El totalitarismo intelectual
Existe una pregunta que es necesario nos pongamos cada uno de nosotros. No nace de una retórica vaga o de un snobismo superficial, sino que forma parte de los fundamentos primeros de nuestra fe cristiana: ¿creemos en la libertad? Sí, sí, es muy posible que una buena parte de nosotros conozca la definición ya dada por Aristóteles y mil veces repetida y enseñada por Santo Tomás: “facultas (vis) electiva mediorum in bono servato ordine finis” (facultad de elección de los medios para el bien respetando el orden del fin). Confesamos que sin ella nada es posible, ni el pecado ni el acto meritorio, ni siquiera la salvación, porque la gracia no anula ni la naturaleza ni la libertad. Pero, ¿creemos en su valor? ¿Apreciamos las expresiones de libertad, especialmente aquellas en el terreno del debate de las ideas?
Nosotros tenemos la impresión que en la escena política, religiosa, cultural y mediática muchos tienden a querer que todo se desarrolle según sus pautas de verdad. Sucede desde los medios que detentan el poder. Pero no sólo…