InfoCatólica / Germinans germinabit / Categoría: Importado

13.04.09

De la inculturación a la Iglesia del Establishment (III)

La Unió Sacerdotal, CiU y la iglesia microscópica: De Joan Batlles Alerm a Luís Martínez Sistach (Segunda parte)

Josep Bigordà i Montmany (1928)

Miembro histórico de la Unión Sacerdotal de Barcelona. Párroco de Sant Medir de Barcelona donde se vinculó a la asociación minoritaria y con problemáticas relaciones con el obispo Modrego ACO (Acció Catòlica Obrera) la cual se desmarca de la HOAC por considerarla demasiado vinculada a la jerarquía.

d. 1964: Consiliario junto a Casimir Martí de la Escuela de Periodismo de la Iglesia en Barcelona del Centro de Influencia Católica (CIC) fundado por Maria Rosa Farré y Escofet.

2004: participante en la manifestación de 19 de junio de 2004 delante de la catedral contra el Vaticano por su decisión de crear dos nuevos obispados segregados del de Barcelona y nombrar para ellos a dos eclesiásticos no nacionalistas ni progresistas.

2007. Como miembro del clan parapetado en la Iglesia del Pi (Batlles, Totosaus…) abren las puertas a Leonardo Boff, invitado por Iglesia Plural, para que de una de sus conferencias.

Josep Maria Bardés i Huguet (1914-1996)

Miembro histórico de la Unión Sacerdotal de Barcelona. Barcelonés, licenciado en Historia Eclesiástica y en Teología. Profesor de pastoral y de Teología en Barcelona.

1944: Mossèn Lluís Carreras, discipulo de Sardà y Salvany, cerrando la breve fase de apoyo al franquismo, funda el Grup Torras i Bages -, de estudiantes universitarios por el que pasaron Jordi Pujol, Hilari Raguer, Joan Raventós, Anton Cañellas, Jordi Bonet, actual arquitecto de la Sagrada Familia o Jaume Carner quien seria presidente de Banca Catalana. El Grup Torras i Bages se convertirá en la sección juvenil de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, de la cual era ya consiliario Carreras. En 1999 el monje Hilari (Ernest) Raguer i Suñer publica Gaudeamus igitur. Notes per a una història del “Grup Torras i Bages” con prólogo de Jordi Pujol.

1953: Josep Maria Bardés es nombrado viceconsiliario de la juventud de Acción Católica de Barcelona, convirtiéndose en la mano derecha de Joan Batlles.

1954: Fundación de Crist-Catalunya del cual, Bardés es guía junto a Raimon Galí, padre político de Jordi Pujol. Crist Catalunya será la plataforma que catapultará Pujol a la política. Mas tarde Bardés i Galí se distanciaran porque el segundo encontrará demasiado marxista al primero. La infiltración de la variable socialista dividirá y hará desaparecer el movimiento.

1958: Tras la defunción de Lluís Carreras, Josep Maria Bardés es el nuevo consiliario de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat (1958-1968). Se convertirá en director de la revista Concili Avui, editada por la Lliga espiritual. En 1975 publicara “Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat”, en Qüestions de Vida Cristiana, nº 75-76, donde resumirá la trayectoria del movimiento.

1960-1963: Pujol es encarcelado. Bardés, amigo de la familia, lo visita en prisión.

1961: Fundador y primer consiliario del Centre d’Estudis Francesc Eixemenis, nacida de la tranformación de la sección de estudios de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat.

1965: En sintonía con el P. Chenu, intenta traerlo como conferenciante a Barcelona

1967: Intermediario entre el obispo de Barcelona con los católicos nacionalistas que secuestraron, por motivos político-religiosos, en 1967 la imagen de la Mare de Déu de Núria.

