Cuerpos comprados, almas devastadas
Hoy, en la sección de “firmas invitadas” escribe una de las más antiguas y activas seguidoras de esta bitácora. Ana_ MS nació y reside en León, es licenciada en Filosofía (especialidad metafísica) por la Universidad de Salamanca, diplomada en ciencias religiosas por la Universidad Pontificia de Salamanca, y profesora de Secundaria y Bachillerato, combinando esas tareas académicas con otras tan prosaicas como la ganadería. Estaba realizando la tesis doctoral sobre Nietzsche cuando fue llamada por el Señor y se convirtió a la fe (a veces Dios llama por los caminos más insospechados). Es catequista y miembro de la Legión de María, actualmente prepara la licenciatura de Ciencias religiosas y cuida de las personas que más ama. También edita un blog absolutamente delicioso, tanto en sentido literal como figurado, titulado comer, beber, amar.
Ana nos va a hablar de un tema clamorosamente actual y dolorosamente presente en nuestra actualidad, la prostitución. No hace mucho, en su bitácora “Mera defensa de la fe”, Eleuterio Fernández escribió un artículo sobre ello, francamente recomendable. Las reflexiones de Ana (escritas antes que el artículo comentado), aportan numerosas y profundas razones para que los cristianos de bien no dejemos de luchar contra la esclavitud que el demonio de la lujuria ha logrado hacer socialmente aceptable en nuestra sociedad.
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Hoy en día se está dando un boom de la prostitución; tanto los prostituidores (clientes) como las prostitutas son cada vez más jóvenes, hay más demanda, más oferta y cada vez es más barato. Por otra parte, la sociedad española siempre ha considerado este tema con una gran hipocresía; ni ha interesado ni se ha querido ver, dándose a la vez una especie de tolerancia hacia la prostitución –fundamentalmente hacia las figuras del proxeneta y del prostituidor (antes llamado cliente)- acompañado de un profundo desprecio hacia quienes se ven abocadas a ello.
Pero si bien es cierto que este fenómeno siempre ha existido, nos encontramos con que actualmente la banalización de la sexualidad y la pérdida de valores, hace que aún se considere con mayor “naturalidad” y normalidad la compra-venta de seres humanos; así se llega a pedir que sea considerado como un trabajo más, y a ellas como “trabajadoras sexuales” que hacen un servicio a la sociedad. Quienes están detrás de esto son:
1º.- Las redes y mafias de tráfico de mujeres (proxenetas y demás, sean “legales” o no). Conviene recordar que la prostitución, junto con el tráfico de drogas y venta de armas, genera una cantidad muy importante de dinero.
2º.- Algunas prostitutas, que o bien trabajan para los anteriores o bien han llegado ya a tal grado que no conocen lo que es la dignidad personal y
3º.- Ciertos colectivos de gays y lesbianas:
http://www.colectivohetaira.org/web/enlaces-web/18-plataforma-estatal-por-los-derechos.html
http://www.hegoak.com/prost/prost-f1.html
Es necesario señalar que además la despenalización de la prostitución voluntaria en 1995 ha producido un incremento brutal de la prostitución forzada, y que pese a lo que todos los anteriores digan (a los que se deben sumar algunos sindicatos e incluso políticos), ya está demostrado que la legalización de la prostitución ni disminuye ni elimina la trata de seres humanos destinados a este comercio satánico y repugnante, como se ha visto en el caso de Holanda. Si tan maravilloso y normal les parece ese “oficio” deberían de meter a sus propias hijas, esposas y hermanas a ejercer de prostitutas (y alguna que otra política, que tanto lo defiende, meterse ella también). Además, por otra parte, no se puede legalizar la instrumentalización ni cosificación de ningún ser humano.
