Hundimiento del Seminario Menor
En cualquier empresa del ámbito público o privado, no ya la descapitalización de la misma, sino la simple pérdida de ganancias o beneficios conllevaría la destitución del director general o el relevo del gerente de esa sociedad. Por incapaz, por mal gestor, por defraudar culpablemente o no, las expectativas de ganancia que estaban en él depositadas. En una palabra: por inútil.
En la archidiócesis de Barcelona, la de peor gestión y la de más ínfimos resultados pastorales , eso no sucede así.
Si al acabar el curso, a cualquier rector de Seminario se le marchasen la mitad de los chicos del Seminario, la destitución sería fulminante. Si cabe, aún más pensando en todos los apoyos y apuntalamientos que su persona y cargo han recibido de parte de un Arzobispo que ha intentado dos veces promocionarlo a obispo auxiliar.