Sacrilegio abominable en Costa Rica
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su casto esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Oremos:
Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de Tú pasión;
Te pedimos nos concedas venerar de tal modo
los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de Tu redención.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amen.
¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar! ¡Sea por siempre bendito y alabado!
p.s. Lamentables declaraciones del Obispo:
MONSEÑOR HUGO BARRANTES UREÑA
ARZOBISPO METROPOLITANO DE SAN JOSÉ
MANIFIESTA A LA OPINIÓN PÚBLICA LO SIGUIENTE
Ante las dudas y el malestar de feligreses católicos, en todo el país, de cara a ciertos hechos ocurridos en la Eucaristía presidida por este servidor y con la presencia de algunos candidatos presidenciales el pasado domingo 07 de febrero de 2010, aclaramos lo siguiente:
1. Ante el trato no respetuoso e indebido que se diera a la Sagrada Eucaristía , recordamos que “el sacrilegio consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios”. (Catecismo de la Iglesia Católica N. 2120).
2. Advertidos sobre la irregularidad, los sacerdotes presentes solicitaron al señor Guevara la devolución del trozo de la hostia en su poder; y éste accedió a entregarla. La hostia consagrada fue consumida inmediatamente por un sacerdote concelebrante.
3. El canon número 1367 del Derecho Canónico establece que quien arroja por tierra las Especies consagradas o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, comete el delito de sacrilegio, situación que no se dio, de modo que descartamos el sacrilegio en este caso.
4. En conclusión, se dio un trato no respetuoso e indebido, pero no hubo sacrilegio.
Dado en San José, 8 de febrero, 2010.
Encima nos toma por tontos.
¡Señor ven pronto!