Antes de continuar, conviene hacer la siguiente diferenciación ya que se trata de realidades completamente distintas:
1º.- Por un lado la mujer que se prostituye libremente (aunque sea la extrema pobreza y miseria la que la ponga en ese camino) y
2º.- Aquella que es víctima de la trata de seres humanos, la cual no es una prostituta aunque esté obligada a ello, y realmente en este caso el prostituidor (cliente) pasa ya a convertirse en violador aún en el caso de no saberlo. Conviene detenerse en este tema ya que es una buena muestra del grado de vileza al que ha llegado la sociedad española, ya que si bien en el año 2006 la ONU señaló que España era uno de los 10 principales destinos de la Trata de mujeres, esto en vez de disminuir, ha ido en aumento.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Espana/figura/principales/destinos/trafico/personas/ONU/elpepisoc/20060430elpepisoc_9/Tes
http://www.europapress.es/epsocial/noticia-90-prostitutas-son-esclavas-onu-20100722173359.html
El número de mujeres obligadas a dejarse violar (de eso se trata, y no de otra cosa) va de 100.000 (cifras oficiales) a 400.000 según fuentes de la policía. Estas mujeres, que vienen engañadas pensando que van a trabajar en un oficio normal, son vendidas por personas muy cercanas a ellas (familiares, amigos, novios) en sus países de origen. Una vez aquí, inmediatamente se las quita el pasaporte y se las somete a palizas, vejaciones e incluso torturas varias (como descargas eléctricas) hasta que finalmente acceden, acompañando esta coacción con amenazas de daños a sus seres queridos (en el caso de las subsaharianas, suele ser con el Vudú).
Por supuesto están continuamente secuestradas y vigiladas; muy pocas consiguen escapar y poder denunciar a las mafias, pero hasta estos últimos años en los que se han dado pasos importantes, también a nivel legislativo, contra la trata de seres humanos(*), solo conseguían ayuda si lo hacían mediante denuncia de las redes, pero no como víctimas. Esto, de nuevo, nos da una clara visión de la hipocresía que rodea este tema, que viene reforzada por el hecho de que los burdeles en los que se encuentran encerradas cuentan con la aprobación de los ayuntamientos al inscribirse como hoteles, aunque las autoridades sepan de siete sobras que se trata de locales donde se obliga a la esclavitud. Además, muchas de ellas son drogadas también contra su voluntad, normalmente con cocaína, y es que el tráfico de drogas está muy vinculado al tráfico de personas. Y desde luego, el tráfico de personas no se queda en mujeres, también se dedica a los niños con fines de explotación sexual (aunque la explotación sexual no es el único fin de la trata de seres humanos).
Así que en cuanto a este tema, lo mejor es hablar claramente y llamar a las cosas por su nombre:
1º.- Una mujer que es forzada, contra su voluntad a mantener relaciones sexuales, no es una prostituta, es una víctima de violación.
2º.- El hombre que mantiene una relación sexual con una mujer en contra de su voluntad, no es prostituidor (cliente) es un violador.
Los siguientes links son direcciones de organizaciones que ayudan a las mujeres víctimas de la trata de seres humanos y también a prostitutas que quieren abandonar ese “oficio”:
http://tsh-tratadepersonas.blogspot.com/
http://www.proyectoesperanza.org/
http://www.fundacionamaranta.org/
http://www.adoratrices.com/home.php?lang=es
http://redcontralatrata.org/
Pasando ya al tema de la prostitución propiamente dicha, es decir las mujeres que libremente se dedican a comerciar con su cuerpo, se tiene que señalar que la inmensa mayoría lo hacen por carecer de recursos económicos y encontrarse sin ninguna ayuda. La prostitución no es un fenómeno nuevo; siempre ha existido (aunque se debe evitar este argumento que a veces se da para intentar demostrar la inevitabilidad y así, de alguna manera, justificarlo).
Históricamente, un número de mujeres han sido puestas, o se han puesto, al servicio de las “necesidades” sexuales de los hombres que pagan por sus servicios; es y ha sido siempre un negocio de hombres, utilizado por ellos y para ellos, y se ha intentado justificar como un “mal menor”, como una forma de regular la sexualidad de los hombres y de mantener seguras las relaciones familiares, aunque la mujer casada también carecía de libertad efectiva y se hallaba sometida, en el peor de los sentidos, al marido.
Pero pese a que algunos doctores de la Iglesia en el pasado se mostraron tolerantes con esto, sin embargo la postura de la Iglesia al respecto es otra muy diferente, así es muy importante el informe del Ier Encuentro Internacional de Pastoral para la Liberación de las Mujeres de la Calle, que tuvo lugar en Roma en Junio del 2005. Recomiendo vivamente su lectura.
