Benedicto XVI, el Papa del Concilio
Las últimas decisiones tomadas por el Romano Pontífice, respecto a la liturgia con el Motu Proprio Summorum Pontificum y el levantamiento de las excomuniones de los obispos lefevbrianos, trazan un arco de lo que puede ser considerado la verdadera aplicación del Concilio Vaticano II.
Los sectores que se presentaban a sí mismos como los verdaderos intérpretes del Concilio, realmente se dedicaban no a la hermenéutica, sino a la redefinición del Credo al completo, desde la Cristología hasta la Eclesiología, pasando por todas y cada una de las disciplinas que tienen que ver con la Fe fundamentada en Cristo y transmitida por los apóstoles.