Las cruzadas y la guerra santa

Recuerdo que, cuando comenzaron a leerse en los periódicos los mensajes de Bin Laden y sus variados satélites, en el marco de la guerra de Afganistán y luego la de Irak, me llamó la atención oír llamar “cruzados” a los cristianos o, en general, a los occidentales. No es esto algo propio únicamente de algunos radicales en oriente medio, también los musulmanes españoles comparten en muchos casos este trauma ancestral. puede leerse un artículo de WebIslam, un foro islámico español en Internet, que interpreta toda la historia de Europa como una consecuencia (perniciosa) de las cruzadas.

Animo a todos los lectores a que no se pierdan la homilía del Papa del domingo pasado (), en la misa de canonización de cuatro nuevos santos. Aunque es mejor que lean la homilía entera, voy a subrayar algunas frases que me parecieron excepcionales.
Acabo de leer, en Germinans Germinabit, un artículo de Oriolt titulado “” que elogia una parroquia barcelonesa. Me ha gustado especialmente una frase (la negrita es mía):
Una cosa que me fascina de los blogs es la posibilidad de que los lectores dejen sus comentarios. En mi opinión, se trata de algo nuevo y revolucionario en la historia de la literatura. Hasta ahora, los articulistas y escritores lanzaban sus escritos “al viento” y no recibían más que alguna crítica aislada de otros escritores como ellos. Con los blogs, cada lector tiene la oportunidad de trasladar, de forma inmediata, sus comentarios al autor y a los demás lectores.
Hablábamos el otro día del legado que dejó España en América. Sin duda, quedaron allí muchas cosas: la lengua, la fe, virtudes, pecados, catedrales, universidades, técnica, cultura, rencores, buenos recuerdos…