Lo primero que se observa es que es completamente realista e intolerante con la prostitución, ya que “Es importante reconocer que la explotación sexual, la prostitución y el tráfico de seres humanos son actos de violencia contra las mujeres y, en cuanto tales, constituyen una ofensa a la dignidad de la mujer y son una grave violación de los derechos humanos fundamentales”(1).
Así que las antiguas “tolerancias” se acabaron. No es un mal menor reducir a otro ser humano a la esclavitud, cosificarla o instrumentalizarla; es un mal absoluto.
Y eso pese a que quienes ejercen ese “oficio” lo hagan libremente, ya que tal libertad es muy relativa debido a que como el mismo documento señala existen muchas causas que llevan a eso. Poner solución a tales problemas que derivan de un sistema esencialmente injusto es una de las metas a la hora de poner fin a esta horrible situación; por otra parte, la ayuda también debe ser individualizada. No se puede pretender que alguien abandone lo que la está dando de comer si no se la dan alternativas, y eso incluye formación, ayuda en la búsqueda de un trabajo digno, acogida, aceptación y “cura” del alma.
Por otra parte, y también muy alejado ya de las actitudes “tolerantes” del pasado respecto a los prostutuidores (clientes), el documento llega a sugerir actuaciones incluso a nivel legal:
“Para el “cliente” se necesita algo más que una condena social. Debería ser objeto del pleno rigor de la ley” (5).
Ya en el párrafo anterior del mismo punto se ha mostrado cual es el fondo real del tema de los prostituidores, lo que de verdad buscan:
“Es evidente, según las investigaciones, que son siempre más numerosos los hombres que buscan a las prostitutas por un deseo de dominio, más que como una satisfacción sexual. En las relaciones sociales y personales experimentan una pérdida de poder y de masculinidad y son incapaces de establecer relaciones de reciprocidad y de respeto. Buscan a las prostitutas porque realizan así una experiencia de total dominio y control de una mujer durante un determinado espacio de tiempo”(5).
Pero el informe no se queda aquí, va más allá señalando la vinculación entre sociedad patriarcal y violencia contra la mujer (17b), así como la necesidad de que los hombres sometan “a examen y crítica las normas tradicionales de la masculinidad” (17e).
Prostitución, violación, malos tratos, tiene todo ello como común denominador no la satisfacción sexual, sino el dominio, el poder de un ser humano, generalmente hombre, sobre otro ser humano, generalmente mujer.
Tradicionalmente esa “necesidad” venía satisfecha por el sometimiento de la mujer al hombre que era dada como norma social, legal e incluso religiosa (siendo esto último malentendido y utilizado interesadamente para justificar un status quo del todo injusto). Por poner algunos ejemplos, está el caso del Código napoleónico o la legislación española durante el franquismo, así como el adoctrinamiento ideológico de la mujer muy alejado de lo que es el cristianismo e incluso aleccionando contra lo señalado por la Iglesia, y lo que es peor, queriendo hacerlo pasar por perfectamente católico y cristiano. (Aconsejo leer algunos fragmentos de los manuales de la Sección Femenina, sobre todo los dirigidos a las mujeres casadas). Son realmente estremecedores –el último párrafo es tremendo- y va directamente contra lo dicho en la Encíclica Casti Connubii.
Actualmente, debido a la creciente autonomía económica de la mujer, a su mayor preparación cultural y a la posibilidad de desarrollar sus capacidades como persona, así como el reconocimiento de sus derechos a nivel legal y a la desaparición de las “tutelas” de los hombres sobre ellas, se encuentra en disposición de poder mirar frente a frente, pero eso es justamente lo que no es aceptado por aquellos que tienen la “necesidad” de reafirmar su “hombría” la cual sienten amenazada cuando se relacionan con mujeres a las que ya no pueden tratar como seres inferiores o encuadrarlas en una categoría que las convierte en poco menos que en imbéciles.
Por otra parte, la banalización de la sexualidad, la pérdida de valores y el triunfo del liberalismo, en el que todo se compra y todo se vende, actúan en contra del camino hacia la dignificación del ser humano, reforzando la cosificación o instrumentalización de la mujer que siempre se ha realizado, pervirtiendo completamente la finalidad de un camino que debió llevar a lo contrario de lo que ahora, en muchos casos, tenemos.
