El ejemplo de la parroquia de Núria
Justo detrás de la Avenida Diagonal, en su confluencia con la calle Aribau, en la pequeña calle del Bon Pastor, se encuentra uno de los ejemplos germinantes más significativos de la diócesis barcelonesa. Se trata de la parroquia de la virgen de Núria. Abierta de 9 a 21 horas. Les recomiendo que la visiten un día. Por la mañana acuden las amas de casa que van a la compra, al mediodía los ejecutivos y administrativos antes o después de comer, por la tarde jubilados o madres que van a recoger a sus pequeños al colegio. Siempre hallarán un remanso de paz en esa zona tan transitada de la Ciudad Condal. Un templo pulcro y respirable, con un hilo musical gregoriano que no descansa y con el goteo constante de fieles, que hacen un alto en su camino o en sus obligaciones y dedican unos minutos a la oración, a la visita al Santísimo o a venerar a la Virgen. Además, desde hace un año cuenta con un carillón, audible en aquella vía principal, que recuerda a todos que allí hay un espacio en el que se halla el Señor.