InfoCatólica / Fides et Ratio / Categoría: General

28.03.25

Resignificando

Resignificar el Valle de los Caídos es la noticia de la semana: darle un nuevo significado bajo «una mirada plural, inclusiva y contemporánea».

Este giro semántico no es algo nuevo, sino que, según el Gobierno, comenzó con la exhumación de los restos de Franco de la Basílica. Para ello, ha contado con la colaboración de la jerarquía eclesiástica, ya que la ley —¡qué maravilla!— se lo impedía. Una ley que procede del mismo cuerpo legislativo que antes prohibía asesinar inocentes —ahora abortar es un derecho— o castigaba la secesión. Como ya se sabe, este corpus legal es como el gato de Schrödinger: está vivo y muerto a la vez. Lo mismo vale para una cosa que para otra y, si no, se cambia.

El arzobispo de Madrid ha lamentado las filtraciones, es decir, que el PSOE se comporte como tal y lo haya dejado en fuera de juego. Aunque su labor haya sido de acompañamiento —un acompañamiento al suicidio—, hay que decir en su defensa, como el propio arzobispado ha reconocido, que esto se ha negociado con la Secretaría de Estado del Vaticano.

Esta injerencia del Gobierno en la Iglesia no es nueva, sino que ya la habíamos visto cuando se ordenó la exhumación de Queipo de Llano —benefactor de la hermandad— y del general Bohórquez —hermano de la corporación— de la Basílica de la Macarena, saltándose a la torera el Derecho Canónico.

De todas formas, que este zipizape no nos impida ver la realidad, aunque cada vez sea más difícil.

Por una parte, hay que decir que este proceso de «resignificación» no comienza ahora, sino en 1978, cuando se puso en marcha el mito, fundador y fundante, de la Transición. El régimen tiene que seguir en movimiento. Si primero fue la reconciliación de las dos Españas —sea esto lo que sea—, ahora toca la fase de negación: los nietos del franquismo deben negar a sus abuelos para seguir viviendo bien. Así hasta disolver en la nada la nación española, borrando su identidad católica. No es que haya corrupción, sino que el régimen del 78 es corrupto y corruptor. Creo que ni los más críticos con el régimen del 78, como García Trevijano, llegaron a imaginar los niveles de ignominia que hemos alcanzado —y los que todavía nos quedan por ver—.

Por otra parte, la Iglesia renunció a cualquier teología política tras el Concilio Vaticano II. Los tiempos cambiaron y hoy padecemos sus consecuencias. ¿De dónde vienen los próceres del PSOE, de Podemos y de Sumar? De ambientes eclesiásticos. Y no de ahora, sino desde los tiempos de Felipe González. ¿Acaso podemos olvidar la relación del expresidente con Manuel Benigno García Vázquez, otrora canónigo de la Catedral de Sevilla y rector del CET de la misma localidad? No debería sorprendernos que altos cargos del PSOE hayan surgido de estos círculos, como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, procedente de los movimientos cristianos de base.

En conclusión, no estamos ante un hecho aislado ni ante algo que pueda sorprendernos; la resignificación del Valle de los Caídos es un desarrollo interno del régimen del 78, que prosigue en su camino de disolución de la nación. En este proceso, la Iglesia se está viendo arrastrada por varias razones: la primera, por la confusión doctrinal que padece y que reverbera en la política, no como ideología, sino como ser del hombre – zoon polytikon -, que se inserta en unas reglas propias que emanan de la doctrina católica, la segunda, por la falta de fuerza política ya que los católicos, en este aspecto, somos irrelevantes.

26.03.25

Toc, toc, toc..¿hay alguien en la diócesis de Almería?

 

Sí, esa es la pregunta que me ha asaltado al leer la noticia de lo que está preparando la Delegación de Juventud de la diócesis de Almería. Esto dice la noticia:

El próximo 27 de marzo a las 19:30 h, en la Casa D. Busco, la Pastoral Juvenil de Almería organiza una celebración especial de la Pascua Judía de Jesús para aquellos jóvenes que van a ir al Jubileo de la Esperanza en Roma. Este encuentro permitirá revivir la tradición que Jesús compartió con sus discípulos en la Última Cena, siguiendo el rito de la Cena de las Hierbas Amargas, elemento central de la Pascua judía.

La Pascua judía y su significado cristiano

La Pascua judía (Pésaj) conmemora la liberación del pueblo de Israel de Egipto y se celebra con una cena ritual, el Séder, en la que se consumen alimentos cargados de simbolismo, como las hierbas amargas, que recuerdan el sufrimiento de la esclavitud, y el pan sin levadura (Matzá), símbolo de la salida apresurada de Egipto.

Para los cristianos, esta celebración tiene un significado especial, ya que Jesús la vivió en la Última Cena y, en ese contexto, instituyó la Eucaristía, dando un nuevo sentido al pan y al vino.

Participación y confirmación de asistencia

Esta actividad ofrece una oportunidad única para profundizar en las raíces del cristianismo y vivir la Semana Santa con mayor significado

A modo de comentario podemos decir:

- En la Misa siempre es Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.

