¡Cuidado con ciertos pastores!
Hace dos semanas escribimos en esta casa sobre las ovejas que pueden ser peligrosas para los pastores pues, como se dice, haberlas, las hay.
Pues bien, una comentarista puso algo sobre la mesa: también hay que tener cuidado con ciertos pastores. Y, como eso es más que cierto, allá vamos con el tema.
Es bien cierto que la gran mayoría de pastores que pastorean a la grey de Dios tienen, de su fe y de la de los demás, el sentido justo y necesario que les da su propia creencia, lo que han aprendido en el tiempo en el que debían hacerlo y lo que han ido adquiriendo a lo largo de los años.
Decimos, sin embargo, que no todo lo existente es bueno y que hay casos, seguramente particulares y concretos (o así lo quisiéramos creer), en los que el sacerdote no muestra un apego especial a su propia fe y con actos y palabras la desprecia. ¿Es, acaso, una falta de humildad de los sacerdotes que se creen legitimados para modificar la liturgia a su antojo?
Seguramente muchas de las personas que puedan leer eso estén pensando que exageramos y que la cosa no es para tanto. Sin embargo, cualquier tergiversación que se desdiga de la fe que se dice tener no deja de ser mala, muy mala. Lo es, primera para la persona, ahora sacerdote, que en ella caiga pero, lo que es peor, lo es también para aquel creyente católico que se topa con el sacerdote que actúa de según qué forma.
Estamos más que seguros que, además de lo que aquí ponemos, a muchos lectores se les pueden ocurrir otros casos y cosas. Sin embargo, aquí traemos algunas de las cosas que pueden pasar. El caso es que puede haber…
Sacerdotes que dan cabida en sus parroquias a elementos progresistas que inoculan su veneno en las mentes de aquellos a los que pueden alcanzar.
Sacerdotes que, sabiendo casos concretos y particulares, pueden administrar la sagrada comunión a divorciados vueltos a casar.
Sacerdotes que no permiten que se pueda comulgar de rodillas por no poner reclinatorios.
Sacerdotes que permiten que las Misas se conviertan en una especie de festival musical.
Sacerdotes que tergiversan la doctrina católica poniendo en mal lugar, por ejemplo, al mismo Santo Padre.
Sacerdotes que manifiestan una clara aversión al Magisterio de la Santa Iglesia Católica.
Sacerdotes que defienden herejías y contaminan el corazón de muchos de los fieles que acuden a su Parroquia.
Sacerdotes que hacen de las Misas con niños algo ridículo y fuera de lugar.
Sacerdotes que hacen de la liturgia de la Santa Misa algo irreconocible.
No negarán ustedes que sea poco lo que decimos y mucho el mal que puede hacer y que, de hecho, se está haciendo ahora mismo. Y decimos esto porque tampoco podrán negar que no se trata, los ejemplos que hemos puesto aquí, de un ejercicio exagerado de imaginación. Seguramente, nos quedamos cortos… ¿O no?
Eleuterio Fernández Guzmán
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Por la libertad de Asia Bibi.
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Por el respeto a la libertad religiosa.
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Hay ovejas que pueden huir del redil según sean los pastores.
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5 comentarios
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EFG
A lo mejor es porque no todo lo que diga el Papa, si no lleva implícita una obligación, no es obligatorio. Y, además, una cosa es lo que se pueda pensar y otra, muy distinta, el funcionamiento ordinario de una Parroquia.
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EFG
Es bien cierto lo que dice usted. Aquí mismo, y no sólo yo, se critica mucho la actitud de los obispos que no cumplen con su deber de corrección. De todas formas, al hablar de pastores quedan incluidos también, aunque no se diga,los obispos aunque reconozco que también los debería haber nombrado directamente, sin excusas ni nada por el estilo. Queden, pues, comprendidos los mismos.
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