El Monasterio de la Santa Espina (V): Doña Susana Montes Bayón, los Hermanos de La Salle y lo que la Providencia siga disponiedo

Explica acertadamente don Antolín Gutiérrez[1] que la solución de los problemas religiosos y sociales pasa por hacer realidad esta respuesta del Catecismo:

«No hacer mal a nadie ni en hecho, ni en dicho, ni aun por deseo.

Con esta sola regla puesta en práctica estarían demás los Códigos. Con ella sola se evitarían las consecuencias desastrosas de las escuelas sin Catecismo, que enseñan a fabricar con su química explosivos que siembren la muerte entre inocentes, a incendiar sacrílegamente moradas religiosas, a remover y profanar con repugnante cinismo tumbas sagradas; a desechar, como un estorbo, la autoridad y la ley, para a sus anchas poder vegetar en el fango de todos los vicios y con el desenfreno de todas las pasiones criminales.

Las escuelas fundamentadas en el Catecismo, y mucho más todavía las escuelas regidas por religiosos, como las fundadas por la Excma. Sra. Marquesa de Valderas en la Santa Espina, son insustituibles.»

Y así es. Nada tiene que ver la enseñanza laica con la basada en el Catecismo. Y esa verdad resulta cada día más patente y más incuestionable.

Después de la exclaustración de los cistercienses por culpa de los decretos de los liberales en 1835, el Monasterio de La Santa Espina quedó abandonado. Los bárbaros de la Revolución pretendían borrar la religión del mapa de España.

Don Julio Caro Baroja señala que, además de las consecuencias económicas, la supresión de las órdenes religiosas tuvo unas «consecuencias enormes en la historia social de España». Caro Baroja cita al liberal progresista Fermín Caballero, quien en 1837, poco después de la exclaustración, escribió:

«La extinción total de las órdenes religiosas es el paso más gigantesco que hemos dado en la época presente; es el verdadero acto de reforma y de revolución. A la generación actual le sorprende no hallar por parte alguna las capillas y hábitos que viera desde la niñez, de tan variadas formas y matices como eran multiplicados los nombres de benitos, gerónimos, mostenses, basilios, franciscos, capuchinos, gilitos, etc., ¡Pero no admirarán menos nuestros sucesores la transformación, cuando tradicionalmente solo por los libros sepan lo que eran los frailes y cómo acabaron, y cuando para enterarse de sus trajes tengan que acudir a las estampas o a los museos! ¡Entonces sí que ofrecerán novedad e interés en las tablas El diablo predicadorLa fuerza del sino y otras composiciones dramáticas en que median frailes!»

Que en el futuro solo se sepa quiénes eran los frailes por los libros, por las estampas o por los museos. Erradicar la fe del pueblo: en eso consiste la revolución liberal. Acabar con la fe y con la Iglesia: eliminar capillas y hábitos.

La obra de demolición de los liberales la continuarán, años después, comunistas, socialistas y anarquistas durante la Segunda República quemando conventos, templos e imágenes; asesinando católicos y persiguiendo a la Iglesia con más saña que nunca.

La violencia en contra de la Iglesia católica era asumida por los líderes obreros. Así, el líder del POUM, Andrés Nin, en un mitin llevado a cabo el 1 de agosto de 1936, proclamó que la “cuestión religiosa", a diferencia de la ineficaz legislación republicana “burguesa", había sido “resuelta” gracias a la acción revolucionaria de la clase obrera:

La clase obrera ha resuelto el problema de la Iglesia, sencillamente no ha dejado en pie ni una siquiera (…) hemos suprimido sus sacerdotes, las iglesias y el culto.

Andrés Nin, La Vanguardia, 2/08/36. Biblioteca de La Vanguardia

Por su parte, en un artículo de opinión en Solidaridad Obrera, el órgano de expresión de la CNT, del 15 de agosto de 1936, se comentaba los planes por moderar la revolución en algunos aspectos, a excepción del conflicto con la Iglesia, ilustrando la intransigencia anticlerical de parte del movimiento revolucionario:

Los templos no servirán más para favorecer alcahueterías inmundas. Las antorchas del pueblo las han pulverizado (…) Las órdenes religiosas han de ser disueltas. Los obispos y cardenales han de ser fusilados. Y los bienes eclesiásticos han de ser expropiados.