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10.04.09

Misa Crismal: otro entierro más del obispo Carrera

Esperaba con expectación la Misa Crismal de este año para ver si se subsanaba la gran injusticia que se produjo en la consagración de Don Sebastià Taltavull en la que en ningún momento se citó el nombre de su antecesor el obispo Joan Carrera, que tan recientemente había fallecido.

Pero me llevé una tremenda desilusión, lo que sucedió en la ordenación de Taltavull no fue un error, un despiste o una omisión sin malicia. Como ya insinué entonces parecía que había un verdadero interés en borrar su memoria, en empezar una nueva etapa en la diócesis como si el bueno de Don Joan nunca hubiera existido.

Pues esa intuición se ha confirmado. En toda la Misa Crismal no hubo tampoco ninguna referencia al obispo auxiliar fallecido, y eso que es la primera sin él, y la primera con su sucesor. Y no será porque no se dijeran nombres de sacerdotes difuntos, pero del obispo Carrera ni una palabra, como si fuera un personaje de novela o una leyenda.

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9.04.09

Germinans asistió a la presentación del libro ”Qué pensa Joan Carrera"

El Directorio de Germinans me encomendó que me desplazara el pasado jueves 2 de abril a la Casa del Libro, donde tuvo lugar la presentación del libro-entrevista de Francesc Romeu al obispo Carrera. Los que nos vienen leyendo saben que Monseñor Carrera fue uno de los obispos más queridos de Germinans y que las penosas vicisitudes que rodearon a su jamás aceptada renuncia, constituyeron uno de los motivos por el que nació esta web. No podía faltar.

En la mesa que presidía la presentación se hallaban el editor Xavier Cambra (uno de los 8 directivos que le dimitieron a Laporta este verano), el autor Francesc Romeu y el ex presidente Jordi Pujol. El acto, como tal, fue un auténtico rosario de despropósitos. Un Jordi Pujol, que cada vez parece más una burda imitación de Joan Capri, glosó la figura de Carrera, con tantos errores, que hasta tuvo que ser rectificado por parte del público, cuando afirmó que Carrera fue designado obispo en tiempos del Cardenal Jubany. La “avara povertà” consustancial a Romeu provocó que la tirada de libros fuese tan reducida, que más de la mitad de los concurrentes se quedase sin ejemplar. Ello provocó las críticas airadas de parte del público; incluso un grupo, en el que se hallaba Enric Puig Jofra, reprocharon a la salida dicha circunstancia al editor Cambra. La pequeñez del local y su ubicación en la misma librería, hacían inaudible la conferencia a quienes no se hallaban cómodamente sentados. Incluso se tuvo el feísimo detalle de no sentar en los primeros bancos, a la fiel Mercé, secretaria de toda la vida de Monseñor Carrera, a la que, una alma caritativa, le prestó una silla, si bien la ubicaron al final de la sala.

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La misa romana. Capítulo 21: El sentido del misterio eucarístico

En el sugestivo ambiente de la Semana Santa, un estudio de la Misa que quiere ser síntesis, no puede estar falto de la explicación ideológica y dogmática de su rito central, la consagración, porque en él se concentra focalmente el misterio todo como acción y se verifica el sacrificio en su esencia.

Hay en el sacrificio de la Misa una consideración esencial que debe ser hecha: la entrega sacrificial de Cristo como acto de obediencia heroica para reparar la desobediencia de Adán. El recuerdo de esa entrega sacrificial es un hecho real y objetivo que tiene que penetrar toda la vida consciente y afectiva del que interviene en esta representación mística de su muerte. Sin duda no depende de ellos la fuerza infinita del sacrificio ni su significación pero la omnipotencia divina ideó en la Misa un medio asombroso para que las generaciones siguientes estuvieran místicamente presentes asimilando la tragedia salvadora de la cruz.

