Corpus en el atrio de los gentiles
Ya les he dicho en más de una ocasión que quién quiera conocer el verdadero atrio de los gentiles tiene que desplazarse hasta el barrio de El Fondo de Santa Coloma de Gramenet y acudir a la parroquia de San Juan Bautista. Pero nunca había experimentado la sensación que tuve en la procesión del Corpus que se llevó a cabo este domingo. Téngase en cuenta, para quien todavía no lo conozca, que nos hallamos en pleno Chinatown del suburbio barcelonés. Allí donde habitan los chinos pobres. Y junto a ellos una pléyade de latino-americanos, africanos, eslavos, árabes, hindúes,etc. La ONU en miniatura. Y ahí es nada: en ese laberinto de calles estrechas, viviendas arracimadas, locutorios de internet, peluquerías chinas, tiendas kebab y colmados pakistanies se desarrolla la procesión del Corpus más larga y multitudinaria de toda la diócesis barcelonesa. Dos mil personas se congregaron, a las seis de la tarde, bajo un lorenzo inclemente. Casi dos horas de duración. El recorrido amplio y generoso, por todo el perímetro de la parroquia: Calle Verdaguer, Irlanda, Rambla de San Sebastían, Beethoven, Plaza Reloj, para llegar a la entrada del templo, sobre la que se hallaba un esplendido manto floral, instalado desde las siete de la mañana. Que en El Fondo se madruga.