Solidaridad Obrera, 15/08/36

Y así lo hicieron. Don Manuel Irujo, que fue ministro sin cartera desde septiembre de 1936 a mayo de 1937 en los dos Gobiernos de Largo Caballero, y ministro de Justicia en el de Negrín desde el 18 de mayo de 1937, fue el encargado de elaborar el memorándum sobre la persecución religiosa, presentado el 7 de enero de 1937 al Consejo de Ministros,​ en el que se daba cuenta de la magnitud de lo acontecido:

La situación de hecho de la Iglesia, a partir de julio pasado, en todo el territorio leal, excepto el vasco, es la siguiente:

a) Todos los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio.

b) Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido.

c) Una gran parte de los templos, en Cataluña con carácter de normalidad, se incendiaron.

d) Los parques y organismos oficiales recibieron campanas, cálices, custodias, candelabros y otros objetos de culto, los han fundido y aun han aprovechado para la guerra o para fines industriales sus materiales.

e) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos, llevando a cabo -los organismos oficiales los han ocupado en su edificación obras de carácter permanente.

f) Todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados y derruidos.

g) Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles; hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso.

h) Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención privada de imágenes y objetos de culto. La policía que practica registros domiciliarios, buceando en el interior de las habitaciones, de vida íntima personal o familiar, destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas, libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo recuerda.

Se les pidió a los católicos renunciar a su fe y se mantuvieron firmes en esa fe y en su amor a Cristo. Con ello se pretendía borrar la fe y toda huella religiosa, en aras de una ideología totalitaria llena de odio contra Dios y contra la religión. Ideas marxistas y liberales, plasmadas en personas concretas, se proponían borrar a Dios del mapa.

Pero, en medio de tanta destrucción y de tanto odio, prevalecieron el amor y la caridad.


Volvamos a 1835. Así cuenta la historia del Monasterio  don Antolín Gutiérrez:

La tempestad revolucionaria descargó el rayo de la barbarie sobre el centenario Monasterio; mas por entre los arcos rotos de sus ruinas surgió otra nueva fundación, en donde la Religión y la Ciencia volvieron a vivir como dos hermanas, protegiendo ambas a la par a una multitud de huérfanos desvalidos, puestos allí al amparo de educadores religiosos por la caridad cristiana.

Velaba un ángel tutelar el solitario Monasterio, y la Providencia impidió que tanta grandeza viniese a la nada. La fiera de la revolución no pudo clavar a su gusto las garras en el venerando tesoro. Fuerza es, sin embargo, echar un tupido velo sobre las primeras vicisitudes del Monasterio y de sus fincas en aquella desgraciada época de latrocinios.

Puesto en venta el Monasterio con sus anejos, le adquirió en pública subasta el año 1837 el exministro y Director del Banco don Manuel Cantero, que se vio precisado a cederlo, por motivos que no son de referir aquí, a don Ángel Álvarez, Marqués de Valderas, en 1865.

Muerto el Marqués, alcanzó al Monasterio aquella mirada protectora de que hablaba sentidamente Cuadrado, y esta mirada fue de la excelentísima señora Marquesa de Valderas, doña Susana de Montes y Bayón, quien, impulsada por sus cristianos sentimientos, desarrolló en el antiguo edificio, en armonía con las necesidades de la época, una idea grande, noble, generosa, que ha grabado su nombre entre las damas castellanas insignes con caracteres imborrables e imperecederos: la Fundación de Escuelas públicas gratuitas con Asilo para huérfanos. De este modo se soldaron en el Monasterio los tiempos antiguos y los presentes, volviéndose allí a reanudar el interrumpido himno de las alabanzas al Supremo Hacedor y el cántico incesante del trabajo.

No apareció la Orden cisterciense bajo las bóvedas de los claustros, pero sí su pensamiento, puesto que se fundaba una Escuela de Agricultura dirigida por otros religiosos; y San Bernardo, «persuadido de que el trabajo es un principio de salvación, no reducía a los Monjes a una inerte soledad, sino que los obligaba a ocuparse en tareas literarias y agrícolas, en rotura de terrenos y en conservar y multiplicar los monumentos del genio humano».

Desaparece el Císter, pero, gracias a doña Susana Montes, el Monasterio sigue en pie y continúa trabajando para el fin para el que fue creado: la gloria de Dios y la salvación de las almas. Desde 1888, serán los Hermanos de La Salle quienes tomarán el relevo y pondrán en marcha en La Santa Espina un orfanato, una escuela y un centro de capacitación agraria, el primero de España.

Doña Susana de Montes y Bayón funda el Asilo con Escuelas en el antiguo Monasterio, para recoger en él  a muchos pobres huérfanos y enjugarles las lágrimas de la orfandad.

