Capítulo 5º: Los gestos de la penitencia (1ª parte)
Los gestos a los cuales oficialmente la Liturgia reconoce un carácter de arrepentimiento y de penitencia son principalmente tres:
a ) La genuflexión
b ) Los golpes de pecho.
c ) La inclinación profunda del cuerpo.
La genuflexión
La genuflexión es la actitud natural de aquel que, sintiéndose culpable, demanda perdón y gracia: Inflexio genuum poenitentiae et luctus indicium est (1) . Cristo ha trazado el retrato en el publicano del Evangelio, que de rodillas, con la cabeza inclinada y golpeándose el pecho, implora piedad del Señor. La oración de rodillas fue por esto, desde el siglo II, característica de los días de estación, dedicados a la penitencia y al ayuno. "En ellos — escribe Tertuliano —, toda oración se hace de rodillas, porque debemos expiar nuestros pecados delante de Dios." Al contrario, en las dominicas en el tiempo de Pascua a Pentecostés, conmemorativas de la gloria de la resurrección de Cristo, por una tradición que San Ireneo hace remontar a los apóstoles, estaba absolutamente prohibido arrodillarse y ayunar.