El ambón
El ambón: La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un sitio reservado para su anuncio, hacia el que, durante la liturgia de la Palabra, se vuelva espontáneamente la atención de los fieles” (Catecismo de la Iglesia, nº 1184).
En la iglesia ha de haber, de conformidad con su estructura y en proporción y armonía con el altar un lugar elevado y fijo (no un simple atril), dotado de la adecuada disposición y nobleza, que corresponda a la dignidad de la palabra de Dios… El ambón debe tener amplitud suficiente, ha de estar bien iluminado… Después de la celebración, puede permanecer el leccionario abierto sobre el ambón como un recordatorio de la palabra proclamada (SECRETARIADO NACIONAL DE LITURGIA, Ambientación y arte en el lugar de la celebración, 1987, nº 15).
La identidad de nuestras iglesias cristianas tiene, además del altar y de la sede, un tercer elemento, cuya importancia significativa puede parangonarse con los dos ya mencionados: el ambón o lugar de la Palabra.
El uso postconciliar que ha aumentado el número de lecturas bíblicas y el mayor uso de las Escrituras ha influido en la mentalidad bíblica de las asambleas litúrgicas. Pero esta adquisición de lo que representa la Palabra en la liturgia debe manifestarse también, no sólo en la forma de proclamar las lecturas, sino incluso en la materialidad del lugar desde donde éstas se leen en asamblea litúrgica.
Características del ambón
1. El ambón es un lugar, no un mueble. No son tolerables un facistol, o un pequeño atril que se mueve y se cambia de lugar. Establece más bien la actual liturgia que sea un lugar, amplio para estar incluso dos lectores, cuyo caso típico sería la lectura de la Pasión (cronista y sinagoga):
Ha de haber un lugar elevado, fijo… que corresponda a la dignidad de la palabra de Dios[1].
De la misma manera que a través de la visión constante de la mesa del Señor se ha de ir captando cómo todo el anuncio evangélico tiende al festín pascual, profecía de la fiesta eterna, así la presencia destacada y permanente de un lugar elevado ante la asamblea debe ir recordando al pueblo que cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura es el mismo Señor el que está hablando a su pueblo (SC 7). Con ello irá calando en la comunidad que la liturgia cristiana tiene dos partes imprescindibles: la palabra y el sacramento; a estas dos partes corresponden el lugar de la palabra y la mesa del Señor.
2. No es un mueble que se quita y se pone. No se traslada a un rincón cuando acaba la celebración. Queda en su sitio igual que el altar, destacando los dos polos de la celebración, los dos polos de la vida cristiana.
3. Con suficiente separación de la sede y del altar. Pegado a la sede pierde relieve. Los espacios en el presbiterio deben ser amplios y cómodos, que se distingan visualmente.
4. Debe ser fijo. Pegado al suelo, de material noble. Si no hay más remedio que tener un atril, que sea digno, encima de una tarima, con una alfombra, paños, flores… es un lugar privilegiado de la presencia del Señor.
5. Visibilidad. Durante la liturgia de la Palabra la asamblea no sólo debe oír bien al lector, sino también verlo con facilidad. Debe tener, al menos, un escalón propio, que sea un lugar elevado, que se domine a la asamblea bien, y que el lector no quede oculto tras la atrilera con el leccionario.
6. Adornado. El ambón merece cariño y cuidado: paños según los colores litúrgicos, flores… El adorno más expresivo del ambón, cuando éste es una construcción fija, lo constituye el candelabro del cirio pascual. Éste, en efecto, debe colocarse siempre junto al ambón, nunca cerca del altar. Evidentemente, que, si seguimos esta opción, aunque el candelabro permanezca habitualmente junto al ambón, el cirio, en cambio, sólo estará allí durante la Pascua. Este aparecer sólo durante los días de Pascua la columna con su cirio puede ser una manera muy expresiva de significar que la Iglesia tiene su centro en Pascua y que en ningún otro tiempo se siente plenamente realizada como durante la cincuentena pascual.
Para un uso expresivo del ambón
Lo más propio para el ambón es
a) proclamar los textos bíblicos: las lecturas bíblicas, el canto del salmo responsorial.
b) El canto del Pregón Pascual es el único texto no bíblico que, desde la más remota antigüedad se canta desde el ambón.
Menos propio, aunque permitido:
a) Hacer la homilía. Lo más expresivo es desde la sede, pero se puede hacer desde el ambón, aunque se corre el riesgo de equiparar la homilía con la misma Palabra de Dios.
b) Las preces: es preferible “otro lugar", tal vez un atril auxiliar. Pero también el diácono las puede hacer desde el ambón.
Nunca en el ambón (pero sí desde un atril auxiliar, discreto y pequeño):
a) Las moniciones: son palabras de la asamblea a la misma asamblea. Su lugar no es el sitio de la única Palabra.
b) Dirección de cantos
c) Avisos al pueblo.
d) Oraciones presidenciales
e) Rosario, viacrucis, devociones, ejercicios del triduo, etc…
14 comentarios
¿Qué nombre cabe entonces para la utilización del ambón, en una catedral, para un discurso político (como el que realizó hace años el expresidente Kirchner), o para la "prédica" de una "pastora" protestante, nada menos que citando a Lutero, como se hizo hace dos días en la Catedral de San Isidro -Buenos Aires-?.......
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JAVIER.
Entiendo o deduzco que la pregunta es retórica y no requiere una clara respuesta por mi parte; respuesta que cualquiera puede imaginar...
No recuerdo que antaño hubiese algo más que el púlpito, puesto que el evangelio y las lecturas se hacían desde el altar a la izquierda y a la derecha respectivamente. Sin embargo Vd habla del ambón antes. Y yo no recuerdo nada a no ser que se considerara ambón a otro púlpito.
Me ha sorprendido lo de las preces, nunca las he visto fuera del ambón a no ser que el sacerdote lo hiciera desde la sede sin participación de los fieles.
Por estos pagos he visto poner en plan fijo un bello atril pegado en el antiguo púlpito y la verdad es que reúne todos los requisitos de subida (creo que viene del verbo ἀναβαίνω), de visibilidad y de decoro.
A principios de los 70 vi en algunos sitios hacer la homilía desde la sede pero la han cambiado al ambón.
Una pregunta un poco off topic: ¿por qué se ha llamado, y todavía le dicen, lado de la epístola a lado derecho del altar si la lectio no siempre era de la epístola y podía ser una lectura del AT? De hecho se llamaban lectio. ¿Tendría que ver con que la cantara el subdiácono y la epístola fuera más propia de los días de fiesta?
Sí, claro que se distinguían al cambiar el misal con el bonito ceremonial que hacía el monaguillo y quizá por ser el lado izquierdo, según los artistas, el del centro de atención. ¡El vocabulario español está tan influido por la liturgia!
Disculpe con mi oreja siempre me guié por libros y cuando se es muy joven se graba mucho.
Muchas gracias.
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JAVIER:
Hablo de memoria y sin consultar nada, con lo cual puede que no sea totalmente exacto.
El ambón dejó de usarse en el rito romano cuando las Misas van dividiéndose en Misa rezada, cantada, solemne, y en la Misa rezada ya sólo actúa el sacerdote y los acólitos-monaguillos. Todo se hará en el altar.
Pero, si tiene tiempo, busque en Google imágenes de "ambón basílicas romanas", y verá a que me refería en el artículo, por ejemplo el ambón de la basílica de S. Clemente.
Se llama lado de la epístola porque, mayoritariamente, la primera lectura era de una epístola aunque hubiera también algunas veces textos del AT.
¿Podria indicar cuál es la fuente de su información? ¿Qué nivel de autoridad tiene? Es decir, quién la escribe.
En especial ¿De dónde toma las características del ambón?
He consultado el texto del secretariado Nacional de la liturgia y, no he encontrado todo el detalle de las características acerca del ambón que comenta.
Cuando dice que sería mejor proclamar la homilía desde la sede para no equiparar la palabra del sacerdote con la de Dios inspirada ¿Es una intuición personal o tiene algún fundamento en doctores de la iglesia, padres o magisterio?
Gracias
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JAVIER:
Las características del ambón se encuentran en la Ordenación del Leccionario de la Misa, en la Ordenación General del Misal romano y en el Directorio citado del Sdo. Nacional de Liturgia. Además, para describirlo, cualquier buen manual de liturgia que, al tratar de los espacios celebrativos, haga un recorrido histórico (Martimort, Borobio, o El sacrificio de la Misa de Jungmann, etc.).
El uso de la cátedra-sede para la homilía es el uso que vemos reflejado en los Padres de la Iglesia y al cual aluden, como san Agustín, más de una vez (Cf. Olivar, La predicación cristiana antigua). Ahora, recuperando la sede como lugar o espacio para la liturgia, se quiere incidir en su uso, ya que la sede es el lugar del munus docendi del ministerio ordenado. Es, además, lo que sugiere tanto la OLM como la OGMR.
