Lolo. La acogida ha sido tal que hemos tenido que reeditarlo para atender la creciente demanda del mismo: amigos de Lolo y su obra, para regalar, para centros de lectura y bibliotecas, librerías,… innumerables destinos para los hemos realizado una segunda edición de hermoso e inédito libro.

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Por la libertad de Asia Bibi. 
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Por el respeto a la libertad religiosa 
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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

No siempre acuerda lo que Dios quiere de nosotros con lo que nosotros queremos darle al Padre. 

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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