Hoy la Iglesia evangeliza, enseña, cura y es perseguida
Traduzco hoy para el blog el discurso pronunciado por el Arzobispo Silvano Maria Tomasi, como representante permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. El discurso fue pronunciado el lunes pasado en Génova, en el marco del Diálogo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
El discurso es breve, pero incluye unas cifras interesantísimas, sobre el número de cristianos que mueren por su fe cada año (una cifra enorme) y sobre el número de hospitales, centros de enseñanza e instituciones caritativas de la Iglesia en el mundo (otra cifra enorme). Después de presentar todo eso, el Arzobispo se queja de la discriminación de los cristianos en tantos países, incluidos los europeos, y me ha recordado las palabras de Jesús: “¿Por cuál de estas buenas obras queréis matarme?”
Merece la pena leerlo.