Muere doña Susana el 10 de septiembre de 1893. Poco después se coloca una lápida de mármol a la entrada de la escalera monumental que se alza entre los dos claustros. En ella se puede leer:

Fundó estas Escuelas y Asilo la Excma. Sra. Doña Susana Montes y Bayón MARQUESA VIUDA DE VALDERAS en 24 de Enero de 1886, y a propuesta del Consejo de  Ministros tuvo a bien S. M. el Rey concederla el título de CONDESA DE LA SANTA ESPINA en memoria de su celo por la enseñanza y caridad. Falleció el 10 de Septiembre de 1893

Como dato curioso, la Escuela de Agricultura de La Espina fue invitada a concurrir a la Exposición Universal de Chicago de 1893. Y, comenta Antolín Gutiérrez,

«En tres meses de actividad se hicieron varios cuadernos de hermosos trazos caligráficos con letras de diversas clases: inglesa, redondilla francesa, gótica inglesa y alemana, bastardilla española, de molde, etc., pertenecientes a la primera sección de las tres que comprendían los trabajos que habían de enviarse. La segunda sección abarcaba lo tocante al dibujo: de adorno, lineal y de figura, planos de la casa, patios, fachadas, etc.; y la tercera sección comprendía los trabajos manuales, reproducciones exactísimas en madera, palomares modernos, colmenas, cuadras, etc., obras que todavía puede admirar el visitante.

Todos estos trabajos fueron enviados a París, y desde allí, en unión de otros del Instituto, a Chicago. El fruto que obtuvo la Escuela de Agricultura de la Santa Espina fué un Diploma de honor. Este honroso «Diploma» fué el comienzo de los premios que habían de seguirse; porque al llamamiento que hizo «El Centro de Labradores» de Valladolid el año 1897 para llevar a efecto una Exposición regional agrícola en la capital castellana, respondió la Escuela de Agricultura da la Santa Espina, enviando buenos ejemplares de aves de corral y animales de pezuña, y varios productos agrícolas. En todo ello se ocupó la Prensa vallisoletana laudatoriamente.»

El 4 de octubre de 1899, se llevó a cabo la reapertura del templo del Monasterio. El Rey de cielos y tierra, volvió a su Casa, maltratada por las hordas de impíos. En abril de 1899 se comenzó la restauración y en septiembre quedó disponible el templo hasta el crucero. El 25 de julio de 1907, fiesta de Santiago, se bendijeron el crucero, la Capilla Mayor y las capillas colaterales.

En 1905, el obispo de Palencia aprueba, con el visto bueno del Vaticano, que se vuelva a venerar la santa reliquia en el Templo de la Santa Espina. «Y pedimos a Dios Nuestro Señor que por su culto y devoción obtengan los fieles gracias espirituales para el alma, y temporales, si así conviniere para mayor gloria suya. Dado en Palencia, a 15 de Mayo de 1905.— + Enrique, Obispo de Palencia».

El 18 de junio de 2022, los Hermanos de La Salle se despiden del Monasterio de la Santa Espina, en el que desarrollaron su labor durante tantos años, recibiendo el más que merecido homenaje de cuantos sabemos apreciar y valorar su labor: 134 años de dedicación a la enseñanza en el Monasterio. Damos gracias a Dios por tanto bien, por tantas vidas dedicadas a dar gloria a Dios y a llevar almas al cielo mediante la labor educativa dentro de las paredes de esa santa casa fundada por doña Sancha Raimúndez en 1147 y refundada por doña Susana Montes Bayón, Marquesa viuda de Valderas y Condesa de La Santa Espina, en 1886.

La Fundación Educatio Servanda tomará el relevo de los hermanos de La Salle, si Dios quiere, a partir del próximo curso. La Divina Providencia ha velado por el Monasterio durante 875 años. La Santa Espina lo protege y lo bendice. Y quiera Dios que lo siga haciendo durante muchos años más y que, por el culto y la veneración de la Santa Espina, obtengamos los fieles toda clase de bienes espirituales y materiales, si así conviene a la mayor gloria de Dios.

 

Pueden leer también:

El Monasterio de La Santa Espina I

El Monasterio de La Santa Espina II

El Monasterio de La Santa Espina III: el reconocimiento de don Juan de Austria por Felipe II

El Monasterio de La Santa Espina (IV) y la Peste Liberal



[1] Gutiérrez Cuñado, Antolín, Un Rincón de Castilla. Reseña Histórica del Monasterio de la Santa Espina. Imprenta Ibérica, Madrid, 1913, página 219

 

1 comentario

  
Josep
Soy maestro y sacerdote, ¿podría ejercer y trabajar allí? Gracias.
_____________________________
Pedro L. Llera
Eso no depende de mí. Dependerá del nuevo arzobispo de Valladolid
y del Presidente de la Fundación Educativo Servanda, que es don Juan Carlos Corvera.
18/06/22 11:11 AM

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