Y de ahí el incremento de la prostitución, las violaciones y los malos tratos.
Nos encontramos con que lo que debería haber sido, no es, y no solo no es sino que frecuentemente se ha convertido en otro camino de degradación personal: el horror del aborto, en el que la mujer se convierte en asesina de su propio hijo, la mal llamada “liberación sexual”, que la instrumentaliza y cosifica en beneficio del placer del varón, y que cuando ya no le satisface puede “tirarla” como a un kleenex –el repudio-, su conversión en instrumento de producción, consumidoras y objeto de consumo en el sistema liberal (y en todo esto también son víctimas los hombres) y, en resumidas cuentas, la animalización de todos, tanto de unas como de otros. Todas estas y más, son las nuevas esclavitudes que acompañan a las antiguas (estas últimas continúan en las mujeres abocadas a la prostitución, pero además reforzada por las nuevas).
Respecto a los varones, es necesario señalar el papel muy importante que tienen a la hora de luchar contra la prostitución (12):
“Para luchar contra la prostitución, es necesario un enfoque multidimensional. Debe incluir a hombres y mujeres, en una mutua transformación, y los derechos humanos deben ser el centro de toda estrategia. Todos los cristianos están llamados a ser solidarios con las que han quedado atrapadas en la calle. Los hombres tienen un papel importante por desempeñar, ayudando a lograr la igualdad de los sexos, en un contexto de reciprocidad y de justas diferencias. Los explotadores (por lo general hombres), que son los “clientes", los traficantes, los turistas sexuales, etc., deben recibir una instrucción acerca de lo que es la jerarquía de los valores humanos y lo que son los derechos humanos. Deben ser condenados, por parte de la Iglesia, cuando no lo hace el Estado, por el pecado que hacen y la injusticia que cometen”.
De ellos depende; si dignifican a la mujer, se dignificarán y ellas les dignificarán; si ocurre lo contrario, si la envilecen, ellos se envilecerán.
No se trata de recuperar el pasado, ya que en este tema de la mujer era perverso, tampoco es lo de ahora, que con formas nuevas, pero lo sigue siendo. De lo que se trata es de establecer las relaciones hombre–mujer, la familia, las relaciones humanas en general, la sociedad, sobre bases auténticamente cristianas, que desde la conversión personal podamos reconocer a los otros como lo que todos somos, hijos de Dios y que sea el amor cristiano lo que nos mueva, pues solamente quien ama puede desear lo mejor y no ver al otro como un medio, sino como un fin. Y ese es el gran reto al que nos llama Jesucristo.
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(*) La aprobación del Plan Integral de Lucha Contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, el 12 de diciembre de 2008, la ratificación del Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra la trata de seres humanos (Convenio Europeo), suscrito en Varsovia el 16 de mayo de 2005, que entró en vigor el 1 de agosto de 2009 en nuestro país, la reforma del Código Penal, que adopta un Título nuevo relativo a la Trata de Seres Humanos y la reforma de la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, que incorpora un nuevo artículo 59 bis sobre Víctimas de la Trata.
http://www.proyectoesperanza.org/materiales/Informe_Nuevo_Marco_Juridico_Documento.pdf
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31 comentarios
" Prostitución, violación, malos tratos, tiene todo ello como común denominador no la satisfacción sexual, sino el dominio, el poder de un ser humano, generalmente hombre, sobre otro ser humano, generalmente mujer. "
La palabra " dominio " es la clave. Y no olvidemos que todo dominio de un ser humano sobre otro, sea con la excusa que sea, es consecuencia del pecado original.
La mujer no fue creada para ser dominada por el varón, sino para ser su compañera. Juan Pablo II, en la " Mulieris dignitatem " ha escrito los párrafos más iluminadores al respecto.
Efectivamente, como señala Flavia, conviene recordar que todo ello es consecuencia del pecado original, de la entrada del Mal en el mundo por la mano del ser humano, y que de ninguna manera tal estado de cosas, sea cual sea el rostro mediante el cual el Mal se manifieste, es lo querido por Dios.
