La conquista de América sub specie aeternitatis
Hablábamos el otro día del legado que dejó España en América. Sin duda, quedaron allí muchas cosas: la lengua, la fe, virtudes, pecados, catedrales, universidades, técnica, cultura, rencores, buenos recuerdos…
No resulta fácil hacer un balance de cuatro siglos de presencia española en América y hay opiniones para todos los gustos. Basta recordar la leyenda negra, que, pese a que la Historia rigurosa la ha desmentido una y mil veces, sigue levantando la cabeza. Estos últimos días Chávez y varios grupos indigenistas volvían a la carga con este tema.
En mi opinión, es bueno mirar este tipo de cuestiones sub specie aeternitatis, como diría el P. Nieremberg.

Me ha encantado una expresión que ha utilizado Leonardo Boff, comentando el tema de la ex-parroquia de Entrevías. Ha hablado del “deber de defender a los pobres” que tienen los obispos. No puedo estar más de acuerdo con él en esto. Defender a los pobres de su grey es una obligación gravísima de todo obispo, de la que, sin duda, el Señor le pedirá cuentas el día del Juicio.










