¡Quién los viera y quién los ve!
Como se sabe, el pasado 3 de junio dio Su Eminencia Reverendísima el Sr. cardenal Martínez Sistach un decreto nombrando canónigos del capítulo catedral a cuatro sacerdotes de la archidiócesis: los reverendos Mn. Sergi Gordo Rodríguez, Mn. Josep Serra Colomer, Mn. Josep M. Turull Garriga i Mn. Josep Vives Trabal. Ya se ha tratado en las páginas virtuales de Germinans sobre este asunto, poniendo en claro cómo estas designaciones del Cardenal-Arzobispo no son sino un blindaje ofrecido a sus incondicionales para los tiempos –que llegarán– de las vacas flacas, es decir para cuando un nuevo prelado ocupe el trono de San Severo (cosa que sucederá en unos tres años, Dios mediante).
Aquí nos queremos ocupar más bien de la contradicción que supone el que personas que (con la honrosa excepción de Mn. Vives) eran hasta la víspera progres declarados y se les daba un ardite la institución del cabildo, considerada como cosa trasnochada y resabio de los tiempos monolíticos preconciliares, vengan ahora a vestirse con los capisayos canonicales. ¡Cuántas veces no habremos oído las burlas crueles de tantos exponentes del llamado “cristianismo de base” a costa de los pobres canónigos a la antigua, que, contra viento y marea, prestaban su servicio en la catedral, manteniendo el culto oficial de la Iglesia, confesando a los penitentes, rodeando al Sr. Arzobispo en las grandes ocasiones!

El pasado domingo se inauguró el nuevo estadio del R.C.D. Espanyol, a las siete y media de la tarde n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach realizó la ceremonia de bendición, acompañado de su jefe de protocolo el Sr. Eduard Subirà (el que se saltó el protocolo, como ya dije en otro artículo) que le sostenía el agua bendita y eso que también estaba su secretario y sacerdote el Rvdo. Alfred Sabaté.
Más frecuente que la celebración de la Misa
Manuel Cuyàs, un antiguo pedidor sin éxito de gracias a los socialistas (pues el PSC no quiere gente que piense autónomamente) y luego convertido en biógrafo de Jordi Pujol, en contertuliano de Radio y TV y en persona cada vez mas respetuosa con lo católico, escribía con ironía en el suplemento dedicado a la fiesta de las Santas de Mataró en El Punt Diari, julio 2009, p. 4, lo siguiente: 