Por supuesto, también recomiendo la lectura de "Mulieris dignitatem". Muchas gracias por tus valiosa aportaciones, Flavia.
Un cordial saludo a todos.
El ansia de dominio de la mujer se manifiesta por otras vías diversas que las del hombre. Esto lo enseña magistralmente el P. Horacio Bojorge ("¿Qué le pasó a nuestro amor?"), incluso hay mujeres que utilizan su atractivo, sea en el noviazgo, en el matrimonio o en la prostitución, como herramientas de dominación. A espaldas de la voluntad de Dios, claro.
El artículo está bueno y muy documentado, pero si se usa para echar combustible a la guerra de los sexos, bueno, como decimos nosotros, "chau".
No, el artículo no está pensado para ser utilizado como arma en la guerra de los sexos, más bien lo que he pretendido es reivindicar las relaciones humanas (hombre-mujer y familia) cristianas, pero sin que estén contaminadas por ideologías tanto pasadas como presentes, cosa que creo necesario señalar.
Desde luego que también existe lo que señalas, el dominio del hombre por parte de la mujer, aunque no suele ser tan frecuente y menos aún tratándose del tema del artículo, que primordialmente es la prostitución. Cierto que existen proxenetas y clientes mujeres, pero la realidad es que la mayoría son hombres.
De todas formas, si quieres, en otro momento podríamos hablar de cuando la mujer es la dominadora, que también se las trae el tema (y no solo utilizan el atractivo, como muchos hombres no solo utilizan la fuerza bruta. Existen muchas maneras de despellejar a un gato, como se suele decir).
Un cordial saludo y gracias por tus interesantes aportaciones, Ricardo.
Y te recuerdo que antes, al final del sacramento del matrimonio, el sacerdote bajaba del altar, se acercaba a los nuevos esposos y decía al marido:
" Compañera te doy, no sierva. Ámala como Cristo ama a su Iglesia. "
Y no te tolero la menor acusación de que desbarro hacia el feminismo. Si hay mujeres dominantes, que sin duda las habrá, pues mira, peor para ellas.
No obstante te haré caso y leeré Mulieres Dignitatem, que si la he leído (es probable) la he leído a la disparada y mal.
Es cierto que la mujer fue creada para compañera, pero después del P.O. Dios pronunció una condena muy fuerte que me parece que alteró, y bastante, el estatus creacional.
Veremos.
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LA
Pruebe otra vez con argumentos, en vez de calumnias y victimismo, a ver que tal se le da.
Ana,
te alegrará saber que nuestro arzobispo emérito abrió en la diócesis un Centro de rehabilitación para prostitutas.
El punto n. 10 de la " Mulieris dignitatem " es una perla, dentro de ese tesoro que es toda la Carta apostólica. Cuando el amor entre hombre y mujer refleja, verdaderamente, el amor entre Cristo y su Iglesia, se restablece el orden ciertamente alterado por el pecado original. Por eso, la lucha de sexos ( no me gusta la palabra " género " ) no tiene sentido entre quienes seguimos a Jesucristo. " La justa oposición - dice Juan Pablo II - de la mujer frente a lo que expresan las palabras bíblicas " él te dominará " ( GN 3, 16 )no puede tampoco, de ninguna manera, conducir a la masculinización de las mujeres."
Justa oposición, pues. Naturalmente, ¿ a quién le gusta ser dominado ?
Cristo y su Amor esponsal a la Iglesia, son el modelo.
De todas formas, el tema del artículo es la prostitución. Y tal como lo presenta Ana es imposible no estar de acuerdo.
totalmente de acuerdo con tu comentario de las 8,48.
Precisamente la " Mulieris dignitatem " lo explica de maravilla. Fíjate, por ejemplo, cómo presenta maternidad y virginidad.
Frente a dominación, donación esponsal: como Cristo ( Esposo ) con su Iglesia ( esposa ).
Muchas gracias por la información; la verdad es que me alegra mucho conocer noticias de ese tipo.
Sinceramente, creo que todos los católicos estamos de acuerdo en lo que señala Flavia sobre el punto 10 de la encíclica; que en el matrimonio auténticamente cristiano es aquel en el que lo que existe es la donación esponsal, del esposo a la esposa y de la esposa al esposo. La dominación es otra cosa, es la consecuencia del pecado y de vivir inmersos en él. De continuar con el viejo Adan y la vieja Eva, en vez del nuevo Adan (Cristo) y la nueva Eva (María).
