La bendición con la Oración "super populum"
Entre los elementos que enriquecen la celebración de la Santa Misa están la bendición solemne o la oración “super populum”, con que se solemniza la bendición final de la Misa.
En la nueva edición del Misal aparece al final del formulario de la Misa diaria esta última oración “super populum”, que se realiza ad libitum, es decir, no es obligatoria, pero sí es aconsejable, porque forma parte de la más antigua tradición romana.
Sin embargo, y en general –salvadas las excepciones que sean- se realiza mal. Si nos vamos al Ordinario de la Misa encontramos cómo se realiza el rito.
Terminada la oración de postcomunión, el sacerdote saluda a fieles diciendo:
V/ El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.
El diácono (y si no lo hay, el sacerdote) indica a los fieles la postura:
V/ Inclinaos para recibir la bendición.
Aquí todos se inclinan y permanecen inclinados hasta terminar la bendición, porque la bendición es gracia del Señor y la recibimos humildemente, como un don.