Dos curas germinantes
Les decía en mi artículo de la semana pasada que los sacerdotes barceloneses habían perdido el miedo a disentir de su arzobispo (¡y del ambiente políticamente correcto eclesial!) y ya no les paraba nadie. En alguna otra ocasión, ya les he recordado que el cronómetro está puesto y no hay marcha atrás. Cada semana se están sucediendo los ejemplos. Lo que empezó de manera timorata, anecdótica, casi limitada a esta web, está alcanzando visos de seriedad. Hoy les traigo a colación dos hechos (que no tienen nada que ver uno con otro) pero que ejemplifican que el clero jasp barcelonés ha decidido revelarse, dar un puñetazo en la mesa y empezar a enseñar sus poderes, que no son otros que sus templos llenos, una inmensa labor social, la economía de sus parroquias saneadas, una ortodoxia doctrinal y un estilo valiente, audaz y dinámico.