Después de la venida de Cristo, de su muerte y Resurrección por todos, ya no se puede continuar hablando de dominación como justificación de nada, pues sería defender la situación de pecado. Más bien creo que eso es justamente lo que nunca debe pasar en un matrimonio cristiano (y en cualquier relación humana), que la donación, la entrega generosa, la búsqueda del bien del otro, etc., quede sustituida por la dominación.
Muchas gracias a ambos, Flavia y Ricardo, por tan interesante conversación.
Un cordial saludo a ambos.
si gustan, los invito a leer mis comentarios a la Mulieris dignitatem:
http://www.conoze.com/doc.php?doc=9186
Hola, Ana, muy de acuerdo. BHacía falta algo así.
Muy interesante, Germán. Me ha gustado mucho.
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No soporto el feminismo ni el masculinismo.
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Bien, éso es hablar con propiedad y sin prejuicios ideológicos. Porque el feminismo postula que su lucha es contra el "machismo", dando a entender que los hombres no actuamos a un nivel masculino sino animal. Y ojo, que es muy común caer en este renuncio tramposo del feminismo, aún con las mejores intenciones. Ni Germán se salva:
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Dignidad de la mujer III.- Maternidad, el mayor tesoro
Juan Pablo II coloca las realidades en su lugar; con lo que igualmente condena un machismo que es falsa superioridad del varón, como el feminismo que supondría una engañosa superioridad de la mujer.
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Pues no.
O feminismo vs. masculinismo.
O hembrismo vs. machismo.
Lo sigo leyendo a Germán. Quizás tenga tiempo luego de leer Mulieres Dignitatem.
Creo que te olvidas de un grupo muy numeroso. Mujeres que son prostitutas porque quieren y no porque estén dominadas o por necesidades económicas.
Tal y como lo presentas son todas unas pobres almas explotadas por los deseos de dominación del hombre.
Date una vuelta por las paginas de periódicos, anuncios de chalets privados, portafolios de modelos, masajistas a domicilio e incluso amas de casa aburridas que buscan diversión remunerada.
Empieza a evangelizar a esas mujeres exponiendo tus conclusiones acerca del dominio masculino. A esas prostitutas por libre que ganan mensualmente 5000-10000 euros y conducen mercedes benz.
Verás la respuesta que dan. Si no te mandan a paseo te dirán algo peor riéndose en tu cara.
Está bien tu reflexión pero creo que andas un poco desfasada con el trasfondo de la "violación, dominación". Son las mujeres y colectivos progresistas quienes exigen la libre opción de usar el sexo para ganar mucho mas dinero que una oficinista, sin pagar impuestos y sin jefe. No por necesidad.
Reclamaciones y teorías sobre "dominación masculina" a ellas por favor.
Es la realidad de hoy aunque continúe existiendo explotación en otros ambientes.
LA
Creo que es un tanto irreal pensar que los anuncios de los periódicos los ponen voluntariamente las mujeres que dicen anunciarse. Son tan engañosos como cualquier otra publicidad y la mayoría los publican los proxenetas. Como dice Ana, la prostitución auténticamente voluntaria es minoritaria, y las mujeres que la practican no son "normales". Con frecuencia son adictas a drogas o adictas a un nivel de vida que no pueden pagar y al que sacrifican su dignidad e integridad. No deja de ser un tipo de esclavitud, aunque no haya proxeneta detrás.
Es muy común el empleo del argumento de los impuestos "dejados de pagar" entre quienes quieren legalizar la prostitución para consolidar socialmente la humillación estandarizada de las mujeres prostituidas. Con el mismo argumento podríamos legalizar la esclavitud laboral que se practica en no pocos lugares con inmigrantes ilegales. También ellos son nominalmente "voluntarios".
Hay muchas formas de forzar la voluntad.
He aquí algunas razones:
* Jamás estuvo la familia tan despreciada y destruida. Y es en ese ámbito donde la mujer es reina y señora, ése en su ámbito propio, el "matri"monio. La muy digna "señora" es y ha sido siempre el "ama de casa".
