Educación: sentido común
Gregorio Luri es un pedagogo y doctor en Filosofía especializado en el análisis de la situación de la escuela en España. Navarro que pronto se trasladó para quedarse en Cataluña. Ya reseñe una obra suya aquí.
Este verano me he acercado a otro libro suyo. “Mejor educados: el arte de educar con sentido común". Ciertas ideas suyas no tienen mucho predicamento hoy día en el sector educativo “más avanzado", pero yo no puedo dejar de sostenerlas. Ahí van algunas:
Ser disciplinado es más importante que ser inteligente. Para ello, a herramienta imprescindible de la disciplina es la insistencia. Pues disciplinar es habituar, ayudar a nuestros hijos a participar de nuestras convicciones morales. Recordad siempre: decirles “no” no nos convierte en tiranos. Y se debe mantener el “no” el tiempo que sea menester. Y sobre todo, NO hagas bromas con la disciplina escolar. Los niños deben aprender a saber estar.
Respecto al colegio, Escoged el que más os agrade, el que más se acerque a vuestros valores familiares y sentidlo y hablad de él como “vuestro colegio". No juguéis con la autoridad del maestro. Si vuestro hijo suspende, fiaros del maestro más que de las razones del niño. Pero nunca olvidéis que los padres son MÁS importantes que la escuela por el tiempo que pasan con sus hijos y por todo lo que transmiten sin querer. Una familia culta lectora multiplica exponencialmente el rendimiento académico de los hijos. Hablen, de todo y mucho con sus hijos.
Estos y muchos consejos más encontrarán en este interesante libro para padres con ganas de hacerlo aún un poco mejor con los hijos.
LURI, Gregorio
“Mejor educados”
Ariel 2014
3 comentarios
Qué falta de sentido comercial. Si en lugar de titular así el libro, lo hubiera titulado "Inteligencia emocional 2" podría ser un superventas.
Goleman, diluyendo a Aristóteles en una palabrería repetitiva y cargante se forró.
Si alguien escribiera un libro en el que un veterano de la guerra de Irak, vuelve a casa donde su fiel mujer desteje de noche lo que ha tejido de día, y que durante el trayecto llegan a una isla donde una mujer convierte a los hombres en cerdos, la actual crítica literaria quedaría deslumbrada por la originalidad del argumento.
Somos tan necios, que a quien repite verdades que sabían nuestros abuelos, no le hacemos mucho caso; pero a quien mezcla y bastardea esas verdades con herrumbre modernista, le aplaudimos con las orejas.
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NOTA DEL BLOGGER: La sociedad aplaude y demanda la novedad por la novedad. Todo lo que suene a trillado y a tradicional se ningunea por que el valor lo aporta la "originalidad" sea esta algo viejo pero disfrazado o sea una boutade, pero nunca oída.
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