Dicen que el PSOE quiere quitar la religión de la enseñanza

Al parecer han vuelto a hacer uso de lo mismo. A falta de mejores temas que proponer por una ideología corrompida desde su base y podrida en sus entrañas, a los chicos del PSOE no se les ocurre otra cosa que volver a dar mandobles a la Iglesia católica. ¡Estos chicos no tienen remedio alguno!

Siempre están a lo mismo. Tienen por bueno hacer eso porque saben más que de sobra que no van a tener malas consecuencias. A lo mejor hasta aumentan el número de votos si tratan de pescar en un sector político muy de izquierdas que odia a la Iglesia católica, a todo lo que es y representa y que estaría la mar de encantado de volver a los años treinta del siglo pasado donde cometieron todos los desmanes que quisieran en contra de la misma y de sus fieles y lo hicieron amparados ¡por las leyes!

Sin embargo, lo único que dan es verdadera pena. Estos ateos malcarados y venidos a menos (¡ya no son lo que eran aunque quisieran serlo!) pretenden, nada más y nada menos, que eliminar la asignatura de Religión Católica de la enseñanza. Es más, al parecer también quieren que todos los crucifijos desaparezcan de las aulas. Sin embargo, no creemos que exista ninguna en ningún centro educativo público. Entonces ¿acaso pretenden que los concertados o privados también los quiten si los tienen allí bien puestos?

A esto sólo se puede llamar de una forma que tiene que ver con la imposición de una dictadura laicista. Ellos dicen que quieren se laicos pero, la verdad, no engañan más que a quien se quiere dejar de engañar. Los discípulos del Mal, de Satanás (no otra cosa puede ser quien, por ejemplo, defiende y alienta el aborto o se codea con la eutanasia) son no laicos en el sentido de no querer un Estado confesional (es que no lo es) sino que son, exactamente, laicistas. Es más, son aberrantemente laicistas y poco respetuosos con los derechos ajenos.

A nosotros que, como decimos, nos dan mucha pena espiritual, sólo se nos ocurre decirles que son esto que sigue:

Pobres hombres… tan mundanos.

Pobres hombres… tan alejados de la verdad.

Pobres hombres… ¡qué ansia de poder tienen!

Pobres hombres… ¡qué errados están!

Pobres hombres… ¡cómo quieren pescar en el río revuelto de la ideología!

Pobres hombres… a lo mejor creen que así conseguirán algo.

Pobres hombres… a lo mejor hasta creen que mejorarán el mundo.

Pobres hombres… no se dan cuenta de lo que significa ser libres.

Pobres hombres… que ignoran lo básico del ser humano.

Pobres hombres… que abrazan al mundo y a él se pegan como lapas.

Pobres hombres… ciegos y pobres hombres…

No es poco cierto que, de ser posible, harán eso que dicen. Y es que en nada más cumplirán lo que prometen pero en materias de este tipo no es lo que vayan a cumplir sino que van a perder el trasero (vulgo culo) para llevar a cabo un tan “benéfico” y masónico fin.

De todas formas no deberían creer que nos van a achantar con sus pretensiones rojas y malditas. A lo más que van a llegar es a retratarse perfectamente por si algún incrédulo no los conocía todavía o creía que iban a cambiar algo que, nacido podrido, no puede llegar a sanar.

Oremos, sin embargo, por ellos porque ellos, aunque creen que saben lo que hacen no saben ni de la misa la mitad.  Y así andan por el mundo… disimulando como si supieran.

Eleuterio Fernández Guzmán

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Por la libertad de Asia Bibi. 

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Por el respeto a la libertad religiosa.

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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Es fácil ver por dónde van los tiros. Por el mismo lugar de antes; por el mismo.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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