* Jamás se ha cosificado, bastardeado y comercializado el cuerpo de la mujer como se lo hace actualmente, por ejemplo, a través de la trata o de la pornografía desatada.
* Jamás se ha despreciado la virginidad como se lo hace actualmente. Y al mismo tiempo y refrendando lo que afirma Mulieres Dignitatem sobre la íntima correlación entre virginidad y maternidad, jamás se ha menospreciado la maternidad como se lo hace actualmente. En resumen, jamás se ha despreciado a la mujer como se lo hace actualmente.
Podría seguir, pero creo que no es necesario. Cabría preguntarse, ¿pero es que no estamos en el siglo de los derechos de las mujeres? Sí, es cierto, pero esa aparente paradoja tiene su explicación, y es que estamos inmersos en una civilización esencialmente hipócrita, que mientras te adula te destruye. Como que es una civilización radicalmente anticristiana.
Por supuesto que también creo que el hombre, masculino, no es tratado mejor. Atribuir los males de las mujeres a los hombres, no sólo es un lema de la guerra de los sexos, sino por sobre todo es una gran tontería. Un engañabobos. O engañabobas.
Muchas gracias por tu generosa e interesante aportación; me ha gustado muchísimo, y recomiendo su lectura a todos.
Un cordial saludo.
Me alegro mucho de que te guste; muchas gracias por tus palabras.
Un cordial saludo.
Bueno, no repetiré lo que tan acertadamente ha dicho Luis Ignacio. Lo que sí te señalaré que no solo son los colectivos progresistas (si a estos los identificamos con la izquierda); alguna que otra política de derechas también está de acuerdo y defiende la legalización de la prostitución. Eso sí, todos son liberales, y teniendo en cuenta esto, nada nos puede sorprender que consideren legítimo la compra-venta de seres humanos.
Un cordial saludo.
Bueno, aunque en general estoy de acuerdo contigo en lo que señalas, sí quiero apuntar un par de cosas. La primera es que la dignidad de la mujer no depende del lugar en el que realice su trabajo (sea dentro o fuera de casa). Y otra cosa es que no se trata de algo tan simple como de atribuir sin más todos los males de las mujeres a los hombres. No, también está el papel de las mismas mujeres y, por supuesto, las estructuras de pecado que envuelven a todos: hombres y mujeres.
De todas formas, hombres y mujeres somos complementarios y nos necesitamos. Cuando lo que impera es el pecado, la relación entre ambos lleva a la destrucción, de una forma o de otra, de los dos. En ese sentido sí puede decirse que los males de la mujer proceden del hombre, y los males del hombre, de la mujer. Ambos deben dignificarse mutuamente, no degradarse.
Un cordial saludo.
Muchas gracias por tus palabras, me alegro de que te guste.
Un cordial saludo.
6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es hecho un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es.
6:18 Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre cometiere, fuera del cuerpo está; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y no sois vuestros?
6:20 Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
No hay mayor pecado contra el cuerpo de Cristo que la prostitución. Legalizarla sería condenar al infierno a cuantas almas hicieran uso de ella.
-Y puesto que eres Licenciada en Filosofía (especialidad en metafísica). Como ves tú la consubstancia metafísica del Espíritu Santo dentro de su templo físico cuerpo humano.
Una interesante pregunta la que haces. Yo opino y defiendo lo mismo que la Santa Madre Iglesia. De todas formas, no se puede olvidar que en la herencia de la cultura occidental juega un papel muy importante el pensamiento griego (sobre todo el platonismo), que es profundamente dualista. De ahí que nos sea muy difícil, a la hora de la verdad, comprender el cuerpo como algo más que materia "despreciable" o como, al modo de los órficos, el sepulcro del alma. Pero esa concepción no es cristiana, es griega.
Un cordial saludo.
o de forma distinta a como lo hicieron los órficos, que lo consideraban el sepulcro del alma.
La película "Tráfico humano" (2005) ilustra muy bien la realidad de la trata de personas con fines sexuales, tanto de mujeres como de niños. Aviso que es muy dura. Aquí está completa:
http://www.youtube.com/watch?v=s_lJBDxqFKU
Un cordial saludo.
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