17.07.08

Dos mejor que uno. Respuesta a una objeción

Quaestio Quodlibetalis 9. Hace unos días, afirmé que las leyes de plazos en lo relativo al aborto no tienen sentido, ya que ponen límites arbitrarios en un proceso continuo que sólo tiene un salto cualitativo en el momento de la concepción.

Generalmente, quienes niegan que el embrión sea un ser humano, suelen evitar dar razones para ello y se limitan a hablar de otros temas (como el derecho a decidir de la mujer, que no afecta realmente a la cuestión y sólo sirve para confundir el asunto). Sin embargo, una lectora, Asun, me presentó la que, en mi opinión, es la única objeción a esa afirmación que tiene un poco de peso argumental:

Yo veo clarísimo que un cigoto no es un ser humano, puesto que puede dar lugar a dos seres humanos (gemelos monocigóticos).
Si fuera cierto lo que dice Darwin de que el problema es el alma, en este caso en el momento de la concepción no veo como se puede tener un alma que después se divide en dos almas.
Así que si un cigoto aún no tiene alma porque no se sabe si va a ser uno o dos seres humanos, no se le puede considerar un ser humano. […]No puede haber un ser humano aún puesto que podría haber dos si se gemina-o ninguno, si no arraiga el óvulo fecundado. ¿Puede un ser humano existente dividirse en dos? ¿Puede un alma dividirse en dos, si lo ponemos en términos religiosos? Yo diría que no. Ergo, no hay aún ser humano en fase de cigoto.

Esta forma de argumentar es muy gráfica, pero, a mi juicio, resulta engañosa. Es lo que yo suelo llamar un argumento “de caja negra”. Se basa en nuestra falta de conocimiento sobre un tema, para sacar conclusiones que no están bien justificadas, pero de manera que esa falta de conocimiento camufle el error en el razonamiento.

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7.07.08

Bien por Dakota del Sur

Supongo que a los lectores les pasará lo que a mí, que lo único que sé del Estado norteamericano de Dakota del Sur es que debe caer algo más abajo que Dakota del Norte. Sin embargo, desde hoy ha pasado a ser uno de mis lugares favoritos y me haría ilusión ir por allí de vacaciones alguna vez.

He leído esta mañana, en Catholic Online, una noticia que me ha llamado mucho la atención. Parece ser que va a empezar a aplicarse en Dakota del Sur una ley que obligará a que, antes de abortar, las mujeres escuchen la advertencia de que el aborto “acabará con la vida de un ser humano vivo, único, separado y completo”.

Ahí es nada. Parece que los dakotenses no se someten a la tiranía de lo políticamente correcto. Eso es hablar clarito y sinceramente con respecto a los “efectos secundarios” del aborto. Si el Estado tiene la amabilidad de advertir a los ciudadanos que “fumar mata”, lo menos que puede hacer es ofrecer una advertencia del mismo tipo (pero incomparablemente más grave) a las mujeres que quieran abortar.

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5.07.08

Una última oportunidad para Lérida

Probablemente, todos los lectores conocerán el culebrón de los diez años de litigio por la propiedad de las obras de arte de parroquias que antes pertenecían a la diócesis de Lérida y ahora son de Barbastro. A mí, personalmente, me ha causado una gran tristeza, a pesar de que no tengo ninguna relación con esas dos diócesis, más allá de ser católico, que ya es bastante.

Lo cierto es que ya me parece poco adecuado litigar por una causa así ante los tribunales eclesiásticos. Más me gustaría que las diócesis españolas compitiesen por ver cuál es más generosa en favor de las demás, no sólo compartiendo lo que les sobre, sino incluso dando de lo que necesiten para vivir, como la viuda del Evangelio.

Lo peor, sin embargo, es que la cosa no quedó ahí, en un simple acudir de buena fe y amigablemente a la mediación de la Iglesia. La disputa se fue convirtiendo en un circo, con cruces de acusaciones, resistencia continua a obedecer las decisiones de los tribunales eclesiásticos o guiños a las autoridades civiles autonómicas.

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4.07.08

Qué hace falta para volver a la comunión con la Iglesia

Es del dominio público que Mons. Fellay, principal líder de la Sociedad San Pío X fundada por Marcel Lefebvre, rechazó, hace unos días, la generosa oferta de la Santa Sede para volver a la comunión con la Iglesia.

La Sociedad San Pío X exige que, antes de cualquier negociación, se anulen las excomuniones que pesan sobre todos los obispos lefebvrianos, por haber sido ordenados en contra de la prohibición expresa del Vaticano. En mi opinión, no cabe duda de que esta condición es totalmente desproporcionada, ya que equivale a pedir que la Iglesia apruebe formalmente la gravísima desobediencia de un acto cismático. A mi juicio, aceptar algo así implicaría el peligro constante de que se volviese a romper la comunión con nuevos actos cismáticos, en cuanto el Papa tomase alguna otra decisión que no gustase a Mons. Fellay y sus seguidores. De alguna forma, este grupo ha ido colocando sus propios criterios por encima de los de la Iglesia, hasta el punto que resulta imposible una obediencia sincera sin un cambio radical.

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3.07.08

Una catequesis con ocho siglos de antigüedad

Una cosa que me llamó bastante la atención en el viaje que realicé hace poco tierras danesas y que no mencioné en un artículo anterior sobre el tema es que muchas iglesias y catedrales protestantes de Dinamarca son hoy más católicas que nunca.

Como sucedió en otros países, con el triunfo del Protestantismo que rechazaba las imágenes y el culto a la Virgen o a los santos, se destruyeron o vendieron las imágenes y retablos de las iglesias y se cubrieron de pintura los frescos. Los teólogos protestantes, que creían que la naturaleza humana era totalmente depravada y no podía hacer nada bueno por sí sola, desconfiaban de las imágenes y las asociaban a la idolatría. Esa es la razón (junto con la ausencia del Santísimo) por la que las iglesias protestantes suelen ser tan tristes, con las paredes totalmente desnudas.

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