A pesar de los apocalípticos, el MUEC cierra sus puertas
Oriol Domingo iniciaba su artículo dominical en La Vanguardia con la siguiente entradilla: “A pesar de los apocalípticos, la diócesis sigue adelante”. Es evidente que existe la consigna de aparentar actividad y pregonarla a los cuatro vientos, por medio de los voceros habituales. Ya se sabe que una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad. Pero pese a los fingimientos del equipo médico habitual, los hechos son muy tozudos y el aspecto de la diócesis es desolador. Una de los últimos movimientos en caer ha sido el MUEC (Moviment d’ universitaris i estudiants cristians). Han cerrado sus puertas, aunque se despachen con este curioso eufemismo:
Congelado, dicen. No sabemos hasta cuando, ni sí va a sufrir proceso de hibernación. Lo cierto es que el MUEC está inactivo, por falta de efectivos. Es lo que reconoce la nota que les transcribo, aunque sea puro circunloquio, en fondo y forma.