Ariane: profesora de francés, discípula de Cristo (II
Aquí tienen el esperado final de la historia de Ariane, que comenzó en el de ayer.
Me encanta cómo Eulalia cuenta la historia, con esos detalles que la hacen tan expresiva y, sobre todo, transmitiendo sus estados de ánimo en cada momento. Se nota perfectamente su urgencia por anunciar el evangelio.
No se si saben que “Eulalia” significa en griego “la que habla bien". Creo que el Señor podría decirle lo que un día le dijo a Santo Tomás: “Has hablado bien de mí". A mi juicio, es evidente que el cristianismo sólo se transmite por contagio. Cuando alguien se topa con una persona con una fe profunda, una esperanza firme y una caridad llena de vida, quiere tener también ese algo especial que ve en ella y que no es más que la presencia de Cristo. Así se convirtió el mundo hace dieciocho siglos y así tiene que suceder también hoy.