Durante la Edad Media las interpretaciones místicas que dieron a la misa los que aquella edad, tuvieron el mérito inapreciable de meter en la conciencia popular la idea esencial de la misa como sacrificio representativo de la Cruz: la pasión del Señor la vieron representada en la fracción del pan, en su distribución a los fieles, en la sunción del cáliz, por la que la sangre del Señor pasaba a la boca de los fieles. Éste fue el punto de arranque para extender la alegoría, deliciosa hasta el detalle, a toda la misa. En el velar la patena mediante el paño de hombros cuando la coge el subdiácono, o cuando el sacerdote lo pone, en la misa rezada o cantada, de bajo de los corporales, veían representada la huida de los Apóstoles al comienzo de la pasión. Se le ve padecer al Señor cuando el celebrante pone los brazos en cruz durante el prefacio y el canon. En la inclinación de cabeza al final del “Memento etiam” figuran el inclinar Jesús la cabeza al entregar en la muerte su espíritu al Padre eterno. Al “Nobis quoque” levanta el sacerdote la voz y se da un golpe de pecho, porque se lee en la Sagrada Escritura del centurión que levantó su voz para dar testimonio de Cristo y porque los que estaban alrededor de la cruz volvían a casa después de la muerte dándose golpes de pecho. La mezcla de una partícula de la forma con el sanguis, representa la resurrección del Señor, cuando se unió otra vez el alma, la vida representada por la sangre, con el cuerpo. Mediante el ósculo de la paz saluda Cristo Resucitado a los Apóstoles…

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6.04.09

Evocaciones de la Semana Santa

Cuando España se gloriaba del título de católica la Semana Santa era el período más importante del año no sólo religioso sino civil. Y de esto no hace mucho. Las generaciones que hoy son de mediana edad todavía recordarán una niñez marcada por las tradiciones de la que era llamada con razón la “Semana Mayor”. En las distintas partes de España, la conmemoración de los grandes misterios de nuestra redención se preparaba ya con antelación según el genio y las costumbres de cada región: en Andalucía, por ejemplo, las cofradías aderezaban los pasos de las procesiones; en Valencia la cremà de las Fallas en el día de San José marcaba el final de los festejos de la primavera y el ingreso real y de lleno en la cuaresma; en Cataluña, donde las procesiones no son tan vistosas ni están tan arraigadas como en el sur, la vida cotidiana, sin embargo, estaba imbuida del espíritu austero del tiempo penitencial.

La Semana Santa iba precedida de la Semana de Pasión, caracterizada por cubrirse con velos morados los crucifijos y las imágenes de las iglesias como señal de luto anticipado por la Muerte de Jesucristo, próxima a conmemorarse. El Viernes llamado de Dolores, dedicado a los padecimientos y la soledad de la Virgen, era ya la antesala de la Semana Santa. En estos días que la precedían las familias se apresuraban a adquirir las palmas y palmones para el gran día del Domingo de Ramos. Los niños se entusiasmaban con la perspectiva de llevar esos entrelazados adornos que constituían para ellos una experiencia fuera de lo común en un tiempo en el que la imaginación infantil se bastaba con las cosas sencillas.

En muchas parroquias, la bendición y distribución de los ramos se llevaba a cabo en un oratorio, capilla o ermita de su circunscripción para, a continuación andar en procesión hasta la iglesia principal. Algunas veces, se montaba sobre un borriquito una imagen de Nuestro Señor bendiciente, que iba delante del clero, siguiendo el desfile de los fieles, que iban agitando sus palmas. Una ceremonia que desapareció con las reformas litúrgicas, pero que era muy impresionante consistía en golpear tres veces las puertas cerrada del templo de destino con el astil de la cruz procesional, hasta que a la tercera se abrían, dejando paso al Rey de la Gloria, acompañado de los procesionantes. Entretanto, un coro dentro de la iglesia había ido cantando alternadamente con otro que iba en la procesión las hermosas antífonas gregorianas, produciendo un efecto dramático y sobrenatural. Durante el evangelio de la misa, los fieles volvían a agitar sus ramos y palmas.

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