Repasar el Misal y sus rúbricas (I)
De vez en cuando hay que repasar las rúbricas, las normas de obligatorio cumplimiento para el desarrollo de la Santa Misa, de los sacramentos y de la Liturgia de las Horas.
Las rúbricas son, de algún modo, teología en acto, responden a un porqué, y evitan el capricho y la arbitrariedad de unos y otros, para crear unidad en la liturgia, unidad que es comunión eclesial. Sí, las rúbricas hay que cumplirlas y obedecerlas: es la Iglesia –nadie en particular, nadie por iniciativa propia- quien dispone cómo hay que celebrar. También en esto, “sentir con la Iglesia” y “sentir la Iglesia” es fidelidad a las rúbricas, obediencia fiel de hijos a la Iglesia madre. Se llaman “rúbricas” porque se escriben con tinta roja en los libros litúrgicos.
La primera parte del Misal es un amplísimo documento que se llama Ordenación General del Misal Romano (OGMR) donde se ofrece la teología del sacramento eucarístico y la normativa y rúbrica para su celebración. Este documento merece ser conocido y estudiado.
En la tercera edición de la Ordenación General del Misal romano (OGMR) se explican y se matizan muchas normas litúrgicas, se aclaran algunas rúbricas y se añade alguna más. Para ser fieles, hay que conocer estas rúbricas y, lógicamente, obedecerlas.