Un amigo de Lolo – El ahora mismo es tuyo siendo de Dios

Presentación

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

El ahora mismo es tuyo siendo de Dios

“El porvenir no es tuyo ni de los médicos, sino de Dios. A ti sólo te toca la hora porque pasas. Vívela con ilusión y fecundízala intensamente. Cárgala de esperanzas, siembra de amor, que también la muerte es noble y ha de adornarse con las flores de tu primavera. Te lo digo como lo siento, tan lealmente como lo he palpado, como lo he vivido. Aquí tienes mi mano con mi palabra de honor. ¿Me crees?” (Cartas con la señal de la cruz, p. 96)

Qué somos y de Quién dependemos son realidades que debemos manejar al dedillo en el sentido de conocerlas. Y es que resulta crucial que cada uno de nosotros sepa a qué atenerse a tal respecto.

Que creemos que lo que hacemos tiene trascendencia personal y nada más y, sobre todo, que depende de nosotros que seamos o hagamos esto o lo otro, es una realidad bien palpable. Sin embargo, la verdad de esto es posible que diste mucho de ser lo que aquí sostenemos.

Por eso nos conviene tener bien claro que la santa Providencia de Dios es, eso, santa y proviene de Dios. Así, el Creador ha provisto para la humanidad desde que la creó o, lo que es lo mismo para nosotros, desde siempre. Por eso sólo nos sirve y vale reconocer que queramos hacer como que sí, que nuestro porvenir es nuestro, lo bien cierto es que depende mucho más de una voluntad muy superior a la nuestra que la del Todopoderoso. Y es en ella en la que debemos confiar: todo lo sabe y todo lo dice y hace.

Eso, de todas formas, no puede querer decir que nada tengamos que hacer con nuestro ahora o nuestro futuro. No. Dios no quiere que nos quedemos sentados a esperar como nos solucionan la vida. Lo que quiere es que, en efecto, de nuestro parte tenemos que poner por mucho que la Providencia esté ahí para proveer.

No podemos, por tanto, quedarnos mirando el espectáculo del mundo ni el de nuestra propia existencia. Lo que se demanda de nosotros es que seamos capaces de hacer que nuestra vida sea facunda para nosotros… y para nuestro prójimo. Llenarla, por tanto, de esperanza es sembrar para tener un buen mañana y una vida eterna.

Además, al respecto del amor se nos pide que seamos activos en su siembra o, lo que es lo mismo, que no seamos cicateros o rácanos con un don tan grande como es el de perdonar, el de ser misericordiosos o, en fin, en ser seres humanos que aman sin necesidad de ser retribuidos por un amor que se ha de dar gratis lo mismo que se ha recibido gratis et amore de parte de Dios.

Lo que aquí pasa es el Beato Manuel Lozano Garrido sabe de lo que habla. Él no tiene que esperar a que nadie le diga esto o lo otro sobre una vida llena de sobresaltos físicos. Por eso es capaz de radiografiarla situación por la que podemos llegar a pasar. Él pasó por ellas y muchas más.

En todo caso, no es mala cosa que nuestro porvenir dependa de Dios pues siendo el Señor Creador y Todopoderoso ¿qué mejor que un tan gran Señor tenga, digamos, tal control? ¿Podrá haber algo mejor que eso?

La respuesta a esto es meridianamente clara: no. Pero no donde es no. 

Eleuterio Fernández Guzmán

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Por la libertad de Asia Bibi. 
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Por el respeto a la libertad religiosa 
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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber qué somos es la mar de bueno para nuestro espíritu.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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