Rtanj: la otra montaña del fin del mundo, en Serbia
En este blog ya hemos informado en más de una ocasión sobre el monte Bugarach, en Francia, un enclave escogido por miles de personas de la órbita de la Nueva Era como lugar de aparcamiento o de salida de naves extraterrestres el próximo 21 de diciembre, fecha supuesta del “fin del mundo maya". Así, hemos publicado una completa noticia sobre el tema, y un artículo de Luis Santamaría en la serie “Fragmentos de apocalipsis”. Pero no es éste el único lugar elevado especial para esa jornada. En el diario El Mundo, Héctor Estepa ha escrito el siguiente artículo sobre el monte Rtanj, en Serbia.
La ‘Hora Cero’ del ‘Día D’ se acerca. Con distintas caras, eso sí: un planeta errante llamado Nibiru podría estar a poco más de una semana de impactar sobre la tierra. Otros aguardan una inversión del campo magnético del planeta e incluso hay quien profetiza la desaparición del mundo engullido por un agujero negro del centro de la galaxia.
Ésas son algunas de las teorías (hasta ahora negadas por la comunidad científica) sobre lo que nos espera el 21 de diciembre, último día en el antiguo calendario de la cuenta larga maya. Si usted cree realmente que el mundo se acabará el próximo viernes, está perdiendo el tiempo para hacer lo más importante: reservar su plaza en un refugio seguro.
En caso de tener dinero y haber conseguido unos días libres de su jefe antes de Navidad, un destino seguro podría ser el Monte Rtanj, en los Cárpatos serbios: cientos de personas se congregarán en el lugar la próxima semana para salvarse del cataclismo.
Profundo en el este del país, Rtanj escondería un preciado secreto en su interior: sería el lugar de almacenamiento de una construcción espacial alienígena abandonada hace decenas de miles de años, quizá millones. El próximo día 21 la estructura se activará y creará una pantalla protectora alrededor de la montaña. Quien esté allí podrá salvarse: eso creen, al menos, los valedores de esa teoría, casi todos escondidos tras el anonimato de internet.
Si bien sus hallazgos no han podido ser demostrados empíricamente, muchos no han querido esperar a comprobarlo en el último momento: el monte, de unos 1.570 metros de altitud y una extraña e inquietante forma piramidal de piedra caliza, está atrayendo a una multitud. Hasta 500 peticiones de reserva al día ha llegado a registrar un hotel de la zona, según el rotativo británico The Telegraph.
Antigua leyenda
Rtanj ha sido especial para los habitantes de la zona, los duros serbios de los Cárpatos, durante cientos de años. Según la leyenda, un mago vivía en un castillo en lo alto de la montaña y allí escondió un enorme tesoro. Tras desaparecer el mago, destruyeron su casa y construyeron una pequeña capilla, destruida años después por caza-tesoros ávidos de riquezas.
Si bien es cierta la existencia de una mina de oro anterior a la Segunda Guerra Mundial en el lugar, nada más ha podido ser comprobado. En internet circulan incluso imágenes de extraños haces lumínicos identificados como OVNIS sobrevolando el lugar en la última década. Hay, incluso, quien realiza un paralelismo entre la forma piramidal de Rtanj y la gran pirámide egipcia de Guiza, haciendo alarde de cálculos muy exactos.
En la red también se especula con la peligrosidad de sobrevolar el lugar por un extraño campo magnético. Incluso podrían estar prohibidos los vuelos en el área. Varias escuelas de aviación serbias contactadas por ELMUNDO.es han negado tal extremo. Las Fuerzas Aéreas del país se han negado a comentar esa información.
El extraño monte es, además, señalado por el célebre novelista británico de ciencia ficción Arthur C. Clarke como un lugar de una especial energía. El autor de 2001: una odisea en el espacio llegó a calificar Rtanj como el ombligo del mundo.
Fin del mundo maya
El fin del calendario maya ha sido fuente de innumerables libros, series de televisión, documentales e incluso películas de Hollywood, aunque tanto la comunidad científica mundial como los estudiosos de la civilización maya e incluso los descendientes del ancestral pueblo han coincidido en asegurar que el mundo no se va a acabar el 21 de diciembre. Tan sólo es un cambio de ciclo, dicen quienes conocen el legado de los antiguos habitantes de Mesoamérica.
Sin embargo, en muchos países del mundo hay quien se ha tomado la advertencia en serio y se está preparando para lo peor: las ruinas mayas en México, Guatemala y Honduras atraerán este año a más visitantes que nunca.
En Estados Unidos hay un ‘boom’ en la demanda y construcción de refugios subterráneos, un chino vende arcas para sobrevivir al cataclismo y decenas de rusos han sufrido ataques de ansiedad e histeria por la cercanía de la fecha. Mientras tanto, en Rtanj, lugar muy popular para los alpinistas y esquiadores serbios, esperan a varios centenares de visitantes estos días. Mejor prevenir, pensarán muchos.
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