La France , mere aînée de la Catalogne (pues que se note)
Los catalanes católicos nos hemos “enmirallat” (hemos querido emular con admiración) en la Iglesia en Francia desde los años sesenta. El tremendo impacto de la Nouvelle Théologie en Cataluña se explica por la existencia de un presupuesto cultural interno que tendía a ver a Francia como la madre buena, culta y europea desplazada por la madrastra España, ignorante, gris, franquista y opresora.
Las dos trampas históricas de la relación Cataluña-Francia
Los catalanes nacimos como pueblo dentro del Imperio Carolingio cuando los habitantes de Gerona en 785 se levantaron contra el árabe invasor y pidieron con éxito ayuda a Carlomagno. Nuestros antepasados quedaron encuadrados dentro del Imperio Carolingio. Desde esta fecha hasta la restauración de la sede primada de Tarragona confirmada en 1154 por dos bulas de Anastasio IV, nuestra sede metropolitana fue Narbona. La reforma monástica medieval y el movimiento de las “canòniques agustinianes” (colegiatas de sacerdotes regulares) catalanes se llevaron a cabo en el espacio lenguadociano y provenzal (Lagrasse, Sant Víctor de Marsella, San Rufo de Aviñón…). Todo ello explica el éxito y lo anticipado de la reforma gregoriana en Cataluña, respecto del resto de España, anulando todo rastro de rito hispánico anterior.

El párroco de Santa María de Mataró autoriza que se grabe en su parroquia
Este domingo de Corpus amaneció lluvioso en Barcelona. Fue una lluvia fina, suave, persistente; que cesó totalmente a partir del mediodía. A las 18,30 h. estaba programada la tradicional procesión del Corpus por las calles adyacentes a la Catedral. La celebración de la Misa estaba prevista en la propia plaza de la Seu. Al aire libre. ¡Qué gran alegría! Una celebración católica en la calle. Después de las protestas por las beatificaciones intra muros del Doctor Samsó y del Padre Tous, se iba a celebrar públicamente una misa en las calles de Barcelona. Ciertamente, por la mañana la llovizna parecía amenazar la suspensión del acto. Pero, repito, antes de las cuatro de la tarde ya había parado de llover y salió tímidamente el sol. Las nubes alternaban con los claros y se descartaba cualquier amenaza de chubasco. Nadie se iba a mojar en la plaza de la Catedral. Eso creíamos los que nos desplazamos allí. Ingenuos. El acto se suspendió, pese a la bonanza atmosférica que se observa en la foto, tomada poco antes de la hora en que estaba señalado su inicio. La misa se celebró en el interior de la Basílica así como la procesión que finalizó en el claustro. La verdad es que la asistencia de fieles fue numerosísima, teniendo que cerrar las puertas de la Catedral. Pero Jesús Sacramentado no salió a las calles de Barcelona. Ahí se quedó la tarima para la misa, con su funda ya completamente seca.
Queridos hermanos en Cristo: