Capítulo 1º: Los gestos sacramentales
A) LA IMPOSICIÓN DE LAS MANOS
Los gestos sacramentales son dos:
A)La imposición de las manos
B) El signo de cruz
A) La imposición de las manos
El gesto más importante, el primero entre todos los gestos litúrgicos, explícitamente elevado a dignidad sacramental, es la imposición de las manos (keirotonìa) que constituye un elemento esencial en la administración de la Confirmación y en el Orden. Los Hechos de los Apóstoles indican expresamente que los apóstoles invocaban al Espíritu Santo sobre los nuevos bautizados (neófitos) y consagraban nuevos ministros del culto “imponiendo las manos” (Act. 8,17- Act. 13,3)
Pero en la liturgia de la Iglesia antigua ese gesto era también utilizado en el ritual de los otros sacramentos, incluida la Eucaristía. Entraba en la preparación de los catecúmenos al bautismo; en la absolución de los pecadores y en la reconciliación de los penitentes: la frase “imponere manum in poenitentiam” era ya antigua en tiempos de San Cipriano (+258); en la celebración de la Eucaristía: “imponens manum in eam (oblationem) cum omni presbiterio ” prescribe la Traditio para el obispo neoconsagrado (que imponga las manos sobre la ofrenda con todo el presbiterio); en la unción de los enfermos: Orígenes traduce el texto de Santiago “orent super eum” (oren sobre él) diciendo “imponant ei manum” (imponiéndole las manos).