José Bono, ¿y tú de quién eres?
La politización de la vida pública es un fenómeno curioso. Nunca se ha hablado tanto de política, nunca sus raíces han llegado tan profundas y sus ramas tan altas. Sin embargo la repercusión real a la hora de tomar decisiones es nula. España es una muestra representativa.
Si la politización de la vida pública fuese consecuencia de nuestra capacidad de elegir a nuestros representantes en el gobierno, no estaríamos hablando de otra cosa sino de la participación de los ciudadanos en la vida pública, en el gobierno de la nación; es decir, estaríamos hablando del ejercicio de la libertad política. Sin embargo no estamos en esta situación. En España es el poder el que ha polarizado políticamente a la población. Es el político el que controla y fiscaliza al ciudadano y no al revés. El que lo divide en facciones, mientras que este, inerme, se deja controlar por la casta política, aspirando incluso a pertenecer a ella. Se habla mucho de la libertad, aunque se ha entregado esta a cambio de la comodidad. La situación es muy lamentable.