Un amigo de Lolo – Cómo superar el sufrimiento
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le inflijían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.
Cómo superar el sufrimiento
“El dolor es como una espuela, que levanta y, aquel que se pone de pie, vuelve a estar nuevamente cerca del Cielo, de cara a la realidad del Padre.” (Reportajes desde la cumbre, p. 119)
Si hay una expresión característica de Manuel Lozano Garrido es la utilización del verbo “Sobrenadar”. En realidad, podemos decir que no se trata de un verbo al uso sino de uno que determina una clara voluntad de saber permanecer por encima de aquello que, a lo mejor, puede causar daño. Y este texto lo muestra a la perfección.
Sabemos que al hablar de Lolo el sufrimiento, sufrir o dolor, son expresiones que están al orden del día. Sufrió físicamente y mucho era lo que ofrecía a Dios de tal sufrimiento.
Sin embargo, también tenemos por cierto y verdad que nuestro Beato sabía encarar aquello que, de malo, la sucedía en la vida. No se queda mirando el dolor sino que luchaba contra él con lo mejor que puede luchar un católico: con su fe.
Tenemos que reconocer que Manuel Lozano Garrido sabe decir las cosas como nadie. Y es que no debería dar la impresión de que este texto contiene poco de sufrimiento. No. Al contrario es la verdad.
Decimos esto porque dice que es como una espuela el dolor. Es decir que, sin duda alguna, hace daño pero que, cumpliendo la misión que tiene tal instrumento, es algo más: levanta.
Decimos lo de levantar porque, no por casualidad, la palabra “espuela” tiene otro significado que va más allá de la primera y más común. Nos referimos a que también significa “estímulo”. Y en tal sentido se contempla aquí. Bueno, en este sentido y en el otro de producción de sufrimiento en quien se siente aguijonado por el mismo.
Sin embargo el dolor también lleva aparejada una subida. Es aquella que lleva al Cielo donde Dios espera a los que sufren según su Voluntad. En tales casos no es extraño que quien sufra, y sepa sobrenadar sobre el sufrimiento, alcance metas importantes en su castillo interior y alcance a mantener una buena relación con su Creador.
El dolor, como vemos no es algo, exclusivamente, negativo. Lo es, claro, pero, bien entendido y bien llevado traza un claro camino hacia el definitivo Reino de Dios. Saber sobrenadar, en este caso, no es sólo conveniente sino muestra de una acendrada fe.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Saber sufrir es algo más que una necesidad espiritual.
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