Eugenesia, Eutanasia, Eunuquía*
Hay eunucos que desde el vientre de su madre se hicieron así; y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos que se hicieron eunucos a sí mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda.
Mt 19, 12
¡Sorpresa! La inmensa mayoría de los políticos suizos están a favor de los minaretes; y sin embargo, una holgada mayoría absoluta de sus representados están frontalmente contra éstos. Los representantes políticos están consternados y avergonzados porque sus representados se han colocado fuera de lo políticamente correcto y de la modernidad. ¡Qué cosas!, ¿no? En el aborto está ocurriendo algo parecido. Los súbditos de nuestros representantes (puesto que como a tales nos tratan) estamos mayoritariamente contra el aborto; pero ellos, ¡tan modernos!, están a favor. Y para imponer su pensamiento único están impartiendo en la escuela la educación de la mujer-objeto para ellas y la de hijo-objeto para el feto, imponiéndoles tan alegremente a ambos, madre e hijo el sangriento sacrificio del aborto. Como remedio a tanta memez, me permito recordar el texto que encabeza este artículo: “el que es incapaz de comportarse correctamente con las mujeres –viene a decir esta cita- ¡que lo castren!”. Y puesto que la cirugía moderna nos ofrece una fórmula de “castración” reversible, la vasectomía, ¿por qué no tendríamos que elegir esta fórmula en lugar del aborto? ¿Porque afecta al varón? ¡¡¡Ahhh!!! Pero es que además tiene la ventaja de no llevar aparejada la miseria moral del aborto. ¿Y? ¡Ah!