Interesante testimonio de un sacerdote
† …, 30 de junio de 2010.
Estimado Aurelius Augustinus:
Me permito molestarte porque hace tiempo quería manifestarte una inquietud que me asalta en los últimos tiempos. Te tuteo con la libertad que me dan mis años. Soy un sacerdote de 83 años y fui ordenado hace 60, durante el año santo 1950. Tuve la gracia y el privilegio de conocer al papa Pío XII durante una de sus tantas audiencias. Fue durante un viaje ese mismo año, regalo de mis padrinos de ordenación. Yo viví las glorias de esa Iglesia que parecía monolítica y que nunca iba a vacilar. En el seminario nos inculcaron que la continuidad de la Tradición era la garantía de su estabilidad. Y esa estabilidad se hacía palpable en la liturgia, que era para nosotros intocable, sagrada. Cuando me entrenaba para decir misa en las clases de liturgia celebrando lo que entonces se llamaban “misas secas” (o sea sin consagrar las especies), mi profesor me dijo que lo tenía muy fácil: “todo está especificado y no tienes nada que inventar: sigue las rúbricas al pie de la letra y no fallarás”. Tenía razón. Siempre obedecí las rúbricas y nunca me arrepentí de hacerlo. La Iglesia ya había pensado en todo y era maravilloso ver cómo desde Alaska hasta la Cochinchina los ritos católicos eran exactamente los mismos, lo cual expresaba claramente su nota de unidad.

Toda empresa a la hora de constituir el inventario de bienes que le permiten ejercer su actividad, que en realidad es incrementar su patrimonio y sus beneficios, reserva junto a los valores inmobiliarios, mobiliarios y líquidos, un lugar cada vez más importante al que llaman “capital humano”. Y obviamente su valoración no es cuantitativa, sino cualitativa; y aunque no se le asigna valor económico, es un activo que se valora en sus justas dimensiones no sólo a la hora de los inventarios, balances y transmisiones o fusiones, sino también y sobre todo a la hora de diseñar las políticas de empresa.
Hace pocos días se concedía el premio "Església Plural" al Rvdo Josep Maria Totosaus Martorell, que es poco menos que si Germinans Germinabit concediera un premio y se lo dieran a Prudentius de Bárcino, a Oriolt o a un servidor, porque la conexión entre este sacerdote y el grupito de críticos progresistas de "Església plural" es más que evidente. De hecho la revista que dirige el Rvdo Totosaus ("El Pregó") no tiene ni siquiera web propia, sus números están albergados precisamente en la web de "Església Plural".
Una de las paginas web anti-Germinans se ha convertido en un salón de la difamación. Un lodazal activo y en tiempo real, que evidencia que no es posible expresar en público la más mínima disidencia, sin ser amenazado o insultado. La histeria anti-Germinans ha pretendido (y pretende) silenciarnos de mil maneras. Sin embargo, todavía no había alcanzado estos niveles de zafiedad, grosería y vulgaridad.
Entre los temas que nos ofrece la web de l’Arxiprestat de Gràcia en su página de inicio, está el del encuentro interreligioso por la libertad y la convivencia en Manresa los días 18 y 19 de junio. Hagámonos la composición de lugar: en la página de inicio aparece la selección de los 24 temas supuestamente más identificativos del espíritu de la web (cinco de ellos Not Found). De éstos, Actualitat, Agenda, Misses, las crónicas del arciprestazgo y una colección de Power Points son secciones fijas. La única invitación que les hace el arciprestazgo a sus feligreses, la única actividad “religiosa” programada (aparte del culto ordinario, claro está) es la TROBADA INTERRELIGIOSA 18-19 de juny. 