Gracias a ese director, me doy cuenta, en sus post, caso Raúl de Toro, que se poya en el Magisterio, lo tengo incorporado, es el MISMO CRISTO, que Nos GUIA, a TRAVES, del ESPIRITU SANTO desde su MUERTE Y RESURRECCIÖN. Y siempre lo tuve loco, porque siempre tuve miedo, a los que tantos, lamentablemente, no le tienen miedo, a difundir errores, me di cuenta comentando aqui en Infocatólica.Por eso me pueden corregir siempre.
Que Dios lo bendiga y lo haga con la iglesia.
La Musica debe Cambiar, la BELLEZA, el RESPETO!!! a una IGLESIA, entrar despacio, con la Cabeza, la Mente, puesta, en el lugar donde esta el mismo, primero la Santisima Virgen y Terminar con ella, y retirarse de espaldas.
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JAVIER:
Efectivamente, ambón viene del griego "anabanein", lugar elevado.
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JAVIER:
Sí, desde luego.
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JAVIER:
En las actuales rúbricas, no se determina en qué lado ha de situarse el ambón.
"nº71. .... "desde el ambón o desde otro lugar conveniente";
y usted en este mismo articulo pone:
" Menos propio, aunque permitido:
a) Hacer la homilía. Lo más expresivo es desde la sede, pero se puede hacer desde el ambón, aunque se corre el riesgo de equiparar la homilía con la misma Palabra de Dios.
b) Las preces: es preferible “otro lugar", tal vez un atril auxiliar. Pero también el diácono las puede hacer desde el ambón."
asi mismo en el IGMR en el capitulo IV dice:
ª136. El sacerdote, de pie en la sede o en el ambón mismo, o según las
circunstancias, en otro lugar idóneo pronuncia la homilía; terminada ésta se puede guardar unos momentos de silencio.
138. Dicho el Símbolo, en la sede, el sacerdote de pie y con las manos juntas,invita a los fieles a la oración universal con una breve monición. Después el cantor o el lector u otro, desde el ambón o desde otro sitio conveniente, vuelto hacia el pueblo, propone las intenciones; el pueblo, por su parte, responde suplicante. Finalmente, el sacerdote con las manos extendidas, concluye la súplica con la oración."
Y en el capitulo V dice:
"EL AMBÓN
309. La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar conveniente desde el que se proclame, y al que durante la Liturgia de la Palabra,se dirija espontáneamente la atención de los fieles.[117]
Conviene que por lo general este sitio sea un ambón estable, no un simple atril portátil. El ambón, según la estructura de la iglesia, debe estar colocado de tal manera que los ministros ordenados y los lectores puedan ser vistos y escuchados convenientemente por los fieles.
Desde el ambón se proclaman únicamente las lecturas, el salmo
responsorial y el pregón pascual; también puede tenerse la homilía y proponer las intenciones de la Oración universal. La dignidad del ambón exige que a él sólo suba el ministro de la Palabra."
Lo encuentro muy confuso, parece que si, parece que no....,me gustaria me diera su opinón.
Vera que le he puesto también lo que dice el IGMR sobre la homilía pues las dos me confunden. No se que es exactamente un "sitio conveniente" para la Iglesia, ¿un atril movil fuera del prebistero?; en las iglesias pequeñas tener dos ambones en el prebisterio es casi imposible.
Algunos sacerdotes no quieren que se lean las preces en el ambón y hacen la introducion y conclusion desde la sede y un laico desde otro lugar fuera del prebisterio hace las peticiones; pero ellos si hacen la homilía desde él, cuando parece que el IGMR dice que tanto una como otra sea desde el ambón u otro "sitio conveniente".
Perdone Padre que me haya extendido tanto y siento si no me explicado bien. De antemano gracias por su respuesta.
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JAVIER:
Creo que no es tan complicado. Siempre que se pueda, las preces se leen desde un atril auxiliar y no desde el ambón (y el sacerdote en la sede hace la invitación y la oración conclusiva). Si no existe por desgracia este atril auxiliar, entonces desde el ambón.
La homilía se puede hacer desde la sede o desde el ambón, aunque creo más significativo hacerla desde la sede como lugar del magisterio, de la cátedra, de la enseñanza de la fe.
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JAVIER:
ES que las preces son moniciones, orientaciones dirigidas a los fieles (Oremos por... para que...), no son oraciones dirigidas a Dios (Te pedimos por...). De ahí que sea correctísimo un atril auxiliar.
NOs hemos acostumbrado a que el ambón sirve para todo: moniciones, avisos, cantos, preces, rezo del rosario, etc., y sin embargo el uso tradicional lo limita a las lecturas bíblicas, a la homilía (si no se hace en la sede), al pregón pascual y al anuncio de las fiestas pascuales el día de Epifanía. Poco más.
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