Rebelión en la Facultad de Teología
Con el inicio del próximo curso lectivo, el decano de la facultad de Teología de Cataluña, Armand Puig Tàrrech, cumplirá dos trienios en el cargo, por lo cual, según la normativa vigente, ya no puede optar a la reelección. Cual sucedió en los precedentes relevos es usual que la designación se produzca antes del verano, al objeto de que el nuevo decano se halle al frente del centro docente una vez se inicie el año académico. En tal caso, es preceptivo que el claustro de profesores presente una terna al cardenal Martínez Sistach, en su calidad de Gran Canciller de la facultad, siendo costumbre que se admita y designe al primero de la terna. Sólo ha existido un precedente en el que tuvo que decidir el arzobispo, concretamente en la elección de Armand Puig, que quedó empatado con el doctor Manuel Claret, delegado de Pastoral Familiar.
Pero Sistach, a pesar de su formación canonista, ha decidido esta vez saltarse la norma a la torera y proponer una tercera elección de Armand Puig. La postura del cardenal ha sentado como un tiro al claustro profesoral, cuyos miembros -en su práctica totalidad- se han decantado por rebelarse contra la determinación del Gran Canciller y, ni cortos ni perezosos, han votado la nueva terna y han pasado a presentarla, cual exige la normativa. El primero de los tres nombres corresponde al actual vice-decano, el sacerdote gerundense Joan Planellas Barnosell.