Padre de un adepto de la secta asesina de Chile: "a mi hijo le robaron el alma"
El 21 de diciembre de 2012 sucedió un hecho macabro que -a partir de su revelación- impactó fuertemente la opinión pública de Chile. Se trata del dramático episodio en donde un recién nacido fue incinerado por un grupo de jóvenes que estaban convencidos de que el bebé era una amenaza para la humanidad por creer que éste era el “anticristo”. Lo recuerda el medio chileno 24 Horas.
En Info-RIES hemos ido informando sobre este suceso de la denominada “secta de Colliguay". Sus integrantes fueron arrestados cuando se conoció el caso, y se inició la busca y captura de su líder, llamado Antares de la Luz, hasta que fue hallado ahorcado en Cuzco (Perú). Pero continúa siendo noticia por el proceso judicial que se lleva a cabo, con las consiguientes investigaciones policiales.
A casi un año de este demencial y tétrico rito, Verónica Foxley, periodista e investigadora del caso, junto a Jaime Undurraga, padre de uno de los integrantes de la secta (Pablo Undurraga, en la foto), conversaron con Juan Manuel Astorga para dar detalles sobre el estado de “control y enajenación” en el que se encontraban los jóvenes.
“Todos los integrantes de la secta tenían antecedentes psiquiátricos, ellos estaban en busca de un sueño, la felicidad y una vida mejor”, indicó Foxley, quien publicará la historia completa de la secta de Colliguay a través de su libro 5 gotas de sangre, de próxima aparición.
Al respecto, Jaime Undurraga sostuvo que dichos datos son fundamentales para entender la dominación que ejercen los líderes de cualquier secta sobre sus dominados. “Te hacen pedazos la personalidad como un lavado de cerebro”, ya que los líderes como Antares de la Luz se aprovechan de la debilidad de las personas al realizar un “control mental, de comportamiento, de la información y del pensamiento de un individuo”.
Asimismo, señala que las horas de meditación que mantenían diariamente los jóvenes producían en ellos “una vulnerabilidad porque las defensas bajan, el silencio y técnicas de dejar de pensar separa el pensamiento, por eso las fuerzas especiales ocupan la meditación”. A modo de conclusión, Undurraga recomendó que “los padres deben tener mayor conciencia, cercanía y sensibilidad, ya que a mi hijo le robaron el alma”.
La necesidad de información y prevención
“Tras lo ocurrido, comencé a ver cómo mi hijo llegó a esto, y me topé con el fenómeno del dominio mental destructivo. Es un hecho que encuentro implacable y que tiene un poder tremendo. Si uno comienza a tomar en cuenta eso, se da cuenta de cómo funcionan estas sectas”, señaló el padre del adepto, en conversación con el programa “El Informante” de TVN, de lo que se hace eco el medio Entorno Inteligente.
Undurraga insistió en que es un tema del que “nadie sabe como funciona. De hecho, en los colegios se habla de las drogas y el alcohol, pero de este tema no se conversa”. “El control mental destructivo es terrible cuando alguien se encuentra vulnerable. Es algo en lo que no podemos hacernos los lesos. Lo digo desde el ejemplo de mi hijo y los otros muchachos”, añade.
De la experiencia de su hijo en esta secta, explica que el joven se acercó al grupo después de sufrir una depresión al salir del colegio. “Tuvo situaciones complicadas tras eso. Uno puede tener un trauma que puede complicar lo mental”, expresa. A partir de lo que ha investigado, Undurraga insistió en que “a una secta no se ingresa. Te reclutan, de manera muy sutil y mediante un proceso previo”.
“En una secta lo importante es tener muchachos muy bien preparados mentalmente para desarrollar todo los planes” de sus líderes, añadió. También diferenció los procedimientos usados por este tipo de sectas de lo que se conoce como “lavado de cerebro”. “En el control mental destructivo, uno tiene al frente al líder o gurú. En este caso, mi hijo buscaba darle sentido a su vida y a alguien que lo guiara. Y aparece este tipo que puede ser un psicópata muy conmovedor”, relata.
Una espiritualidad como la de Obama y Shakira
Pablo Undurraga cumple hoy prisión preventiva a la espera del juicio oral por el crimen, tal como informa La Nación. Según su padre, Antares de la Luz ejercía el control mental sobre todos sus seguidores, situación que generaba una sensación especial en ellos, ya que pensaban que tenían delante nada menos que a un ser diferente, una especie de gurú y dueño de toda la verdad.
“Primero, se hacía con el control del comportamiento, lo que incluye el determinar qué ropa usa cada persona, los colores que utiliza, lo que se come, para luego dar paso al control de la información: qué leen, qué ven. Pablo vio la película ‘Matrix’ más de 100 veces”, sostuvo.
Entre tanto, Verónica Foxley aseveró que Ramón Castillo Gaete (Antares) decía tener una espiritualidad paralela a algunas personalidades mundiales. “Castillo Gaete creía que era el paralelo espiritual de Chayanne, Obama y también de Shakira en su lado femenino, y su forma de trabajo para llegar a ser líder fue muy minuciosa”, señaló la periodista.
Asimismo, aseveró que el hecho que se descubriera el asesinato del menor le habría significado a Antares un daño a su autoestima, ya que en el viaje que realizó a Cuzco, Antares le decía a su acompañante que le dijera que era Dios, puesto que llegó un momento en que ya no se lo creía.
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