- Cristo instituyó la Eucaristía y el sacerdocio el Jueves Santo y no le dio «un nuevo sentido al pan y al vino». Es Cristo realmente quién está bajo las especies eucarísticas. Decir que el cristiano da «un nuevo sentido al pan y al vino» es volver al error grave de la transignificación.

- Los preceptos ceremoniales del Antiguo Testamento cesaron con la Redención obrada por el Señor, como bien explican los Padres y Santo Tomás en Iª-IIae q. 103 a. 4. La observancia de los mismos, una vez predicado el Evangelio, es pecado mortal.

Con esta pantomima lo único que se va a conseguir es estropear la fe de los muchachos que van a peregrinar a Roma. ¿Y esto es lo que se promueve en la diócesis de Almería? ¿Hay alguien al mando? En fin.

5.03.25

Educación financiera

Gracias a la imprescindible cuenta de X, crisis, me enteré de la amarga queja que una madre (artículo en la foto) lanzó al Ministerio de Educación por la ausencia de una disciplina que los alumnos deberían incorporar a su currículum educativo sobre las cuestiones fiscales y financieras. Esta preocupada madre afirma que «es necesario preparar a los estudiantes y que conozcan sus obligaciones fiscales, que entiendan cómo funcionan los impuestos y su impacto en la economía y la sociedad». Y nos dio un dato revelador y aterrador: sus dos hijos de 20 y 22 años «a veces me preguntan cosas que me hacen temblar». La señora ha mirado al abismo y el abismo le ha devuelto la mirada. El horror, como diría el coronel Kurtz en Apocalypse Now.

La inquietud de la señora era respaldada por 31000 almas más, preocupadas sinceramente,por este asunto. Otras instituciones, según nos informa el articulista, también mostraron sus desvelos por el desconocimiento que padece la juventud española. Todo sea por el conocimiento, que nadie piense que es en aras del negocio, sobre todo cuando la situación no puede ser más angustiosa.

Estamos hablando de un asunto capital, primordial, que la gente, nuestra gente, sepa invertir, aunque no tenga dinero, que sepa gestionar su pobreza. Es necesario que conozca todas las casillas que componen la declaración de la renta, aunque no tenga renta, ¡ni trabajo siquiera! Antes de ganar dinero, es imprescindible saber cuál es la parte que le corresponde al Estado.

Leer más... »

28.10.24

21.10.24

A colación de «Mi marido me viola»

Escribía ayer el conspícuo Hugues sobre una serie (Querer, Movistar) y una película (Bajo terapia, Netflix). La primera no la he visto, la segunda la aguanté los primeros minutos. Ambas tratan sobre un asunto escabroso: la violación en el matrimonio. Este asunto es muy peliagudo porque como afirma Hughes, ya no estamos en un ambiente festivo, por llamarlo de alguna manera, sino en el ámbito íntimo del matrimonio.

Y es complicado, como hemos dicho primero porque hablamos de algo que, fuera de la catolicidad no existe. La Iglesia se ha quedado sola en la defensa del matrimonio, la unión de hombre y mujer para toda la vida, algo que pertenece al orden natural propiamente dicho.

En España, una de las primeras cosas que hizo el régimen del 78 es aprobar la ley del divorcio, con lo que terminaba de una vez y para siempre con el matrimonio, lo que es ciertamente muy grave porque acaba demoliendo la estructura natural de la comunidad. Si como escribe Aristóteles en la Política, la semilla de la comunidad se encuentra en la unión de hombre – mujer y su perfección es la ciudad, ¿qué pasará si la semilla se encuentra defectuosa? Pues que como en cualquier ente natural, crecerá estropeada. En el momento en el que la unión entre un hombre y una mujer se puede deshacer, permitida, sancionada y promovida por el Estado, la comunidad se acabará deshilachando, rompiendo las relaciones donde el hombre, como ser comunitario por naturaleza, se acaba desarrollando. Habrá átomos asociados pero no entes comunitarios.

El matrimonio es una institución compleja bajo la que se unen dos seres débiles, el hombre y la mujer, y donde una de esas columnas lo constituye el consentimiento – muy fácil de convertir en un consentir – mentir -. Una muestra de su complejidad se ve si visitamos aquellos viejos manuales de Teología Dogmática y comprobamos cuánto ocupa el capítulo dedicado al matrimonio, tanto en su exposición positiva como en la enumeración de vicios que pueden anular un matrimonio. Tan complejo como la mente humana. Tan complejo como que sólo Dios conoce los corazones y, por ende, nos conoce mejor que nosotros mismos.

Estas series, tan tramposas, vienen delicadamente y sutilmente, para arrasar definitivamente con lo poco institucional que queda del orden natural. Como una termita, que se come la madera, atacan al corazón bajo el cual las dos personas se dan el sí, ahora y para siempre, el matrimonio católico. Son los nuevos acusadores creadores de mala conciencia, los mejores amigos del capital.