Quaestiones Quodlibetales
En la alta Edad Media, que en bastantes aspectos era una época más civilizada que la nuestra, existía la noción de que todo profesor de Teología o de Filosofía debía someter sus tesis y afirmaciones a la discusión pública. Sin esta prueba de resistencia a los argumentos contrarios, ninguna postura filosófica o teológica se podía considerar “mayor de edad”. No bastaba afirmar las cosas, había que argumentarlas razonadamente (en contra de la absurda idea de que, en la Edad Media, todo se decidía por el argumento de Autoridad).