La revista Misión y la Nueva Era (y III)
Y después de haber ofrecido las dos entregas anteriores (ver 1ª y 2ª), publicamos ahora la tercera parte del extracto del monográfico que ha ofrecido la revista Misión sobre la Nueva Era.
El Nuevo Orden Mundial
Aunque parece sólo una nueva espiritualidad, los influjos de la Nueva Era llegan hasta la ciencia o la política. Tal y como explica Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), hay señales que llaman la atención: “Todos los movimientos ecologistas radicales, como la ecología profunda o deep ecology acaban poniendo al mismo nivel a los seres vivos y a todo el medio ambiente, lo que lleva a una reducción del valor peculiar del ser humano, y propugna una redivinización de la Tierra”.
Esta consideración de la Tierra como una realidad superior viene corroborada por proyectos como La Carta de la Tierra, patrocinada por la ONU, como señala el profesor Michel Schooyans, doctor en Filosofía y Teología de la Universidad de Lovaina. La Carta de la Tierra abandona, e incluso ataca, el antropocentrismo judeocristiano y romano. El documento se define como una declaración de principios fundamentales para la construcción de una sociedad global justa, sostenible y pacífica en el siglo xxi. Propugna cambios fundamentales en los valores, instituciones y formas de vida, con el fin de evaluar e impulsar la aceptación universal del documento expresamente elaborado para sustituir a los Diez Mandamientos, y llegar a ser el nuevo paradigma ético del nuevo milenio, como declaró en 1992 uno de sus promotores: Mijaíl Gorbachov.
Éste es un ejemplo de cómo iniciativas internacionales tienen detrás elementos de la Nueva Era: que el mundo constituye un todo, dotado de más realidad y valor que las partes que lo componen. En ese todo, el hombre surge como un mero avatar en la evolución de la materia.
En este Nuevo Orden Mundial, las religiones han de fusionarse. Para Luis Santamaría, iniciativas como las cumbres de líderes religiosos auspiciadas por organismos como la ONU “buscan un contacto entre las confesiones religiosas que aboca a la fusión, olvidando las diferencias irrenunciables, más que al verdadero intercambio de identidades”. Una de las promotoras de La Carta de la Tierra, Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz y Mensajera de la Paz de la ONU, declaró: “Hay que reescribir la Biblia. Una biblia, en la que el hombre, el medio ambiente y Dios formen parte de un todo en el que no haya diferencias, para romper con la tradición abrahámica del judaísmo, el cristianismo y el Islam, dominada por el antropocentrismo en el que se le da a la naturaleza una importancia secundaria”.
MENTIRAS PROPAGADAS POR LA NUEVA ERA
Sharon Lee Giganti, ex simpatizante de la Nueva Era, advierte sobre los principlales errores que ha propagado este movimiento:
El potencial humano es ilimitado: “No hay nada que no se pueda tener, o hacer, o ser”.
La desinstitucionalización de la religión: las instituciones religiosas son villanas, especialmente la Iglesia católica, su jerarquía, su dogma y su doctrina.
El relativismo: no existen absolutos morales (el bien y el mal); no existe una norma divina, trascendente, que guíe el comportamiento humano, por eso no tenemos derecho a juzgar o a “imponer nuestra moral” a los demás.
La libertad sin límites: la “nueva tolerancia” pregona una libertad absoluta, que debe reinar por encima de todo.
Las definiciones erróneas de Dios y del ser humano: Dios es una “energía”, una “fuerza”; es el Universo entero, es todo lo que es. Y tú eres “conciencia”, tú eres dios.
Los sentimientos como guía: “Tus sentimientos son la guía más sabia para todos tus asuntos”.
La fusión de las religiones: todas enseñan la misma verdad y todos los caminos conducen a Dios.
La ley de la atracción: “Tú atraes todo lo que te sucede gracias a las vibraciones que generas con tu pensamiento”.
La búsqueda de la “totalidad”: “Todos somos una sola ‘conciencia’ y esa unidad es Dios”, “la separación es ilusoria”, por eso: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo, ya que tu prójimo eres tú” (Eckhart Tolle).
El engaño de la ilusión: “El mundo físico es una ilusión; estamos viviendo un sueño y nosotros podemos cambiar cualquier aspecto del sueño con el pensamiento”.
El mito de la proyección: todos los acontecimientos externos son “proyecciones” de tus pensamientos y sentimientos internos, que surgen como una imagen en una pantalla.
La negación del pecado original: los conceptos de pecado, culpa y castigo son el resultado del “condicionamiento social” y han sido perjudiciales para la raza humana.
La divinización de la naturaleza: El hombre y la naturaleza tienen el mismo valor, sólo se diferencian en su grado de “conciencia”, por eso, el hombre debe adaptarse a la maternidad de la Tierra y obedecer las leyes naturales.
La creencia en la reencarnación: La conciencia se reencarna y es posible acceder a vidas pasadas a través de los sueños, de regresiones y de técnicas de meditación.
ALERTAS
LA ENERGÍA. “Según la Nueva Era, existe la energía y solamente energía. La fe cristiana cree en la existencia de lo estrictamente espiritual: Dios, ángeles, demonios, alma humana”, nos recuerda Manuel Guerra.
LA MAGIA Y LAS PRÁCTICAS ADIVINATORIAS. “Dios prohíbe a sus hijos tomar parte en prácticas de magia, adivinación y brujería. Él prohíbe aquello que pueda hacernos daño o arruinar nuestra relación con Él. Según la definición clásica, es magia todo aquello que implique la manipulación de los ‘poderes del universo’ con el fin de forzar la realidad para que se acomode a nuestras necesidades”, indica Sharon Lee Giganti.
MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS. “El proyecto Gran Simio y algunas propuestas éticas del mismo estilo tienen mucho que ver con la reducción del valor peculiar del ser humano. También algunas iniciativas de promoción del diálogo interreligioso ‘desde arriba’ (Administraciones públicas y organismos como la UNESCO)”, advierte Luis Santamaría.
SANACIÓN POR LA MANIPULACIÓN DE “ENERGÍA”. “La pregunta a hacerse a la hora de considerar una técnica en particular es si trabaja con una falsa idea de la energía ‘espiritual’ que puede ser manipulada. Alerta sobre el reiki, pues se basa en la magia tántrica. Cuidado con el yoga, pues sus mismas posturas tienen significados ocultos e influencias en la psique”, advierte Clare McGrath-Merkle.
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