Las polémicas jumillanas y lo esencial
Ahora que ya han pasado un par de semanas desde la polémica sobre Jumilla y la decisión de prohibir allí la celebración musulmana de la fiesta del cordero en un polideportivo municipal, creo que se puede hablar del tema más tranquilamente. De otro modo, en lugar de hablar todo suele quedarse en gritar e insultar, lo que no lleva a nada bueno.
La política partidista me aburre soberanamente, así que lo que me llamó más la atención de este tema fue la polémica propiamente católica, entre católicos con posturas enfrentadas. Todas esas posturas se defendían ardientemente y con dureza, alegando principios pertenecientes a la doctrina o al sentido común, que, al parecer, llevaban a conclusiones incompatibles entre sí.