El manifiesto de los 144
A continuación, recojo en el blog la carta que 144 profesores de Teología de habla alemana dirigieron hace unos días a los obispos para “dialogar” sobre temas como parejas homosexuales, fin del celibato sacerdotal, mujeres sacerdotes, divorcio, democracia en la Iglesia, etc. Aprovecho para agradecer a Fredense que la haya traducido del alemán (teniendo que tragarse por ello un bodrio de estas características)
Mis comentarios van en rojo. Es triste que los teólogos digan estas tonterías, mostrando una ignorancia inexcusable en personas con esa vocación. Más triste aún es que confundan la misión del teólogo con una supuesta tarea de redefinir la doctrina de la Iglesia y su vida concreta según los dictados del mundo y de la mentalidad laicista. Todavía más triste es que pidan autocrítica a la Iglesia sin ser capaces de reconocer que son sus barbaridades las que han vaciado parroquias y seminarios. Y quizá lo más triste es que estos hombres, en muchos casos, son los encargados de formar a los seminaristas y religiosos, prolongando así la agonía de una ideología que ha demostrado ser completamente estéril.

Participante invitado: El P. Robert Longshanks es un antiguo anglo-católico que cruzó el Tíber hace cincuenta años. Conocido (a sus espaldas) por sus compañeros sacerdotes como Father “Battleaxe” Bob, se comenta que su propio obispo le tiene algo de miedo desde que le dijo que “el problema de Inglaterra ha sido siempre que sus obispos no están dispuestos a morir mártires”. Actualmente ejerce la cura de almas en una pequeña parroquia de Sussex.
Un lector (Francisco Javier) dejó ayer un comentario en el blog que me hizo pensar bastante. Hablábamos en el último post sobre un político que afirmaba ser contrario al aborto pero, a la vez, como lo más natural del mundo, señalaba que ahora lo verdaderamente importante es la crisis económica. Es decir, lo mismo que habría podido decir casi cualquier político español. Ante esa barbaridad y otras semejantes, decía el lector:
Siento no haber escrito nada en el blog en los últimos días. La causa: mucho trabajo con plazos inhumanos, niños enfermos, falta de sueño y ausencia total de tiempo libre. Es decir, lo normal, pero quizás algo más acentuado de lo normal. La falta de tiempo es una de las plagas de nuestro tiempo.
El entorno de trabajo que alguien se crea dice mucho sobre cómo es esa persona. No sólo la relación con los compañeros, sino incluso los objetos físicos del puesto de trabajo revelan muchas cosas sobre la persona que allí trabaja: fotos familiares, pósteres de vacaciones, orden o desorden, estampas religiosas… Si la cara es el espejo del alma, el puesto de trabajo al menos es su reflejo borroso.



