El agente doble Juliana
Enric Juliana fue corresponsal de La Vanguardia en Roma del año 1.997 al 2.000. Como nos ha pasado a muchos, vino subyugado por su experiencia italiana. Ya decía Billy Wilder, en su película Avanti, que Italia no es un país, es una emoción. Es lógica y comprensible su fascinación. Pero, como suele pasar muchas veces, de lo sublime a lo ridículo hay solo un paso. Con solo tres años de corresponsal italiano, Juliana pretende ser el vaticanista español por excelencia. El título le viene grande. Sin embargo, le ha servido para tener las puertas bien abiertas en el Palacio episcopal de Barcelona. Sistach ha encontrado en el periodista a su mejor agente. Agente doble, en este caso. Sirve a La Vanguardia y a Sistach. Agente en Madrid y en Barcelona. Incluso en Roma. ¡Menudo es Juliana! Pareja del año son él y nuestro Cardenal. “Patacot i Mandinga”, por no decir otra expresión catalana más escatológica.